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Barcelona agacha la cabeza ante la UEFA

BARCELONA -- El FC Barcelona, que por boca de su presidente afirmó que pediría una “revisión del caso”, bajó la cabeza y no presentó ningún recurso a la multa de 30.000 euros que le impuso la UEFA por la exhibición de banderas independentistas en la final de Berlín.

“Es una injusticia y habrá que responder” clamó en su día un futbolista de la talla de Piqué mientras que en una entrevista al Washington Post Bartomeu aseguró que el Barcelona “no está de acuerdo con la sanción y pedirá una revisión del caso”. El presidente llegó a proclamar en dicha entrevista su convencimiento de que “los derechos de nuestros socios son intocables”. Al cabo de los días, sin embargo, el club, sumiso, dio un paso atrás.

La sanción de la UEFA, impuesta el 23 de julio, se argumentó en la presencia masiva de banderas independentistas (esteladas se llaman) en la final de la Champions. El club disponía de cinco días para presentar alegaciones pero ni tan solo pidió al organismo continental los fundamentos de la multa, lógico paso previo antes de redactar ningún recurso.

Quiere esto decir que el Barcelona hará frente a la sanción de 30.000 euros a la vez que, de acuerdo a fuentes de la entidad, buscará un acercamiento dialogante con Platini, al que, de hecho, ya ha mostrado su apoyo en la carrera por presidir la FIFA.

Mientras desde el Camp Nou se busca la vía diplomática, en el entorno del club las reacciones fueron este viernes mucho más contundentes. Fuentes de la Generalitat consideraron “impropio” que el Barcelona no se defendiera y colaboradores tanto de Laporta como de Benedito, los candidatos derrotados en las elecciones, mostraron su enfado por la decisión de Bartomeu.

“Que no defiendan a los socios ante cualquier instancia es vergonzante” afirmó una persona muy cercana a Joan Laporta.

Representantes del Barcelona y de la UEFA se verán en Tbilisi con motivo de la disputa de la Supercopa de Europa y allí los dirigentes del club intentarán desmarcar al club de los estandartes que puedan llevar los hinchas, conscientes de que este suceso puede provocar que cada partido de Champions en el Camp Nou se convierta en una manifestación con la grada repleta de las enseñas independentistas.