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Luis Enrique no ofrece pistas

BARCELONA -- “Solamente habrá bajas en el caso que algún jugador quiera marcharse y a día de hoy no hay ninguna novedad”. Si se esperaba con interés la comparecencia de Luis Enrique ante los medios de comunicación, el entrenador del Barcelona utilizó la jornada previa del trofeo Gamper para no dar pistas. Ninguna.

La noche en que se especula Pedro podría despedirse (es mucho especular) llegará precedida de un discurso opaco del técnico asturiano, en el que apenas aclaró nada, se mostró moderadamente “satisfecho” de la pretemporada, anunció “algunos minutos” para Messi y Neymar y presentó como “una fiesta” la disputa del último amistoso antes de la Supercopa de Europa que el martes de la próxima semana enfrente al equipo azulgrana con el Sevilla.

“No me gustan las pretemporadas” avisó Luis Enrique, suavizando la frase con un “prefiero la competición” que no ocultó una realidad palpable en el vestuario: el disgusto existente por una preparación que se ha considerado deficiente y que se acentuó físicamente desde el regreso de la gira por Estados Unidos.

A veinte días para el comienzo de la Liga, la plantilla azulgrana tiene los ojos fijados en los tres partidos que le precederán y que decidirán los dos primeros títulos del curso. Primero ante el Sevilla en Tbilisi con la Supercopa de Europa en juego e inmediatamente después frente al Athletic de Bilbao, en el doble duelo que decida la Supercopa de España.

“El equipo llegará justo en general, pero Messi y Neymar se han presentado mucho mejor de lo que podíamos esperar” avanzó una fuente del vestuario, dando por hecha su presencia en la capital de Georgia en el choque ante un Sevilla que preocupa de manera mucho más certera de la que parece de puertas afuera.

“Las Supercopas las ganaremos si somos efectivos y defendemos bien” advirtió Luis Enrique, quien destacó que el resultado ante la Roma “es lo que menos nos preocupa ahora mismo”.

Siendo “una fiesta”, el entrenador azulgrana avisó que este miércoles “no vamos a ver al equipo de la Supercopa”, más ocupado en “repartir minutos” y preocupado en comprobar “el estado físico de los jugadores”.