John Clayton 9y

Más allá de sus mariscales, el talento global en Buffalo podría bastar

ROCHESTER -- Observar el entrenamiento de los Buffalo Bills con los Cleveland Browns confirmó mis ideas sobre el destino de los Bills.

La plantilla es realmente buena, con talento en todos los niveles y en ambos lados del balón. Lo único que los puede rezagar es el mariscal de campo. Este es el clásico equipo de 11 victorias con un pasador de ocho, si bien le va. De hecho, si podría argumentar que ésta es la mejor plantilla de los Bills desde que la franquicia entró a playoffs en 1999 y perdió en el Music City Miracle contra Tennessee.

La incertidumbre gira en torno a qué puede lograr el equipo en la posición de mariscal de campo. Matt Cassel lleva una ligera ventaja sobre Tyrod Taylor ahora mismo, con la experiencia de éxito siendo el factor primordial. Pero hasta ahí llega todo, ya que es probable que EJ Manuel ni siquiera se quede en el club.

Pero aparten esos problemas de mariscal por un momento. Si lo ven así, los Bills están reforzados. Su defensiva fue la cuarta mejor el año pasado, permitiendo apenas 18.06 puntos por juego así como 312.2 yardas en promedio. El coach Rex Ryan puede mejorarlos todavía. Los Bills sumaron al receptor Percy Harvin, al ala cerrada Charles Clay y al corredor LeSean McCoy. Los abiertos Sammy Watkins y Robert Woods ya están puestos, y no se puede olvidar al velocista Marquise Goodwin.

Y es válido destacar el "talento, sin contar al mariscal", dado el coach. Es una situación similar a lo que Ryan vio en el 2009 cuando asumió el mando de los Jets. Ese equipo pasó de un equipo comodín de 9-7 a jugar una Final de la Conferencia Americana. Al año siguiente, los Jets sumaron al esquinero Antonio Cromartie, al corredor LaDainian Tomlinson, al receptor Santonio Holmes y al cazamariscales Jason Taylor. Ese equipo de Jets ganó 11 partidos y regresó a la Final de Conferencia.

Ryan añoró esa racha particular de dos años con los Jets. Era un coach con enfoque en los jugadores, quienes disfrutaban la experiencia de ganar con él. En términos de talento, no obstante, Ryan confía en que algunos activos de los Bills superan las bases que él tuvo en los Jets.

"En cuánto a gente en posiciones de habilidad, somos mucho mejores", me dijo Ryan. "Teníamos una gran línea ofensiva, pero cuando me fui allá estaban Jerricho Cotchery y Chansi Stuckey como receptores abiertos. Tuvimos que canjear por Braylon Edwards durante la temporada. Este es un mejor grupo en posiciones de habilidad que el que teníamos allí".

Ryan está en lo cierto sobre la línea ofensiva. Esa línea tiene ventaja sobre los Bills porque D'Brickashaw Ferguson y Nick Mangold viajaron al Pro Bowl. Ala Faneca y Damien Woody era bloqueadores de primer nivel. Thomas Jones fue un corredor de 1,402 yardas para los Jets, pero los Bills ahora cuenta con McCoy, quien, cuando está saludable, es fácilmente uno de los mejores corredores de la liga.

Se puede argumentar que Mark Sanchez es un pasador más talentoso que las opciones actuales de los Bills, pero Sanchez era joven y completó apenas 53.8 por ciento de sus pases para 2,444 yardas como novato en el 2009 (con 20 intercepciones). Quien sea que inicie para Buffalo deberá ser mejor.

La mayor ventaja de los Bills está en la defensiva. Sin ánimos de ofender al equipo de los Jets en esa época, Ryan sí piensa que su unidad en Buffalo es más talentosa.

"Absolutamente", expresó. "Cuando observas esa línea frontal, tenemos a tres de Pro Bowl entre los cuatro (Mario Williams, Kyle Williams y Marcell Dareus). El otro muchacho es Jerry Hughes en un extremo. Tenemos a un gran esquinero en Stephon Gilmore. Luego el que reclutamos [Ronald Darby en la segunda ronda] es titular. Nuestros profundos son Aaron Williams y Corey Graham. Éste es un buen grupo.

"No contamos con Bart Scott, pero Nigel Bradham es un buen jugador. Scott era [alguien] rudo, pero tenemos una defensiva muy buena".

La defensiva de los Jets del 2009 permitió únicamente 14.8 puntos por juego. Sanchez logró lo suficiente de la ofensiva para promediar 21.8 puntos por compromiso. El diferencia de siete puntos normalmente se traduce en un récord de 11-5.

A sabiendas que la defensiva de Buffalo debe limitar a los oponentes a 18 puntos por juego o menos, lo único que necesita Ryan de su ofensiva es alrededor de 22 puntos por rival.

El ex coach de los Bills, Ted Marchiboda, siempre ha referido hacia los buenos mariscales suplentes como Cassel, y decía que esos son los jugadores que pueden surgir de la banca y ganar tres partidos. El problema es, afirma Marchiboda, si alguien así juega seis partidos, las probabilidades serán que pierda los otros tres. Los equipos en que Cassel se ha desempeñado promediaron 21.01 puntos por juego en sus 71 inicios profesionales.

Eso es suficiente para los Bills con esta defensiva, pero, ¿podrá Cassel (o Taylor) llegar allí de forma consistente? Fácilmente sería la diferencia entre un equipo de playoffs y un competidor más con muy buena plantilla.

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