NUEVA YORK -- Sólo queda una representante latinoamericana en el cuadro principal del US Open. Mariana Duque Mariño puso primera sin problemas, mientras que Teliana Pereira, líder de la región, sufrió una derrota previsible, como también ocurrió con Mónica Puig.
En un certamen especial, en el que Serena Williams, Nº1 del mundo, busca conseguir el Grand Slam completo en el año, algo inédito para ella y que no se da desde hace 27 años, América Latina pudo contar con tres representantes en el cuadro principal.
Uno de los primeros triunfos de esta edición del Abierto de los Estados Unidos lo logró Duque Mariño (96ª en el ranking WTA). Con 26 años, la colombiana se anotó su segunda victoria en este certamen, al vencer a la local Sofia Kenin (778ª), invitada, de 16 años, por 6-3 y 6-1.
Este fue el sexto éxito de Duque en un cuadro principal de Grand Slam y en Nueva York repitió lo hecho en su debut absoluto, en 2008. Y más tarde volvió a festejar, ya que evita cruzarse en la próxima instancia con la serbia Jelena Jankovic (21ª), ex-Nº1 del circuito, quien perdió en tres sets ante la francesa Oceane Dodin (128ª). En los papeles, es buena noticia para la colombiana.
Por su parte, a Pereira (54ª) le tocó un escollo muy duro por tratarse de la primera ronda. Un año mayor que la colombiana, la tenista que reside en Curitiba perdió con la rusa Ekaterina Makarova (13ª), semifinalista en enero en Australia, por 6-3 y 6-3.
Así, la brasileña participó por segunda vez (seguida) en el cemento de Flushing Meadows y volvió a marcharse sin pasar de ronda. Sin dudas, el sorteo fue letal para ella, ya que llegaba en el mejor momento de su carrera y su expectativa era otra.
En tanto, Puig (85ª) puso a prueba a la local Venus Williams (23ª cabeza de serie), exlíder de la WTA. La puertorriqueña levantó cuatro match points en el segundo set y finalmente cayó por 6-4, 6-7 (7) y 6-3. La mayor de las famosas hermanas, campeona en Nueva York en 2000 y 2001, logró 18 aces y arriesgó mucho, conectando 18 tiros ganadores, pero sumando 44 errores no forzados. En cambio, la boricua terminó con 29 y 28 en esos rubros, respectivamente. La perdedora dio batalla pero cedió ante la mayor experiencia y pulso de la anfitriona.