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MONTERREY -- Un par de días antes de recibir su primera final de Copa Libertadores, los Tigres de la UANL anunciaron que el Estadio Universitario de Monterrey agotó sus entradas para el choque ante River Plate. El equipo felino repetirá como local tras vencer al Internacional de Porto Alegre en la vuelta de las semifinales, mientras los argentinos cerrará el torneo en casa por reglamento de la Conmebol, el cual previene a un equipo mexicano --invitado-- el coronarse fuera de Sudamérica, en caso de ganar. Previamente, los presidentes de ambos clubes declararon que no tienen apartado ningún lugar para los rivales, pues los abonados serán los que tengan preferencia para el cotejo. Alejandro Rodríguez de la UANL informó a los medios argentinos el domingo que: "Nosotros llevamos una extraordinaria relación con River desde el primer juego. Siempre nos intercambiamos necesidades, pero cuando la hinchada quiere ir de visitante, nosotros no intervenimos y les decimos que deben buscar por sus propios medios. El estadio está pre vendido y no hay duda que va a estar todo lleno". Un acontecimiento de este estilo había sucedido anteriormente. En la semifinal de la Copa Libertadores del año 2004 River Plate y Boca Juniors dieron vida a una de las semifinales más recordadas de todos los tiempos. En aquella ocasión se decidió jugar sin afición visitante, la diferencia es que en dicha ocasión fue por motivos de seguridad. Los hechos molestaron y bastante a la afición argentina, que se hizo sentir en redes sociales, catalogando de indignante que un equipo invitado no le venda boletos a la afición visitante. Información de Alan Rafalowski fue utilizada en la redacción de esta nota.
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