Armando Neria 9y

Las deudas de la Copa América

MÉXICO -- Se nos acaba la Copa América, quedan sólo cuatro partidos. Cuando se escribe este blog y antes de terminar y llenar de elogios al campeón, hago un recuento de las deudas que quedan del torneo, algunas a manera de reclamo, otras en un tono simplemente de crítica, de haber querido y creer que se podía tener un poco más en algunos aspectos.

Un torneo sin cracks
Ni Neymar, ni Cavani, ni James aparecieron en la Copa. Aun tienen opciones Messi, Vidal y Alexis Sánchez, pero en general los grandes nombres que se percibían previo al torneo, no han pesado y se vuelve complicado pensar ahora mismo en un jugador como el mejor del torneo. El juego en equipo ha brillado, y jugadores de Paraguay y Perú dan cuenta de esto. Veremos qué pasa en semifinales y final.

¿Dónde están los dirigentes?
Tras el escándalo de FIFA en torno a sobornos y la posterior investigación de los Estados Unidos al respecto, los altos mandos de Conmebol no han aparecido por las sedes de la Copa. En los estadios no hay alguien de peso para los partidos, ya sea por parte de las confederaciones o el comité organizador. Tampoco hemos tenido discursos o declaraciones sobre el evento; la muestra más clara, la inauguración. Se ve que no son tiempos para mostrarse en los reflectores.

Instalaciones sin terminar
He visitado tres sedes del torneo y ninguna estuvo completada al 'cien'. Desde los detalles como tiene el estadio Nacional, donde para acceder a las tribunas de prensa hay que subir por unas escaleras improvisadas y que mas de uno han tratado de evitar, hasta los retrasos de peso, como en el Sausalito donde el día de la conferencia previa al México-Bolivia aun habían obras de todo tipo en el inmueble. El tiempo no dio para que se estuviera al 'cien'.

No se llenaron los estadios
Parece que hasta semifinales observaremos todos los inmuebles llenos. Pese a que la organización del evento aseguró previo al arranque que casi todas las entradas estaban vendidas, la realidad fue distinta. Por ejemplo, México solo vivió un lleno, en el Estadio Nacional ante Chile, pese a jugar en inmuebles con capacidad para 14 y 21 mil personas. Los cuartos de final tampoco vendieron todas sus entradas y, a unas horas de los partidos, salvo del local, aun había boletos. Gran parte de esto se debe a los costos, los cuales la prensa local califica de 'Champions'. Había sedes y partidos donde la prioridad podría haber sido acercar a la gente al torneo y no la taquilla.

Superados en trato a la prensa
Lo mejor del torneo, en cuanto al trato a los medios se refiere, sin duda, han sido los voluntarios. Se desviven por atenderte, por escucharte y tratar de que te la pases bien, que disfrutes la estancia en Chile. El problema es el resto de las cosas. Los centros de prensa quedan lejos de donde se juegan los partidos, incluso en el Sausalito tardabas más de 10 minutos en llegar al centro de trabajo tras subir una enorme cuesta. Además, cuando se trata de trabajar en otro lado, como los lugares donde se dan las conferencias, no se permite, ya que 'deben cerrar' sin importar que el periodista deba mandar una información al instante. Otro lío son las acreditaciones para los juegos, donde solo se acredita a unos cuantos medios y después hay que aguardar una enorme lista de espera, donde el criterio para recibir las entradas no es claro.

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