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La tercera, ¿la vencida?

SANTIAGO (Enviado especial) - Tal vez no lo exterioriza para no aumentar la presión que ya existe sobre él, o para no acaparar toda la atención. La procesión va por dentro.

A horas de la final de la Copa América, se debate sobre quién carga con el peso de la definición. Si Chile, por la localia y la falta de títulos, o Argentina con sus 22 años sin levantar un trofeo. De lo que nadie tiene dudas es de la importancia que tiene este partido decisivo para Lionel Messi.

Con apenas 28 años está metido hace rato en la discusión de los más grandes de la historia. Sin embargo se siente en deuda. Cambia muchos de sus logros en Barcelona por cumplir el anhelo de ser campeón con la Selección mayor de una vez por todas.

Sus vitrinas incluyen el logro en el Mundial Sub-20 de Holanda 2005, en el que le anotó dos goles a Nigeria, y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, frente al mismo rival africano. Pero de su boca sale que jugará su "tercera final".

Está obsesionado. Lo demuestra en la cancha al desparramar rivales y abastecer a sus compañeros, o con cada remate al arco que todavía no pudo cristalizar, más allá del gol de penal a Paraguay en el debut. No es para terminar finalmente con las comparaciones que se instalan a cada rato. Es algo personal.

ARGENTINA 0-3 BRASIL – COPA AMÉRICA 2007
Jugó su primera final con la Mayor el 15 de julio de 2007, en Maracaibo. Estuvo desde el arranque con Carlos Tevez como acompañante en el ataque. En ese equipo de Alfio Basile estaban también Javier Mascherano, Juan Sebastián Verón y Juan Román Riquelme, entre otros.

Con la camiseta 18 celeste y blanca, y el pelo largo, Leo buscó tanto por derecha como por izquierda, pero siempre tuvo más de una marca encima. Fue víctima de faltas constantes y le costó desnivelar. En el 2º tiempo tuvo un zurdazo en la puerta del área que fue bloqueado antes de que llegara a Doni. La que mandó al fondo de la red fue anulada por offside.

Brasil pegó rápido, a los 4 minutos del primer tiempo, por intermedio de Julio Baptista con un derechazo al ángulo. El gol en contra de Roberto Ayala a los 40 fue un golpe demasiado duro. Dani Alves, compañero de La Pulga en Barcelona, liquidó la historia a los 69 en una contra tremenda.

En la premiación, Messi recibió la felicitación de Blatter y se quitó la medalla del 2º puesto. Era su primera gran frustración.

ARGENTINA 0-1 ALEMANIA – MUNDIAL 2014
Aquel 13 de julio, del que en pocos días se cumplirá un año, ya es imborrable. Estadio Maracaná y la chance de ser campeón mundial por 3ª vez nada menos que en Brasil. Llegó con la 10 y la cinta de capitán, después de una 1ª fase fantástica en la que fue determinante y una fase final en la que se le cerró el arco.

A los 8 minutos del 1º tiempo llegó al fondo por derecha y tiró el centro atrás que no alcanzó Enzo Pérez. Los alemanes se encargaron de interceptar la mayoría de sus pases entre líneas. A los 39 del 1º tiempo tuvo la primera al encarar por derecha y meterse en el área. Llegó a puntear ante la salida de Neuer y la sacaron en la línea. Y en el arranque del 2º llegó la más clara: recibió un gran pase por izquierda y su zurdazo cruzado salió ancho. Se agarró la cabeza y miró la pantalla.

A los 74 probó su típica jugada de enganche de derecha al medio, pero su remate salió desviado. En el fatídico minuto 113 llegó el gol de Mario Götze. A tres del final, Leo saltó desde la medialuna para cabecear alto. Ya en el descuento, tuvo la última ocasión con un tiro libre que se fue muy por arriba del travesaño.

“Es difícil pensar en el futuro”, señaló pocos minutos después. El premio al mejor jugador del Mundial no fue consuelo. “Nos vamos a arrepentir toda la vida de las ocasiones que tuvimos y no pudimos meterlas adentro”, le dijo al sitio de la FIFA al volver a ver esa final.

Lionel Messi tendrá su 3ª final con la Mayor y quiere que sea la vencida.