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Trofeo Bernabéu: La última prueba del Real Madrid previo al inicio de la Liga

MADRID -- El Trofeo Santiago Bernabéu vuelve a disputarse después de un año de pausa. Será el Galatasaray tuco el que esta vez actúe como sinodal de la preparación para el Real Madrid de cara a la temporada, que para los blancos iniciará el próximo domingo.

Aún con la sombra de la duda tras una calamitosa campaña, el Real Madrid tiene, esta vez, la misión de convencer a su afición, que luego de un tenso verano espera el silbatazo inicial con cierto escepticismo.

Y es que mucho ha cambiado en la casa blanca en los casi tres meses que han transcurrido desde la última vez que el conjunto merengue salió al campo del Bernabéu, en una victoria por 7-3 sobre el Getafe que de poco sirvió para aliviar el sinsabor de terminar con las manos vacías. Se percibía, ya desde entonces, el fin de una época, empezando por la marcha de Carlo Ancelotti. Lo que nadie esperaba era que aquel fuera el último partido de Iker Casillas en la portería merengue. Un triste adiós para el capitán que, en su última actuación, abandonó el campo acompañado por una rechifla. Después vinieron las lágrimas al despedirse del que fuera su hogar durante 25 años.

Sin el de Móstoles en la puerta, que hoy atiende en Portugal, será Sergio Ramos el encargado de llevar el estandarte del Real Madrid y Keylor Navas, quien deberá hacer olvidar la glorias pasadas. Tarea que se antoja tan difícil para uno como para el otro. El central será quizás quien sea sometido a un mayor escrutinio luego de un tenso verano en que se especuló con su posible salida rumbo a Manchester y que no sentó nada bien a la afición merengue.

De ahí que en el simbólico acto tras la renovación de Ramos como merengue llevado a cabo este lunes, el presidente de la institución, Florentino Pérez, no dejó de recordar que fue el central quien hizo posible la conquista de la décima gracias a ese “cabezazo soñado” en el ya mítico “minuto 93”. Después de dos años y medio de calvario en que el antiguo capitán pagó los platos rotos por cada derrota, Real Madrid aprendió la lección, y en particular, Sergio Ramos, que se mira en el espejo de Iker – y el de Raúl – para empezar su gestión como “gran capitán”.

Preparado el camino para un nuevo comienzo y firmada la paz, queda la gran incógnita del recibimiento que la grada dará a su nueva leyenda en ciernes, antes de pasar a la prueba de fuego: la del funcionamiento del equipo bajo el mando de Benítez. El madrileño tiene ante sí la misión de hacer olvidar al hombre que dio la ‘décima’ al Madrid; el bienamado Carlo Ancelotti, cuyo despido cimbró Chamartín, desde el vestidor hasta la grada, con un equipo que se muestre capaz de repetir las viejas glorias y poner fin a una racha de sequía en Liga de tres temporadas sin conquistar el título. Sobre todo, ganarse el voto de confianza luego de una pretemporada de resultados irregulares y pocos goles.

Con Karim Benzema fuera por lesión, la responsabilidad de acabar con la sequía goleadora recaerá en Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, recuperado ya de una lumbalgia que le hizo perderse los últimos tres encuentros del conjunto merengue. Tampoco estará Pepe, que continúa recuperándose de una lesión muscular, por lo que será Varane quien forme pareja con Ramos en la central. En la puerta, será Keylor Navas el responsable de hacer olvidar a Iker Casillas, y de ser posible, el sueño (que se ve cada vez más lejano) de ver a David De Gea vestido de blanco.