<
>

Las grandes estrellas de Toronto 2015: La colombiana Ibargüen

Ibargüen es gran favorita al oro panamericano Getty Images

BUENOS AIRES -- 1062. Esa es la cantidad de días que transcurrieron desde que la colombina Caterine Ibargüen sufrió su última derrota. Fue en la final de salto triple de los Juegos Olímpicos Londres 2012, donde perdió la medalla dorada a manos de la kazaja Olga Rypakova.

Desde ese momento hasta hoy ocurrieron muchas cosas. Dos mundiales de atletismo, uno al aire libre y otro bajo techo, por ejemplo. Dos Ligas de Diamante completas y una -la actual-, en proceso. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Lo que no pasó fue que alguien lograra vencer a Ibargüen. Como si su bronca por no haber podido colgarse el oro en Londres se hubiera transformado en una energía imparable, implacable.

De ese tiempo a esta parte, la colombiana se convirtió en la líder indiscutida del salto triple a nivel mundial. Eclipsó a la propia Rypakova y también a la ucraniana Olha Saladukha, que hasta los últimos Juegos Olímpicos dominaban la especialidad.

Ya nadie pudo con ella.

Es con ese ímpetu que llega a Toronto 2015, donde defenderá la dorada que obtuvo en los últimos Panamericanos, en Guadalajara 2011.

Es con claridad la atleta sudamericana que llega con mayor favoritismo a la justa canadiense. Sería una verdadera sorpresa si la colombiana, que no pierde una competencia hace tres años, terminara en cualquier otro lugar que no sea el más alto del podio.

Caterine Ibargüen Mena nació en Apartadó, una ciudad de la subregión de Urabá en el departamento de Antioquia, a 400 kilómetros de Medellín, el 12 de febrero de 1984, mide 1.80 metros y pesa unos 70 kilos.

Tiene una enorme sonrisa que ilumina todo a su alrededor cuando aparece. Valora cada paso, cada éxito, cada aprendizaje, con una intensidad inusitada. Tal vez sea por lo que le costó ser quien es, llegar adonde llegó.

De la austera vida junto a su abuela Doña Ayola, quien la crió, a este presente de medallas, trofeos y reconocimiento, mucha agua corrió bajo el río.

Caterine es conciente de cada gota.