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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

TALENTO EN CONSTRUCCIÓN
"Un chico debe hacer lo que tenga ganas, no entrar al tenis para generar dinero. En este deporte hay muchos padres ambiciosos que no están dispuestos a aceptar que el éxito probablemente nunca llegue. Deben ser honestos consigo mismos y, fundamentalmente, con sus hijos". ¿El autor de la frase? Uno que de hijos exitosos sabe un poco: Robert Federer.

En una interesante entrevista con la revista Schweizer Illustrierte, el padre del ex-N°1 del mundo exploró los primeros años del suizo en el deporte y el contrapunto que advierte con el nivel de preparación que se le exige hoy a los chicos. Un panorama con el que aún convive, desde su rol en la Fundación Roger Federer.

"Que los padres intervengan en todo es complicado para el desarrollo de los chicos. Hoy a los 12 años ya los fuerzan a jugar 14 horas por semana. No pueden hacerlo libremente, para divertirse. De lunes a viernes los entrenan como profesionales y luego compiten en torneos. Yo no sé cuál es la forma correcta de hacer las cosas, pero esta me parece una exageración", afirmó.

Y contrastó: "Roger a los 12 practicaba tenis pero seguía jugando al fútbol, venía conmigo a squash... Lógicamente, ya después uno debe elegir, porque es inverosímil especializarse en tres deportes. Pero hasta cierta edad, yo diría pasados los 14, creo que los chicos deberían hacer todos los deportes que puedan y que quieran".

Justamente a los 14 Federer se fue al centro de tenis de Ecublens, el primer paso de una evolución indetenible. Pero Robert seguía con los pies sobre la tierra: "Le dije que después de dos años analizaríamos la situación, si el tenis de alta competencia era el camino correcto. Si no, con 16 años recién, podía hacer muchísimas cosas".

Pasaron los dos años y Roger solo mejoraba: "A los 16 ya era el N°5 de Europa, aunque igual seguíamos viendo todo paso a paso y planteamos otros dos años de margen. Hasta que a los 17 ganó el Orange Bowl. Ahí dejamos de pensar alternativas...". ¿La razón del éxito de Roger? "El talento. Pero porque lo heredó de la madre".

LA JOVEN CHICA "CERO"
Situación particular en el WTA de Bakú. El cuadro principal contó con sólo una tenista local, que, sin ranking, pudo decir el presente gracias a un wildcard: Zuleykha Safarova. A pesar del apellido ilustre para estas épocas, la joven de 15 años no pudo siquiera llevarse un game. Inapelable 6-0 y 6-0 ante la ucraniana Oleksandra Korashvili, fuera del Top 400. Es más, apenas llegó al deuce en tres de los 12 juegos.

Pero las notas negativas no terminaron ahí para Safarova. La local también fue parte del torneo de dobles, junto a su compatriota Amina Dik, gracias a otra invitación por parte de los organizadores. ¿Resultado? Nuevo 6-0 y 6-0 en contra, esta vez frente a las rusas Ksenia Lykina y Polina Monova.

TENIS DESIERTO
Hace unos meses, en Río de Janeiro, una situación asombraba por lo inusual. La final de dobles se jugó sin espectadores. ¿La razón principal? Al mismo tiempo se estaba disputando la semifinal de singles entre Rafael Nadal y Fabio Fognini. Ahora, una historia similar en Bakú.

El torneo de Azerbaiyán no presentó un gran interés en el público local. Ni siquiera se pudo potenciar sabiendo que esta era la última edición del evento, que, tras cinco años, perderá su sede a manos del ascendente calendario en China. Ante esta situación, el triunfo de Donna Vekic ante Lin Zhu por octavos de final fue visto por apenas ¡un! espectador, según se puede apreciar en la foto tomada por Dario Novak, integrante del grupo de trabajo de la joven croata.

Esta vez no hubo partido paralelo. Este era el partido central. Y la escena, sin ser tan drástica, se repitió en varios encuentros. La última edición de Bakú, que no contó con ninguna Top 40 en el cuadro, con un clima desolador en el adiós.

UNA AUTÉNTICA GUERRERA
El paso del circuito WTA por Florianópolis le dejó una marca grabada a fuego a Teliana Pereira. Segundo título en tres meses, primera brasileña que se consagra en casa desde 1987 y salto al Top 50. "No tengo palabras. Fue el mejor día de mi vida", retrató la N°1 de América Latina.

Pero detrás de lo estadístico, el hecho de ganar en su tierra despierta una sensibilidad especial: "Es que mi familia tiene una gran historia. Somos de un pueblo pequeño, pasamos momentos muy duros en la vida y estoy realmente feliz de poder conseguir esto rodeado de mis seres queridos y amigos, que son los que siempre me ayudan en todo. Y ahora vinieron a alentarme en la final”.

“Por eso me inspira cuando me llaman guerrera. Es que soy así. No tengo el mejor drive, ni el mejor revés, pero lucho siempre hasta el final y nunca abandono. Lo que pasé de niña me hizo fuerte. En mi pueblo hay mucha pobreza y nos mudamos cuando mi papá fue a buscar un mejor trabajo", reveló Teliana, nacida en Santana do Ipanema y desde pequeña residente en Curitiba.

Y enfatizó: "A veces, cuando me siento cansada o triste, sólo pienso en lo que ya he logrado, y que algunas personas que vienen de donde yo salí no tuvieron la oportunidad de jugar al tenis o incluso de tener una buena vida. Me siento con mucha suerte de tener esta posibilidad y por eso disfruto mucho cada partido".

HISTORIAS DE UN REGRESO
Tres años después de su último partido como profesional, Andy Roddick volvió a las canchas. Fue en dobles, junto a Mardy Fish, en el ATP de Atlanta. Pero más atrás en la semana también había tenido su momento en singles. Como exhibición, pero bien en serio. Y con un rival especial del otro lado de la red: Frances Tiafoe, de 17 años y un futuro enorme en el circuito.

“Fue raro. Me sentí como quien se da cuenta que está muy viejo para ir a un baile de graduación. Debo ser masoquista”, sonrió Roddick tras vencer 6-3 y 6-4, en una noche donde hasta se animó a imitar a Rafael Nadal y sus tics en cancha.

También hubo clima distendido en el dobles. En su primer punto al servicio, el ex-N°1 del mundo escuchó dos palabras que hace rato no lo desconcertaban: “Foot fault”. Y reaccionó con humor: “No te extrañé ni un poco”, le lanzó al juez de línea.

Pero hasta como espectador Roddick fue protagonista. Es que en medio de su partido de singles -el segundo que disputaba en 18 meses a nivel ATP-, Fish pidió un nuevo par de medias. Y Andy no dudó: se sacó las que llevaba puestas y se las ofreció a su compañero. Con amigos así, no hace falta mucho más. O sí, en este caso: “Necesitaba medias secas. Las que él me pasó también estaban mojadas. ¿No vieron lo que transpira Andy? Se empapa de solo estar ahí sentado”.

Fish no pudo pasar del debut, pero poco importaba el resultado. Después de tres años de incertidumbre por una afección cardíaca, que disparó distintos problemas de ansiedad, el ex Top 10 puede decidir ahora cómo escribir su final. “Eso ya es un éxito para mí, después de cómo me habían quitado mi deporte y mi trabajo. Obviamente me encantaría llevarme un par de victorias, pero la verdad me demandó un largo tiempo recomponer mi vida y hoy mis objetivos pasan absolutamente por otro lado”.