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Marcelo Bielsa, el gran triunfador

"La única manera que entiendo el fútbol es la de la presión constante, jugar en el campo rival, y el dominio de la pelota". "Yo soy un obsesivo del ataque. Yo miro videos para atacar, no para defender... tener el balón, tener autoridad".

Las dos frases le pertenecen a Marcelo Alberto Bielsa Caldera (21 de julio de 1955, Rosario, Argentina), quien no estará este sábado de cuerpo presente para observar en directo la final de la Copa América 2015, pero aún así ocupará un lugar privilegiado cuando comience el Chile-Argentina. Sus enseñanzas, legado, ejemplo, su forma de dirigir y liderar, estarán en la mente de Jorge Sampaoli y Gerardo Martino, dos de sus discípulos más aventajados, apenas suene el silbato del árbitro colombiano Wilmar Roldán y el balón comience a rodar en el estadio Nacional de Santiago.

Ambas sentencias iniciales no han sido elegidas al azar, ni por mero capricho. Ocurre que tanto el Chile de Sampaoli como la Argentina de Martino conciben el juego de ese modo. Luego, haber enlazado resultados positivos a su idea les ha llevado a la gran final de América. Es Marcelo Bielsa el nexo y denominador común en el encuentro en el que los dos mejores seleccionados de América en la actualidad dirimirán la supremacía futbolística en el continente.

Siempre se le ha cuestionado al 'Loco' Bielsa en Argentina que a pesar de su filosofía y ambición no haya sido capaz de atrapar grandes resultados al frente de la selección. Fue incluso demonizado cuando la albiceleste quedó fuera del Mundial de Corea-Japón 2002 en la fase de grupos, después de cautivar al planeta con su juego durante los 4 años anteriores a esa cita. Y al oro olímpico de Atenas 2004 se le otorgó en los medios de comunicación la importancia de un papel mojado. La paradoja es que Marcelo Bielsa, suceda lo que suceda, va a ser el gran triunfador de la jornada en un día en que a pesar de su ausencia, su presencia será más fuerte que nunca.

Tanto Jorge Luis Sampaoli Moya (55) como Gerardo Daniel Martino (52) se inspiraron en él para desandar su camino como entrenadores.

Martino recuerda que quien fuera su entrenador en Newell's Old Boys en 1990 le inculcó a los 29 años, siendo capitán del equipo, jugador consagrado e idolatrado, la necesidad de colaborar en tareas defensivas. "Entendí que si no cambiaba mi estilo, no iba a jugar", admite. "Creo que yo era escuchado por mis compañeros, pero dentro de la cancha era líder más por lo que jugaba que por lo que hablaba", rememora. Suele contar 'Tata' que años después, ya retirado del fútbol como jugador profesional, con sus amigos del bar 'Pan y Manteca' "éramos un grupo de muchachos que nos subíamos a una combi en Rosario y veníamos todos juntos a la cancha de River a ver a la selección de Bielsa". Hace un tiempo, al asumir la dirección técnica de la albiceleste, formuló un deseo no menor. "Ojalá podamos lograr en la gente la adhesión que tuvo aquella selección, aunque es cierto que hay que ganar". Asumió el cargo en agosto de 2014. Menos de un año después, tal vez haga buena aquella aclaración y acabe con una racha histórica de 22 años sin títulos para las selecciones nacionales argentinas absolutas.

Sampaoli, a diferencia de Martino, nunca tuvo un trato directo con Bielsa, pero su relación con 'El Loco' también comenzó en 1990. Grababa las ruedas de prensa de Bielsa en un casete y salía a correr por las calles de su Casilda natal, en Santa Fe, escuchando atentamente en su walkman los razonamientos del entonces DT de Newell's Old Boys. Sampaoli ha llegado a autodefinirse como "Bielsadependiente", por la forma en que consumía esa información para crecer profesionalmente. Las ganas de evolucionar le llevaron a continuar prestando atención a los discursos del extécnico de Atlas y América de México, Vélez Sársfield, Espanyol de Barcelona y Athletic Club de Bilbao. Tanto representa para él la obra de su admirado gurú, que también viajaba a Buenos Aires -como Martino con sus amigos-, pero solo, manejando su propio coche desde Casilda, para estacionar frente al predio de la AFA en Ezeiza con el propósito de observar a 300 metros de distancia, con sus prismáticos recién adquiridos para la ocasión, los ejercicios ("los movimientos tácticos eran fabulosos", recuerda) que el seleccionado argentino efectuaba bajo la tutela y planificación de Bielsa. Tal es la fe y la credibilidad que le inspiran a Sampaoli el actual DT de Olympique de Marsella y sus ayudantes, que cuando Claudio Vivas, segundo de Bielsa en la albiceleste, le recomendó a Sebastián Beccacece como asistente, lo integró a su equipo y hace años que trabajan juntos codo a codo. Sampaoli, zurdo interesante, de juego vistoso, no logró desarrollarse como jugador al estilo de Martino porque no consiguió recuperarse bien de una fractura expuesta de tibia y peroné que sufrió durante un entrenamiento cuando tenía 17 años. El episodio le endureció como persona pero no consiguió despedazar sus sueños de fútbol. Sólo los modificó para hacer de él un entrenador de élite, 'self made' forjado en los semilleros de Santa Fe y Rosario, el fútbol peruano, un pasaje breve por el fútbol de Ecuador, y el fútbol chileno.

Ambos, Jorge Sampaoli y Gerardo Martino, se enorgullecen en silencio cuando les señalan como continuadores de la obra de Marcelo Bielsa, a quien el tiempo le ha dotado de un importante valor añadido como docente, mentor y artesano del entrenamiento profesional. Newell's los crió, y el viento y el fútbol les ha amontonado en la misma vereda.

Este sábado, la vida, su maestro y el fruto del trabajo que han realizado, harán que tanto ellos como todos nosotros vivamos un episodio diferente, curioso, llamativo, en la historia del fútbol. Será la única vez en que el deporte corone a más de un campeón, pase lo que pase. Primero Marcelo Bielsa. Después, uno de los dos alumnos más destacados de su ya célebre escuela.

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