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Sam Huff creó una posición propia en la defensiva de los New York Giants

Usualmente, donde se encontraba el balón, se encontraba Sam Huff repartiendo golpes violentos. Getty Images

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- Robert Lee 'Sam' Huff era un jugador sin posición.

Reclutado en la tercera ronda del draft de 1956 de la NFL por los New York Giants --procedente de West Virginia, donde se había desempeñado como tackle--, Huff fue cambiado a la posición de guardia nariz después de que el titular, Ray Beck, se lesionara. Sin embargo, Huff nunca había jugado la posición que por aquellos tiempos era considerada por algunos como la de mayor importancia en la defensiva, como ancla de una línea de cinco por delante de dos apoyadores (prácticamente un espejo de la formación ofensiva).

Por si fuera poco, Huff --quien era hijo de un minero y que creció en la pobreza absoluta durante los tiempos dela Gran Depresión--, echaba de menos a su esposa Mary Helen y a su pequeño hijo de 4 años de edad, Robert Lee, así como las colinas de West Virginia.

Ed Kolman, un ex jugador de los Chicago Bears y quien fungía como entrenador de línea para los Giants convenció a Huff de quedarse.

"Me dio nostalgia y decidí darme por vencido", dijo Huff en una entrevista con el Milwaukee Journal a finales de su temporada de novato, recordando haber tirado su equipamiento después de una práctica de principios de aquella campaña. "Pero Ed me dijo que sería el peor error que jamás cometería. Dijo que la gente en casa me vería como un cobarde, que no aguantaba el fútbol americano profesional. Estoy feliz de haberlo escuchado porque realmente disfrutó jugar este deporte".

También hay recuentos de la época en el sentido de que Vince Lombardi, entonces coordinador ofensivo de los Giants, lo interceptó en camino al aeropuerto para convencerlo de no claudicar.

Quedarse fue sin duda la mejor decisión que pudo tomar Huff, ayudando a revolucionar el juego defensivo de la NFL de una manera que --probablemente-- no hubiera sido posible sin él.

"¿Te das cuenta de que tuvimos al mejor grupo de entrenadores en la historia de la National Football League?", preguntó Huff en una entrevista con el portal oficial de los Giants. "Vince Lombardi dirigía a la ofensiva y Tom Landry dirigía a la defensiva. Jim Lee Howell era el head coach".

Landry era considerado la primera gran mente defensiva del juego en una era en la que los jugadores de ese lado del balón eran desconocidos; solamente se presentaban a los jugadores ofensivos al inicio de los partidos. Por si fuera poco, no era raro que los estelares del ataque ganaran el doble de salario que sus contrapartes defensivos.

Sin embargo, Landry identificó en Huff a un elemento que no solamente era agresivo y veloz para atacar el ovoide, sino también era inteligente sobre el campo de juego. Landry le pidió retroceder unos pasos de la línea de golpeo, y asumir una postura de dos puntos, y nació la defensiva base 4-3 con Huff como apoyador medio.

Con ello comenzó una revolución defensiva. Landry encomendaba a los linieros defensivos para intentar ocupar a los bloqueadores, liberando a Huff para hacer jugadas por todo el campo, y el apoyador medio aprovechó al máximo la oportunidad. El hijo del minero que no tenía posición en su llegada a la NFL había creado una para sí mismo.

Con los Giants, Huff jugó las primeras ocho campañas de su carrera, acumulando cuatro viajes al Pro Bowl y siendo nombrado en dos ocasiones como All-Pro. Además, Huff se convirtió en el mariscal de campo de la defensiva neoyorquina, y una de las figuras más reconocibles de un club plagado de estrellas, en el mercado mediático más grande del país.

En su año de novato, los Giants conquistaron el título de la NFL --en el primer año en que la NFL transmitió sus partidos por televisión a nivel nacional--, y con Huff dirigiendo a la defensiva, los neoyorquinos disputarían cinco Juegos de Campeonato de la NFL más, en los siguientes siete años.

Es probable que el encuentro más memorable de aquellos Giants haya sido una derrota: el Juego de Campeonato de 1958 --disputado el 28 de diciembre en Yankee Stadium ante los Indianapolis Colts-- que se suele recordar como "The Greatest Game Ever Played". Usualmente se acredita a ese partido, que ganaron los Colts por 23-17 en muerte súbita, como el responsable de convertir al fútbol americano en el deporte profesional preferido de las familias americanas.

