Luis Vasavilbaso 9y

John Riggins atrajo la atención pese a jugar en una posición en el olvido

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- La carrera de John Riggins siempre estuvo marcada por su ética de juego y la habilidad que tenía en el emparrillado para ganar las yardas difíciles. Pese a jugar en la posición menos valorada en el emparrillado, la de fullback, fue capaz de meterse en los libros de historia.

Desde sus años colegiales en la Universidad de Kansas había dejado en claro su potencial al eclipsar la marca de Gale Sayers, situación que lo llevó a los New York Jets con la primera selección en el draft de 1971, equipo en el que nunca se sintió cómodo a pesar de que en cinco años acumuló 3,880 yardas y 25 anotaciones. El problema, Joe Namath.

En su último año con el conjunto de la Gran Manzana (1975) se convirtió en el primer jugador en la historia de la franquicia que superaba las mil yardas para obtener la invitación al Pro Bowl--única de su carrera--.

Dos de las máximas estrellas de los Jets no lograban congeniar y fue entonces cuando Riggins decidió poner punto final a su relación con el equipo para irse a Washington como agente libre, no sin antes expresar su sentir al respecto.

"Fue en ese momento cuando me di cuenta que, físicamente hablando, mis talentos estaban muy por encima de los de Joe (Namath). Así que entendí '¿Qué estoy haciendo aquí?' Esto no genera ningún sentido porque siempre se trata de Joe".

Riggins dejó a los Jets con muchas marcas pero con sensaciones que sus mejores años estaban por venir.

En 1976, ya con el Robert F. Kennedy Stadium como su casa, nuestro N°44 formó un interesante tándem con Mike Thomas bajo las órdenes de George Allen, para conseguir una marca de 10-4 y clasificar de nueva cuenta a la postemporada.

Tras perder gran parte de la temporada de 1977, Riggins volvió con bríos renovados y demostró al equipo que no se había equivocado en su contratación al sumar 2,167 yardas en las siguientes dos temporadas, así como 14 anotaciones, pero fue entonces que llegó uno de los pasajes más sombríos y también el más enigmático de su carrera cuando decidió no tomar parte en la campaña de 1980.

Se le acabó la paciencia a la gerencia general de los Redskins con Jack Pardee y fue entonces cuando decidieron dejar el destino del equipo en las manos de Joe Gibbs, quien no gesitó un solo segundo antes de embarcarse en un viaje a Kansas para encontrarse con el valioso jugador y convencerlo de regresar.

La personalidad de Riggins revolvió el estómago de Gibbs tras recibirlo con una cerveza mañanera y un claro mensaje: "Necesitas llevarme de vuelta. Yo te haré famoso". Riggins, a final de cuentas, no estaba equivocado.

Gibbs tomó camino de vuelta a Washington sin su fullback y con una idea clara: canjearlo a otro equipo.

Tal vez haya sido la necesidad de volver a tener dinero en su bolsillo lo que orilló a Riggins a regresar a los Redskins, pero fue su talento innato lo que lo catapultó como, probablemente, el jugador más valioso en la historia de la franquicia.

Para 1982, una temporada recortada, el conjunto de la capital norteamericana levantó el primero de sus tres Vince Lombardi detrás en gran medida con lo hecho por Riggins, incluida la escapada en el Super Bowl XVII que terminó por sellar el triunfo cuando en cuarta oportunidad se quitó la tacleada de Don McNeal para encaminarse a la zona de anotación y, que de acuerdo a una encuesta entre aficionados, es la más recordada en la historia de un equipo que vio su primera luz en 1932 bajo el mote de Boston Braves.

Riggins terminaría su andar por los Redskins con 7,472 y 79 touchdowns, mismas que se mantienen como marcas del equipo. Fue incluido en el Salón de la Fama en 1992.

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