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Libertadores: se vienen las semifinales

BUENOS AIRES -- River deberá jugar con el equipo mas duro de América. Guaraní, no tengo reparos en decirlo, es un equipo superior al resto, e incluso a River. Pero no siempre ganan los mejores, muchas veces, depende de las duras circunstancias. Ya lo vimos en la Copa América, el fútbol paraguayo mete miedo.

Y Guaraní, mete mucho más miedo que su selección.

Gracias al conventillo volador, pudimos pasar un día inolvidable en Paraguay, cerca del barrio de donde es oriundo el equipo que nos quita el sueño. Aterrizamos sobre una plaza soleada, en la paz y el silencio profundo de la siesta.

Los niños paraguayos pateaban una pelota con un talento pocas veces visto. ¡Todavía quedan potreros!, exclamamos llenos de admiración y sorpresa.

-¿Y ustedes de dónde son?

- ¡Del País del fútbol, chicos!, le dijimos un poco en broma y un poco en serio.

- Si son argentinos... entonces hagamos un picadito, ustedes son River y nosotros Guaraní... Nos dijeron los niños llenos de picardía y con ganas de jugar un rato.

- Pero, chicos, ¿están seguros que Guaraní le hará partido a River?

- Estamos segurísimos. River no tiene la fuerza ni tiende delanteros tan peligrosos como Guaraní -nos dijeron los niños y agregaron- además, ahora perdieron al mejor que tenían, un tal Teo, un jugador fuera de serie, pero exageradamente egomaníaco. De otra manera no se entiende que jugando en River, instancias tan importantes se vaya por un sueldito... A River hay que atacarlo, nos dijeron.

Es violento, escuchar a niños que saben tanto de fútbol, da hasta impresión diría... Como sea, jugamos un picadito largo, extenso, no había de hacerles un gol a estos niños que no paraban de hablaron de las bondades de Guaraní.

Por un momento, pensamos que podian ser representantes disfrazados de niños. Pero no. ¡Eran niños! No importa. Por esas cosas de las puras casualidades, comprendimos que Guaraní, era el equipo más duro del mundo. Un equipo se hace fuerte gracias a la esperanza de sus hinchas. Si tantos niños apostaban tanto por su triunfo, es casi seguro que ganaría. Nos dio pánico y decidimos salir volando con nuestro conventillo.

Los niños desde abajo, nos levantaban las manitos en son de están perdidos. Todos somos de River y nos vino un miedo bárbaro y si los niños tenían razón, si era imposible superar a un equipo tan incómodo como el paraguayo? Por ahora, solo nos quedaba rezar y esperar a que River juegue el mejor partido de su vida, ante un rival de jerarquía, metedor, que no se cansa nunca y con delanteros temibles.

El fútbol es así, no siempre se puede con todo. Ni tener todas... River Guaraní, será un partido histórico, una semifinal de Copa como nunca se vio en la historia de este deporte.

¿Ganará River? ¿Pasará Guaraní? Y los hinchas de River ¿serán tan apasionados como los hinchas del poderoso equipo paraguayo?