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¿Falcao volverá a ser el de antes en el Chelsea de Mourinho?

LONDRES -- Radamel Falcao usó la tercera persona para defender sus actuaciones en el Manchester United.

"Falcao siempre ha estado", dijo el colombiano desde Chile de cara a la Copa América. "Depende de bajo qué parámetros juzguen a Falcao. Por momentos a mí se me decía que entraba poco en el circuito de juego y [no] hacía goles, pero siempre estuve".

La elección de palabras fue desafortunada, ya que los goles son el parámetro bajo el cual se miden los delanteros, sobre todo cuando las señales de que se han convertido en un jugador más "completo", como sostiene Falcao, han sido tan débiles.

En Chile, a lo largo de los cuatro partidos de la Copa América jugados por su selección nacional, Falcao ofreció muy poco en términos de reivindicación. Después de tres partidos de remates desviados y dificultades para conectarse con James Rodríguez, el técnico José Pekerman dejó al capitán en el banco para el encuentro de cuartos de final con Argentina en Viña Del Mar. El penal convertido por Falcao fue su única contribución positiva.

Sin embargo, Falcao ahora es jugador del Chelsea. El club del oeste de Londres ha confirmado la llegada del colombiano mediante un préstamo de un año de duración, y claramente espera contar con un jugador muy diferente del que jugó para el Manchester United.

Lo que el Chelsea quiere es el Falcao que solía hacer llover goles para el Atlético de Madrid a un ritmo no muy diferente a los de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Pero, más de 18 meses después de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla que sufrió jugando para Mónaco, el pura sangre de antes aún no ha logrado redescubrirse.

Con el United, Falcao anotó cuatro goles en la Premier League y no justificó las £16,4 millones que el club pagó por su salario y la cuota del préstamo. Fue una mala apuesta.

Contra Arsenal en mayo, Falcao fue reemplazado durante su última aparición en Old Trafford, y salió del campo de juego con un saludo a los aficionados que sólo podría describirse como una disculpa. Tal vez lo más condenatorio de su ejercicio en Manchester sea que fue aplaudido por un público dispuesto a reconocer que siempre se esforzó para su club. Los goles nunca llegaron, mientras que las nociones de su valor como jugador de equipo se vieron perjudicadas por sus dos escasas asistencias en 29 partidos.

Cuando fue titular ante el Chelsea en abril, Falcao perdió el balón bajo la intimidación de John Terry y así nació el gol de la victoria de Eden Hazard para el 1-0. Fue un remate que mató el ritmo del United en un partido durante el que dominaron la posesión pero les faltó el filo de un buen delantero.

¿Podrá el Chelsea revivirlo? "Si puedo ayudar a Falcao alcanzar su nivel de nuevo, lo haré", dijo José Mourinho en una entrevista con DirecTV Sports a principios de junio. "Me duele que la gente en Inglaterra piense que el verdadero Falcao es el que vimos en el Manchester United. Me gustaría mucho que este muchacho les muestre a los ingleses lo que no conocen de él".

Por supuesto, Mourinho y Falcao comparten la misma representación, la empresa Gestifute encabezada por el agente portugués, Jorge Mendes. Desde que llegó a Europa procedente del equipo argentino, River Plate en 2009, Falcao ha sido incorporado por Mendes a clubes con los que tiene vínculos estrechos -- primero el FC Oporto, luego el Atlético y más tarde el Mónaco, donde Mendes tiene una relación comercial con el dueño multimillonario ruso, Dmitry Rybolovlev.

Luego vino la época de Falcao en Old Trafford y el acuerdo pareció un matrimonio de conveniencia. Las negociaciones desastrosas del United en el verano de 2013 dejaron a los directivos del club, privados de los contactos de Sir Alex Ferguson, en busca de amigos en el mercado mientras trataban de reconstruirse. Tener a Mendes -- que también representa a Ángel Di María -- trabajando a su lado pareció una movida inteligente, pero el United ha cosechado pocos beneficios de esa relación. David De Gea, otro cliente de Mendes, no ha firmado un nuevo contrato y a pesar de un retraso en el acuerdo, todavía se espera que se convierta en un jugador del Real Madrid.

Mientras tanto, hubo indicios de que Falcao había perdido confianza debido al estilo de entrenamiento de Louis van Gaal, sobre todo después de haber jugado en un partido de U21 en marzo para recuperar estado físico.

La verdad, sin embargo, es que nunca fue lo suficientemente fuerte para prosperar dentro del sistema de juego del United. Él no es un delantero solitario como para poder ajustarse al sistema que Van Gaal finalmente estableció. Cualquier atisbo del viejo Falcao llegó en pequeñas dosis, y con un delantero junto a él -- su primera apertura en Leicester junto a Robin Van Persie y en diciembre contra el Newcastle cuando una volea cruzada estableció un excelente gol de Wayne Rooney.

En el Chelsea, donde Mourinho se pega aún más rígidamente a la formación de un solo hombre en la delantera, Falcao será suplente de Diego Costa, alguna vez su compañero en el Atlético, realizando el papel que Didier Drogba voluntariamente se comprometió a jugar bajo el mando de Mourinho la temporada pasada; la del veterano confiable a quien recurrir en cualquier momento. Él también puede beneficiarse de las instalaciones médicas de última generación que ayudaron a extender las carreras de Drogba y Terry, y completar una rehabilitación definitiva de sus problemas con las lesiones. Y tal vez en el Chelsea podría ser juzgado por los diferentes criterios que él anhela. De todas maneras, se siente poco realista esperar el regreso del delantero letal dos veces nominado al Balón de Oro.

Una mala temporada en el United y la gran decepción en la Copa del Mundo sugieren que Falcao ya ha pasado su mejor momento.

John Brewin es redactor de ESPN FC. Síguelo en Twitter @JohnBrewinESPN.

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