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Jackson Martínez, el goleador que sigue la estela de Radamel Falcao

Jackson deja un vacío muy grande en el Porto Getty Images

LISBOA - Jackson Martínez afrontará en el Atlético de Madrid el reto de emular a su compatriota Radamel Falcao, desafío que no le es nuevo y que ya superó en un Porto donde deja un vacío enorme después de tres temporadas espectaculares.

Los dos delanteros colombianos compiten por el puesto de "nueve" con su selección, nacieron en 1986 y sus trayectorias presentan similitudes, ya que Martínez ocupó el lugar de Falcao en los "dragones" y hace ahora el mismo viaje que su antecesor al fichar por el conjunto rojiblanco tras triunfar en tierras lusas.

Sin embargo, no todo son semejanzas. Pese a ser ambos delanteros centro, sus características son diferentes, fundamentalmente en términos de condición física.

El nuevo fichaje de los colchoneros es un ariete hercúleo, con 1,85 metros de altura y 78 kilos, que destaca por su juego de espaldas, su habilidad en el remate -ya sea de cabeza, con la zurda o con la diestra- y su oportunismo.

Aunque con menos recursos técnicos que Falcao, se ha especializado en marcar goles espectaculares de forma acrobática, tiene facilidad para el desmarque y era además el responsable en el Porto de iniciar la presión.

Fichado por los "dragones" cuando todavía era un desconocido en Europa por nueve millones de euros -una cifra muy alta para lo que es habitual en Portugal- procedente del Jaguares mexicano, no perdió ni un segundo en demostrar su calidad y ni siquiera necesitó de tiempo de adaptación.

Apodado "Cha-Cha-Cha" en referencia al mambo con el que su padre conmemoraba los goles cuando era futbolista, hizo un total de 92 goles en partidos oficiales durante las últimas tres temporadas, a una media de 0,67 tantos por encuentro, y se erigió en pichichi liguero en todas ellas.

De orígenes humildes, aprendió a jugar descalzo en la calle en su Quibdó natal, de donde tuvo que salir y trasladarse hasta Medellín a vivir con sus abuelos recién entrado en la adolescencia para, después de brillar en tres pequeños clubes de barrio, recalar en el Independiente, el equipo de la ciudad.

Llamado Jackson por la afición de la madre al célebre artista creador de "Thriller", creció en una familia de escasos recursos, lo que le obligaba a escoger entre pagar el autobús que lo llevaba al campo de entrenamiento o ir andando y poder comprar algo de comida.

El jugador creó recientemente la Fundación Jackson Martínez en Medellín para dar oportunidades a jóvenes en dificultades a través del fútbol.

También es un devoto convencido, suele llevar una Biblia en la maleta y es frecuente verlo celebrar sus goles con los brazos extendidos hacia el cielo en agradecimiento a Dios.

"No pude tener la oportunidad de formarme física o técnicamente en categorías inferiores. Tuve que ir aprendiéndolo hasta que con 17 (en el Independiente de Medellín) empecé a sacar provecho de ello", recordó el punta en una entrevista a EFE concedida en 2013, cuando ya era objetivo de varios grandes clubes de Europa.

Sus comienzos en el equipo colombiano (2004) no fueron fáciles y recibió duras críticas por parte de la hinchada local, descontenta por su bajo rendimiento, aunque su tenacidad le hizo recuperarse y entre 2008 y 2009 comenzó entonces a ser visto como un ídolo de la afición.

El propio jugador cuenta que mejoró su técnica entrenando con una pelota de tenis y que a punto estuvo de fichar por un club de Corea del Sur, pero en el último momento desavenencias sobre el contrato le llevaron al Jaguares mexicano, el que a la postre fue su trampolín para Europa.

El delantero figuraba recientemente en la lista de deseos del Milan y el Valencia, pero anteriormente también se le relacionó con varios conjuntos de la Premier.

"Es un delantero centro a la antigua usanza. Que va bien de cabeza, muy atlético, me recuerda al liberiano George Weah", comentó sobre Jackson Martínez el legendario internacional portugués Paulo Futre.

A pesar de tener que competir con Falcao para hacerse con un puesto en el once titular en la selección -por ahora no lo ha logrado- y para hacer olvidar su legado en el Oporto, se refiere al "Tigre" con respeto y lo considera el mayor referente de Colombia a nivel mundial.

Cha-Cha-Cha llega al Calderón en plena madurez futbolística, tras demostrar su calidad en Portugal pero también en competiciones europeas, con ganas de probar una vez más que la sombra de su compatriota no es demasiado alargada para él.