NUEVA YORK -- Días históricos para Serena Williams. Sin embargo, por el momento, tensión no se encuentra en su cuerpo.
"Ahora no siento la presión. Tal vez más adelante la empiece a sentir", explicó la N°1 del mundo, quien irá por una marca doble en Nueva York, ambas posesión de Steffi Graf: ganar los cuatro Grand Slam en una misma temporada, algo que la alemana logró en 1988, y llegar a la línea de 22 coronas de Major.
"Nunca pensé que iba a estar en esta posición, tratando de alcanzar a Steffi o persiguiendo a Margaret", remarcó Serena, en relación a los 24 títulos de Court, la otra jugadora que logró el Grand Slam de año en la Era Abierta.
"Siempre siento que hay otro récord, que habrá otra persona o marca por pasar", agregó. "He visto mensajes de Steffi y es un gran apoyo. Me encanta ver que un campeón se pone feliz por la siguiente. Agassi también ha sido un apoyo increíble", siguió.
En contexto con sus números y su presente, la estadounidense, ante una consulta, dijo que "no puedo sentarme aquí y decir que he sido la más grande de todos los tiempos. Lo que puedo decir es que he sido la mejor que yo podía ser. Todo cambia generación a generación, así que no creo que sea bueno comparar. Siempre miro a gente como Zina Garrison o Althea Gibson y las barreras que tuvieron que romper. Ellas han ayudado a que baje la presión en mí y poder jugar con más libertad".
La norteamericana, cabe destacar, comenzará su recorrido en el US Open ante la rusa Vitalia Diatchenko; luego podría chocar ante Mirjana Lucic Baroni; en tercera, Sloane Stephens o Coco Vandeweghe; y, más adelante, en octavos podría verse con Agnieszka Radwanska y Madison Keys, ambas semifinalistas este año en Grand Slam.
"Wimbledon me dio una buena práctica para estar preparada para este momento", resaltó Serena, quien, de todas maneras, trató de sacarle dramatismo. "Si las cosas no salen bien este año, tengo el año que viene", apostilló.