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Chuck Bednarik, el último gladiador de 60 minutos en la NFL

La imagen de Chuck Bednarik en el momento de golpear a Frank Gifford es inolvidable. Getty Images

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- Si una imagen dice más que mil palabras, entonces existe una serie de fotografías capturadas el 20 de noviembre de 1960 en Yankee Stadium que describe de un modo épico la naturaleza violenta del fútbol americano profesional en su faceta más cruda.

Los Philadelphia Eagles se encontraban arriba por 17-10 con menos de dos minutos por jugar ante los New York Giants, en un duelo por la supremacía de la División Este de la NFL. El mariscal de campo George Shaw --intentando guiar a los locales al empate en los momentos finales-- escapó a la presión defensiva corriendo hacia su derecha antes de disparar un pase que encontraría al estelar Frank Gifford desmarcado en el centro del campo unas 20 yardas campo abajo. Gifford atrapó el ovoide, un pase ligeramente atrasado, antes de comenzar a correr hacia la banda derecha.

Jamás llegó a su destino.

Chuck Bednarik, el apoyador medio de los Eagles, propinó a Gifford el golpe más famoso en la historia de la NFL. El corredor de los Giants cayó al suelo de espaldas, la cabeza golpeando dramáticamente contra el césped, mientras el balón se le escapaba de las manos. Gifford yacía sin movimiento, mientras Bednarik levantaba el puño derecho y brincaba, celebrando que su compañero Charley Weber había recuperado el ovoide.

"¡El juego se acabó! ¡El juego se acabó!", gritaba Bednarik a Gifford, sin percatarse de que el oponente se encontraba totalmente inconsciente.

Gifford pasaría los siguientes días en el hospital luego de ser diagnosticado con lo que se calificó en su momento como "Una profunda conmoción cerebral". También pasaría los siguientes 18 meses fuera de la NFL.

Bednarik se convertiría --a los ojos de muchos, no incluyendo Gifford-- en uno de los más grandes villanos en la historia de la liga, pero al mismo tiempo cimentaría su leyenda de un modo tan sólido como su propio apodo: 'Concrete Charlie'.

“Chuck me golpeó exactamente del modo en que yo lo hubiera golpeado", recordó Gifford 50 años después de la colisión en entrevista con The New York Times. “Fue con el hombro, un golpe limpio”.

Bednarik no debía haber estado jugando. A la conclusión de la temporada de 1959, Bednarik ya había anunciado su retiro de la NFL, y el club incluso ya le había organizado su despedida de los emparrillados. Entonces, su esposa Emma le informó que estaba embarazada por quinta ocasión, de su hija Jackie, y Bednarik decidió que una boca más qué alimentar significaba que necesitaría el cheque de los Eagles.

Para entonces, Bednarik --quien pasaba las temporadas bajas como vendedor de concreto-- había pasado la mayor parte de su ofensiva jugando a ambos lados del balón. Por un lado, era un centro All-Pro, capaz de combatir en las trincheras en el mano a mano contra Sam Huff, Bill George, Les Richter y cualquiera de los grandes apoyadores de su era. Por el otro lado, era un apoyador del mismo nivel que sus oponentes.

Sin embargo, en 1960, los Eagles decidieron mantener a Bednarik solamente en el lado ofensivo del balón. Pero los planes no siempre se ajustan a la realidad, y cuando Weber --quien lo había reemplazado a la defensiva-- se lesionó en el quinto partido de la campaña, Philly sabía que debía recurrir al entonces veterano gladiador de 35 años de edad para recuperar su rol como jugador de 60 minutos.

"Cubrir las patadas de salida era lo único que yo no hacía", recordó Bednarik, quien promedió 58 minutos y medio por partido en la segunda mitad de esa campaña, incluso después del regreso de Weber.

Bednarik no había terminado. La semana siguiente, los Eagles volvieron a derrotar a los Giants, esta vez en Philadelphia, y terminaron la temporada regular con una marca de 10-2, suficiente para ganarse un boleto al Juego de Campeonato de la NFL donde enfrentarían --en el mismo Franklin Field donde Bednarik jugó a nivel colegial para Penn-- a los Green Bay Packers de Vince Lombardi.

Nuevamente, Bednarik salvaría a los Eagles, y nuevamente lo haría jugando a la defensiva en una posición en que se suponía no jugaría... en una temporada en la que se supone no jugaría.

Los Eagles se encontraban arriba 17-13, y ahora era Bart Starr quien intentaba armar una remontada ante el equipo de Bednarik. Los Packers alcanzaron la yarda 22 de Philly, y Starr encontró al fullback Jim Taylor con un pase corto. Luego de evadir a dos defensivos, lo único que se interponía entre Taylor y las diagonales --y con el touchdown, el primer título de Lombardi al frente de Green Bay-- era Bednarik.

"Se quitó a un par de nuestros defensivos", recordó Bednarik --quien era en aquel partido el jugador de mayor edad sobre el campo--, en entrevista a ESPN. "Pero tenía que vencerme a mí, y eso no iba a pasar".

Bednarik y Taylor se encontraron en la yarda 9, y Bednarik logró derribar a Taylor antes de que pudiera avanzar mucho más, manteniéndose sentado sobre el fullback hasta que se disiparon los últimos segundos del reloj de juego.

"Ya te puedes levantar, Jim", dijo sonriendo Bednarik a su oponente cuando el reloj marcó cero. "El partido se ha acabado".

Bednarik nunca ocultó su orgullo como el último de los gladiadores de partidos completos de la NFL.

"Yo no soy uno de los últimos jugadores de 60 minutos", sentenció Bednarik en 1993 a Sports Illustrated. "Soy el último".

Tampoco ocultó jamás su desdén por los llamados 'jugadores de 60 minutos modernos' de fechas más recientes.

"Deion [Sanders] no podría taclear a mi esposa, Emma", dijo Bednarik hace años a ESPN. "No es uno al que llamarías un hombre de acero. Los hombres de acero están allí al frente donde está la acción, donde el golpeo es constante".

A la fecha, el título de 1960 es el último que ha ganado la organización de Philadelphia en la NFL, y fue el único partido por el campeonato que no pudo ganar Lombardi para Green Bay.

Bednarik jugó todavía dos temporadas más, retirándose de manera definitiva al término de la temporada de 1962, en posesión de una lista enorme de logros y hazañas.

Como universitario, Bednarik se adjudicó el Maxwell Award en 1948, terminando además tercero en la votación del Heisman Trophy de ese año. Los campeones Eagles convirtieron al chico local en la primera selección global del draft de 1949, y el novato ayudó a que un cuadro de Philly que contaba con Steve Van Buren y Pete Pihos como estrellas principales, repitiera como monarca de la NFL.

Bednarik fue nominado al Pro Bowl en ocho ocasiones, y cinco veces fue designado All-Pro. Fue incluido en el equipo ideal de la década de los 1950s, en el equipo ideal del Aniversario N° 50 y en el equipo ideal del Aniversario N° 75 de la liga. Canton le abrió sus puertas a 'Concrete Charlie' en 1967, su primer año de elegibilidad, y los Eagles sacaron su jersey N° 60 de circulación.

Al final del día, Bednarik, quien falleciera apenas en marzo del presente año, será recordado por dos cosas: Por ser el último jugador de 60 minutos en la historia de la NFL; y por el golpe que dejó inerte a Gifford en Yankee Stadium, produciendo la secuencia de fotografías más famosas de una tacleada en la historia del deporte.