BUENOS AIRES -- Lo importante es que la chica cumplió su promesa.
Siguió trabajando, insistiendo, no se dio por vencida, y al final su swing mejoró. No es una maravilla, pero va por buen camino.
Tal vez no haya deporte más frustrante que el golf, y quizás no haya otra actividad a la que la gente llegue con tanto entusiasmo, y abandone al poco tiempo con tanta amargura.
En ese sentido, Nina Agdal es un ejemplo a seguir (recomendamos seguirla también en Instagram, previo chequeo cardíaco). La modelo danesa de 23 años sufrió los dolores del arranque como cualquier humano (aunque ella parece más cerca del Olimpo que de los mortales), pero no rompió los palos, ni rompió la promesa que había lanzado públicamente de dedicarle horas al golf hasta dominar la disciplina.
Los siguientes tres videos, publicados en su cuenta de Instagram, ofrecen evidencia de sus avances a lo largo del último año...