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Joseph Blatter, presidente de la FIFA, aseguró que hubo “intervenciones de carácter político” de parte de los entonces presidentes de Francia y Alemania para influir en las votaciones para definir las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022. El suizo, quien ha relevado que no hará viaje alguno para no arriesgarse a ser arrestado, acusa que el ex presidente francés Nicolas Sarkozy y su contraparte alemán Christian Wulff buscaron influir en las votaciones antes de que las sedes de los dos torneos fueran anunciadas en diciembre de 2010, en una entrevista con el diario alemán Welt am Sontag. Rusia fue elegida como sede para el Mundial 2018, mientras Catar fue designada para albergar el torneo de 2022, con el proceso de votación para ambos eventos envuelto en la controversia y puesto bajo sospecha desde entonces. Las autoridades suizas se encuentran investigando actualmente ese proceso. En la entrevista, Blatter aseguró: “Antes de que se definieran las sedes mundialistas para Rusia y Catar, hubo dos intervenciones políticas. Los señores Sarkozy y Wulff trataron de influir a sus representantes en la votación. Esa es la razón por la que tendremos una Copa del Mundo en Catar. Aquellos que lo decidieron así también deberían tomar esa responsabilidad”. Blatter aseguró también que la Federación de Futbol Alemana “también recibió una recomendación de votar por Catar por intereses económicos”. El suizo insistió en que no hizo nada malo. Agregó: “Solamente miren a todas las compañías alemanas, como Deutsche Bahn (trenes alemanes), Hochtief y otras más que ya tenían proyectos en Catar desde antes de que la Copa del Mundo se asignara a esa sede. Yo actué bajo los principios del liderazgo. Si la mayoría del Comité Ejecutivo quiere una Copa del Mundo en Catar, entonces tengo que aceptarlo”.
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