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Eurobasket, un torneo que ha sobrevivido a conflictos en Europa

LOS ÁNGELES -- El Eurobasket 2015 llega envuelto en un clima enrarecido. Europa no está para fiestas después de la pobre gestión en la migración de millones de refugiados que buscan asilo en el Viejo Continente. Proceden de Siria (la mayoría), Iraq, Afganistán y otros países envueltos en conflictos bélicos duraderos. Los hay que llegan a sus destinos después de largas travesías en barco, a pie, en tren o en camiones. Otros, en cambio, quedan a merced de una fortuna que en más de 2,500 ocasiones les han dado la espalda de manera irreversible.

Se trata de la mayor migración del siglo XXI junto con otras igual de trágicas como la de los ciudadanos de varios países africanos al sur de Europa. En este contexto se celebrará la fiesta europea del baloncesto que se vivirá en cinco ciudades clave: Riga (capital de Letonia), Berlín (capital de Alemania), Zagreb (capital de Croacia), Lille y Montpelier (ciudades de Francia).

En Europa saben bien que, a pesar de los conflictos, la vida sigue y el deporte también, cómo no. No es la primera vez que hay que hacer de tripas corazón para llevar a cabo una competición internacional a pesar de diversas coyunturas. Creado en 1935, el Eurobasket vivió su primer drama después de disputadas tres ediciones (1935,1937 y 1939). La Segunda Guerra Mundial azotó sin medida a un continente dividido que durante seis años (1939-45) vivió el conflicto bélico más sangriento de la historia. El Eurobasket no regresó hasta 1946 y muchos de los mejores jugadores de la época vieron sus vidas truncadas en la guerra.

Todos contra Rusia
Fueron muchos los cambios que trajo consigo la Segunda Gran Guerra, uno de ellos fue el mapa del Viejo Continente. La Unión Soviética salió fortalecida en su influencia mundial con un gran peso político y lo mismo sucedió en el deporte. Rusia, Letonia (oro en 1935 y plata en 1939), Lituania (oro en 1937 y 1939), Ucrania y Estonia completaron planteles de auténtico lujo para los soviéticos que incluso, ya disuelta la unión, aún lideran el medallero con 21 preseas: 14 de oro, tres de plata y cuatro de bronce. A partir de 1991, todas esas naciones y otras más lograron su independencia aunque siempre quedaron rencillas con Rusia. Esas tensiones han dotado de una carga especial los enfrentamientos deportivos entre ellos.

Lo mismo sucedió con la Antigua Yugoslavia, que ocupa el segundo puesto del medallero en la historia del Eurobasket con 13 preseas: cinco de oro, cinco de plata y tres de bronce. Su poderío internacional llegó gracias a la presencia de jugadores llegados de Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Macedonia, Croacia, Montenegro, Kosovo y Serbia. Desde su disolución en 1995 tras la Guerra de los Balcanes, todos esos estados conformaron naciones independientes. Poco antes, Yugoslavia fue sancionada con tres años sin participar en competiciones internacionales (1992, 1993 y 1994). Desde su disolución participó con jugadores de Serbia y Montenegro. A partir de 2006, Montenegro se independizó y Serbia se erigió como la nación única.

Rivalidad entre Divac y Petrovic
Han sido muchas las rivalidades creadas de estas escisiones. Las obvias entre Serbia y Kosovo un enfrentamiento que todavía no se ha producido debido a que el Comité Olímpico de Kosovo no fue incluido hasta diciembre de 2014. Los serbios trataron de quebrar el proceso, primero por su negativa a reconocer su independencia (aunque la Federación de Baloncesto de Serbia sí la reconoció como integrante de FIBA), segundo por motivos de seguridad y es que los serbios indicaron que “se ha de evitar cualquier enfrentamiento entre ambas naciones en cualquier categoría o competición”.

Además del Serbia contra Bosnia Herzegovina (el último enfrentamiento en un Eurobasket se produjo en 2013, con victoria de los serbios), sin duda, una de las rivalidades más candentes es la de Serbia y Croacia. También hubo una guerra de por medio (Guerra de la Independencia de Croacia entre 1991 y 1995) y el tiempo no ha olvidado del todo. Atrás quedan momentos de tensión como los vividos en otras disciplinas, aunque en básquetbol destacó su duelo en los campeonatos que sucedieron a la separación de Yugoslavia. En todos ellos, Serbia salió vencedor.

En el recuerdo siempre quedará la historia de Vlade Divac (Serbia) y Drazen Petrovic (Croatia), retratada en el documental ‘Once Brothers’ de la serie de ESPN, ‘30 For 30’. Ambos fueron compañeros y amigos antes del conflicto, pero éste acabó con una amistad que nunca pudo ser restablecida por el fallecimiento del croata en un accidente de tráfico.

Todas estas selecciones podrían verse las caras potencialmente en este Eurobasket, uno más que contará con momentos deportivos al rojo vivo. Mientras tanto, el baloncesto deberá servir para intentar esconder muchas de las vergüenzas de Europa. Otra más para la lista.  

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