Sin embargo, la actuación de Huff en el partido previo, un juego de playoff frente a los Cleveland Browns, pudo haber sido su mejor actuación. Huff y la defensiva neoyorquina limitaron al legendario Jim Brown --contra quien sostuvo incontables batallas épicas-- a apenas 8 yardas en siete acarreos, blanqueando a la ofensiva de Cleveland y accediendo al juego por el título.

No pasó mucho tiempo para que Huff apareciera en comerciales, y en 1959, fue presentado en la portada de la revista Time. En 1960, la cadena CBS realizó un programa especial denominado "The Violent World of Sam Huff", que puede ser considerado un precursor a los reality shows actuales (documental imperdible para los fanáticos de hueso colorado del juego). Por primera vez se instalaba en las hombreras de un jugador de fútbol americano un micrófono y un transmisor, brindando una oportunidad única de conocer a la NFL desde sus entrañas de la mano de Huff, por ese entonces, el jugador defensivo más famoso de la época.

En 1964, el entonces entrenador en jefe Allie Sherman decidió prescindir de Huff, así como de un número importante de jugadores defensivos de los Giants, y el apoyador fue enviado por la vía del canje a los Washington Redskins. Huff no deseaba abandonar New York e incluso amenazó con retirarse.

“No quería ser traspasado de un equipo de campeonato, una organización de campeonato", dijo Huff. "Recién habíamos perdido ante los Bears, 14-10, en el [Juego] de Campeonato de 1963, y el entrenador en jefe se deshace de cinco titulares de la unidad defensiva. Nunca olvidaré ese movimiento".

Los Redskins le dieron su N° 70, le ofrecieron un contrato de 35,000 dólares, e insertaron una cláusula de no-canje en el acuerdo para que Huff aceptara jugar para Washington. El apoyador tuvo una temporada de Pro Bowl en seguida, y los Redskins mejoraron su marca a 6-8, luego de que el año anterior finalizaran 3-11.

Pero la revancha más dulce llegó en 1966. Con Otto Graham como entrenador en jefe, los Redskins de Huff, con una marca de 5-6, masacraban a unos Giants de Sherman que registraban un récord de 1-8-1.

“La defensiva de los Giants había empeorado tanto bajo Sherman que sabía que los venceríamos por mucho porque teníamos a Sonny Jurgensen, Bobby Mitchell, Charley Taylor y un gran equipo ofensivo”, dijo Huff. "Predije por radio de regreso en New York que les anotaríamos más de 60 puntos antes de que se disputara el encuentro. Dije, 'Se trata de la peor defensiva que he visto en la NFL'".

Huff incluso de encargó de darle forma al marcador final. Con los Redskins arriba por 69-41 y en la yarda 20 de los Giants durante los instantes finales, el apoyador intervino desde la banca. Huff pidió un tiempo fuera e imploró a Graham a no mostrar misericordia, argumentando incluso que el pateador Charlie Gogolak, "necesitaba más práctica".

Fue un gesto de poco deportivismo, pero Graham cedió y envió a Gogolak al campo para convertir un gol de campo. El resultado final fue un marcador de 72-41 que se mantiene como el encuentro de mayor puntaje combinado en la historia del juego.

En 1967, Huff sufrió una lesión de tobillo que le hizo perder cuatro partidos de la campaña, cortando además su racha de 150 partidos consecutivos sin perderse una sola salida de NFL. Al término de la campaña, Huff estaba listo para retirarse... de nuevo. Sin embargo, Lombardi fue contratado como entrenador en jefe por Washington en 1969 y el ex asistente de los Giants y ex entrenador en jefe de los Green Bay Packers convenció a Huff de quedarse un año más. Huff fungió como apoyador y entrenador asistente, a la defensiva respondió con una campaña estelar después de un año de inactividad, y los Redskins terminarían con su primera marca ganadora en 14 años.

Huff fue enaltecido al Salón de la Fama en 1982 presentado por Landry, de quien dijo durante la ceremonia, había sido el hombre que le enseño a jugar al fútbol americano. El ex estelar defensivo sirvió varios años como comentarista en los partidos de los Giants, y por unos años más, como comentarista en los juegos de los Redskins. Es parte del equipo ideal de la NFL de la década de los 1950s, y también ha sido incluido en el Anillo del Honor de los Redskins.

El primer apoyador medio puro en la historia del juego fue también el primer jugador defensivo en alcanzar la categoría de súper estrella de la NFL. Nada mal para un chico que llegó sin posición a la liga.