MÉXICO -- El promotor Óscar de la Hoya celebró el miércoles a demanda que interpuso su competidor y expromotor, Bob Arum de Top Rank, en contra de Al Haymon y sus asociados por pretenden monopolizar la promoción del boxeo en territorio estadounidense.
Top Rank demandó a Haymon por 100 millones de dólares, más gastos, debido a que, entre otras cosas, ha violado el Acta Ali de promoción en el boxeo al fungir como manager y promotor, además de evitar la competencia bloqueando escenarios y peleadores.
"Aplaudo a Bob Arum y a Top Rank por dar un paso en nombre de los peleadores, no sólo de su propio establo, sino en todo el deporte. Aquellos que como Bob y yo hemos pasado la mayor parte de nuestras vidas en el boxeo, entendemos que el Acta de Reforma en el Boxeo Muhammad Ali es una parte fundamental de la legislación que servirá para proteger a los boxeadores y mejorar este deporte", expresó De la Hoya en un comunicado enviado por Golden Boy Promotions y transmitido también en sus redes sociales.
"Golden Boy Promotions continuará empujando fuerte por su propia demanda (contra Haymon) para asegurarse de que este maravilloso deporte continúe creciendo de manera competitiva y justa", añadió De la Hoya, quien comenzó a tener problemas con Haymon desde que el manejador comenzó a aconsejar a los boxeadores a no renovar contrato con el 'Golden Boy'.
El 6 de mayo pasado, Golden Boy Promotions demandó por 300 millones de dólares a Haymon. "Al Haymon creó Premier Boxing Champions, ha estado rompiendo en muchas ocasiones y de forma descarada la letra y espíritu del Acta Muhammad Ali, que protege a los peleadores de ser explotados", expresó entonces Golden Boy Promotions.
"Después de haber pasado mi vida adulta en el boxeo, pensé que había visto todos los trucos en el libro cuyo objetivo es acabar con aquel que se mete en un ring", apuntó por su parte Bernard Hopkins, quien finalizó así: "Habiendo rechazado personalmente el ser manejado por Haymon, conozco de primera mano el impacto del intento de Haymon de formar un monopolio. Esas prácticas van contra los boxeadores, los fans y el deporte mismo".