Jenson Button emergió de sí mismo para ganar el Mundial

MÉXICO -- El campeón del mundo de 2009 pasó de ser una promesa joven y distraída por tener tanto en tan poco tiempo, a ser un sobreviviente que estuvo en la oscuridad durante una década, hasta que su perseverancia pagó dividendos con un equipo que llegó de la nada. Su inesperado título, fue en parte por las circunstancias que dejó a otros sin poder reponerse del sensacional inicio de Button. Pero finalmente fue el talento de Jenson y su tenacidad, lo que lo llevó a lo más alto.

Cuando su hijo nació, el 19 de enero de 1980 en Frome, Somerset, al sudoeste de Inglaterra, John y Simone Button le dieron el nombre de Erling Jensen, que era el de un amigo danés que compitió en un rallycross y dueño de una marca de autos de carrera en los que John Button corrió con distinción. El nombre se cambió deliberadamente para diferenciarlo de los autos de carreras Jensen. Jenson Button se fascinó por el automovilismo desde la infancia. Un hiperactivo niño con cierto déficit de atención; solo se calmaba cuando estaba frente a la televisión viendo una carrera de autos. Una pequeña bicicleta lo entretuvo durante un rato, hasta que fue cambiada por un kart de 60cc que recibió en navidad cuando tenía ocho años y el cual condujo a la victoria en su primera competencia. El pequeño rubio de pecas, se fue a dormir con su pequeño trofeo en sus brazos y le informó a su indulgente padre que quería ser campeón del mundo de la Fórmula Uno.

Después, sus padres se separaron y Jenson se quedó con su padre, aunque siempre permaneció cerca de su madre y sus tres hermanas mayores. John Button entrenaba a Jenson y pagaba por su carrera en el kartismo con un negocio de preparación de motores de karting –entre sus clientes estaba Anthony Hamilton, padre de Lewis quien sería campeón mundial de F-1 en 2008. A los 11 años, Jenson ganó las 34 carreras de la categoría cadete británica, seguida de una nutrida sucesión de títulos que le dio un contrato con un equipo profesional italiano. Su pasatiempo de fines de semana se convirtió en su carrera (dejó la escuela en su adolescencia) a los 17 años, Jenson se convirtió en el piloto más joven en ganar la Formula Super A Europea.

Los cazadores de talento lo comparaban con Ayrton Senna pero no pudo obtener su licencia de conducir debido a que asustó al instructor cuando Jenson aceleró en medio del tráfico. Después, en 1998, ganó la Formula Ford Británica. En la víspera de la navidad, estaba en un pub con sus amigos cuando recibió una llamada: primero creía que era una broma, pero después entendió que sí era Frank Williams quien estaba al otro lado del teléfono y le proponía un test con su equipo. Cinco días después de su 20mo natalicio, momentos antes del lanzamiento de la edición 2000 del Williams-BMW F1, Frank le dijo a Jenson que tenía un trabajo; Jenson y John comenzaron a llorar.

Su debut en F-1 fue bueno (se convirtió en el piloto más joven en lograr un punto), pero Williams –que ya estaba comprometido con otro piloto- prestó a su joven promesa a Benetton-Renault por dos años. Durante este periodo, sus actuaciones en la pista fueron menos impresionantes, pero su estilo de vida se hizo mucho más caro: las novias modelos, un departamento en Mónaco, un Ferrari y un Yate de 72 pies, eran costosas distracciones que, como Jenson admitió después, casi le costaron su carrera. Cuando Renault lo dejó ir, Flavio Briatore dijo: “Jenson es solo un flojo playboy”.

En 2003 fue rescatado por BAR-Honda, e hizo equipo con Jacques Villeneuve quien se expresó agresivamente respecto a Button al decir que parecía más, “un chico guapo de una banda musical” que un piloto de carreras. Pero fue el campeón de 1997 quien quedó perplejo cuando en 2004 fue vencido por Button quien finalizó tercero en el mundial de 2004. Después, firmó con Williams. Sin embargo, por cuestiones contractuales lo obligaron a permanecer con BAR en 2005, y luego Honda decidió comprar el equipo BAR y eso llevó a Button a comprar su contrato con Williams y quedarse en Honda.

Su estigma de ser una promesa ganadora, acabó cuando en 2006 venció en Budapest el GP de Hungría. Coches no tan competitivos lo mantuvieron lejos de las victorias durante las próximas dos temporadas y Honda dejó el deporte en 2008. Después, vino una milagrosa resurrección apenas iniciada la temporada 2009 con el equipo Brawn GP que compró Ross Brawn.

Contra todo pronóstico, incluyendo el propio, el Brawn-Mercedes ganó seis de los primeros siete Grandes Premios. No volvió a ganar, y se concentró más en mantener la ventaja que había construido mientras el equipo estuvo en ventaja técnica. Sin embargo, Jenson fue consistente en los resultados, cosechando puntos y ganando el campeonato tanto de pilotos como de constructores en la penúltima cita del año.

Sorprendió a la temporada siguiente cuando firmó con McLaren para defender su título, cosa que no consiguió. Pero mantuvo una buena rivalidad con Hamilton al que logró vencer en 2011, cuando Jenson finalizó segundo en el campeonato. En 2012 la batalla fue más intensa contra distintos oponentes y quedó quinto, aunque ganó tres Grandes Premios. 2013 fue el inicio de una mala racha del equipo de Woking y poco pudo hacer el campeón del mundo y quedó noveno.

El 2014 fue peor para Button y el equipo, que este 2015 hacen mancuerna con Honda en un intento de revivir viejas glorias. A lado de Jenson, otro campeón, Fernando Alonso, quizá con más renombre. Pero en la historia el nombre del piloto británico quedó inscrito con letras doradas con todo merecimiento.