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Con Tevez solo no alcanza

BUENOS AIRES -- Que Boca convierta tres goles en La Bombonera y pierda el partido no es algo común. Sin embargo, eso fue lo que pasó ante Unión el domingo: tres tantos, varias situaciones de gol y un 4-3 histórico para los Sabaleros que abre interrogantes de cara a futuro.

La serie invicta de cinco triunfos al hilo y el envión ganador de Carlos Tevez se cortó luego de un partido electrizante, que dejó mucho para analizar.

Lo más importante: Unión dejó en claro que con Tevez solo no alcanza. El Apache revolucionó el mundo Boca dentro y fuera de la cancha. Está intacto, en un gran nivel, rápido, con visión de juego y con gol.

Juega y hace jugar: Calleri parece potenciarse a su lado: ya marcó, con Carlitos en cancha, tres goles en los últimos cuatro partidos. Lo mismo ocurre con Palacios.

Pero si lo que él produce y genera de mitad de cancha hacia delante no es acompañado por un equipo que defienda bien, los Xeneizes estarán en problemas.

El choque contra Unión dejó llamativos errores de la defensa. La jugada que derivó en el primer gol, y en la expulsión de Orion, llegó de manera insólita: un saque largo del arquero que luego de picar, supera al Cata Díaz, a Tobio y llega hasta el punto de penal.

Orion sale a destiempo y apurado, convierte un brusco penal: con justicia se va expulsado. Es la tercera roja del arquero en el torneo, y la anterior se dio por una jugada similar. El 1 sale mal, es cierto, pero lo hace obligado porque la defensa no aparece.

Seguramente, el Cata y Tobio deberán tener más rodaje juntos para aceitar una dupla de centrales que desde lo individual y lo colectivo puede dar mucho más. El Cata, por su parte, jugó un partido para el olvido: también fue el responsable del segundo gol, luego de dos errores que no puede cometer un jugador de su experiencia.

El tercero y el cuarto fue otra muestra del desconcierto que vivió la defensa: rebotes en el área sin nadie para despejar, jugadores rivales sin marca y un desorden tan evidente como llamativo. Ni el propio Sara, que hasta el momento se había mostrado como un arquero sólido y con personalidad, escapó a la inseguridad de sus compañeros.

Boca, hay que reconocerlo, jugó con un hombre menos desde los 25 minutos del primer tiempo. Y su vocación por buscar la victoria lo obligó a dejar muchos espacios. Pero una cosa es atacar y otra cosa es “inmolarse” por el triunfo, sobre todo cuando el partido estuvo empatado en varios pasajes y el local contaba con el dominio del balón.

Siempre se destacó el potencial de Boca de mitad de cancha hacia delante: Tevez se sumó a un equipo donde ya estaban Calleri, Palacios, Chávez, Carrizo, el pibe Pavón y de donde se fueron, por caso, Osvaldo y el Burrito Martínez…

La fecha pasada, se habló y mucho del triunfo ante Belgrano, con dos hombres menos, y de la famosa “muestra de carácter”. Boca la tuvo ante los cordobeses, pero esa personalidad hay que tenerla con regularidad durante todo el campeonato: si se quiere ser campeón, no alcanza con un partido.

Tevez le dio a Boca un plus que ningún otro club tiene en el torneo. Pero él no puede con todo. Si el Apache quiere cumplir el sueño de ser campeón en su regreso, tendrá que estar acompañado por un equipo que lo respalde.

Y encontrar el equilibrio necesario es responsabilidad del entrenador. Está claro que con Carlitos solo, por más crack que sea, no alcanza.