<
>

A un año del día más negro en la historia del futbol brasileño

Hace un año, la Selección de Brasil vivió la que tal vez sea la mayor humillación de su historia. El estadio Mineirao de Belo Horizonte fue el escenario donde una gran generación de Alemania goleó 7-1 a la Canarinha y los eliminó en las semifinales de su Copa Mundial.

El martes 8 de julio del 2014 puede estar inclusive por encima de la más trágica de sus actuaciones hace 64 años: El mítico 'Maracanazo' ante Uruguay en el Mundial de 1950 cuando cayeron en la final por marcador de 2-1.

Lo realizado por la Mannschaft dejó a más de 200 millones de personas sin reacción, el representativo teutón reabrió una herida y dejó a lo seguidores al futbol con la dignidad futbolística destrozada.

Una de las imágenes que quedó grabada en la memoria del mundo fue cuando Clovis Fernandes, un aficionado de edad avanzada lloraba ante la goleada que se vivía en el terreno de juego, mientras abrazaba una réplica del trofeo de la FIFA. Al final de la goleada el aficionado que ha visto a su selección en siete mundiales entregó la copa a una aficionada alemana.

Basta recordar el concierto que dieron Thomas Müller, Miroslav Klose, Toni Kross y Sami Khedira sobre la zaga conformada por Maicon, Dante, Marcelo y David Luiz. Con un 5-0 en el electrónico apenas al minuto 29, los 58 mil asistentes -en su gran mayoría brasileños- estaban mudos, mientras que la pequeña fracción europea celebraba cada tanto logrado.

La obra fue finiquitada en la segunda parte con André Schürrle, quien logró un doblete. El primero de ellos al 69' y el otro al 79'; mientras que Oscar anotaba el único tanto de la verdeamarelha, el de la 'honra'.

Durante la noche de aquel ocho de julio se produjeron múltiples episodios de violencia, camiones incendiados, peleas callejeras, heridos, saqueos y decenas de personas detenidas fue el saldo que dejó el resultado de futbol.

Mientras que al día siguiente los rotativos a nivel internacional criticaron la actuación del país local y alabaron el juego desplegado por los teutones.

"Lo más obvio ni siquiera era la ausencia de Neymar. El problema fue la desprotección del centro del campo, un desierto, a la vez el punto fuerte de Alemania. El once por el que apostó el técnico fue probablemente con el que menos ensayos había efectuado", publicó O’Globo.

Lance sentenció la actuación: "Brasil entra en la lista de la vergüenza de la Copa del Mundo", mientras que Estadão comentó: "En el país del fútbol, Alemania dio una lección".

Mientras que en Europa L'Èquipe cabeceó el hecho como: "Increíble. Los brasileños fueron desintegrados como nadie lo había sido antes en la historia del fútbol". Y en Italia La Gazzeta dello Sport comentó: "Histórico: Alemania bate por 1-7 a Brasil. Toda tristeza. Brasil, el drama mundial del fútbol".

El mundo se rindió ante el performance de los alemanes y Brasil vivió uno de los días más negros de su historia futbolística.