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Una mano firme en la NBA

Adam Silver, comisionado de la NBA, parece estar encaminado a ser considerado el mejor comisionado del deporte en el mundo, si no lo es ya hoy en día.

La mejor liga de básquetbol del planeta no es perfecta y cuenta con sus controversias (límite de edad, clubes que pierden a propósito para mejorar su posición en el Draft), pero cuando se trata de estar al timón del barco no hay mano más firme ni confiable que la de Silver, quien asumió su rol en febrero del 2014.

Se podría decir que la luna de miel ya pasó para el mandamás de la NBA tras su primera temporada entera a cargo, y mientras él se lleva los elogios populares el resto de los encargados de los deportes más exitosos del planeta son tan malos que su lugar en el trono es prácticamente indiscutible.

Silver vs. Goodell (NBA vs. Fútbol Americano)

Este jueves nos brindó un gran ejemplo de ello, ya que el juez Richard Berman le dio un golpe legal durísimo al comisionado de la NFL Roger Goodell al revertir su suspensión por cuatro partidos propinada a Tom Brady, 'Golden Boy' de la liga, por supuestamente desinflar pelotas intencionalmente en la final de conferencia del año pasado.

Esta fue una de ya varias instancias en las que Goodell terminó con un pastel metafórico lanzado en su cara, luciendo como un payaso corrompido por el poder absoluto que no sabe controlar.

Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks y rebelde patentado de la NBA, había dicho en marzo de este año que la NFL "estaba a 10 años de una implosión" debido a su arrogancia.

Varios se rieron de Cuban en aquel momento, pero la liga de fútbol americano que fascina y convierte a todo lo que toca en oro hoy en día cuenta con un comisionado cuya mano "firme" ya ha perdido la pulseada por suspensiones rectificadas a Brady, Ray Rice y Adrian Peterson entre otros durante los últimos 12 meses.

La NFL se contrasta con la NBA en que en el fútbol americano mandan los dueños y no los jugadores, eso hace que lo que está sucediendo sea todavía más sorprendente.

Silver probablemente nunca mancharía al nombre de LeBron James por una falta que en principio contractualmente constituía una mera multa en el acuerdo colectivo, ya que es puro sentido común y eso escasea mucho en el fútbol americano.

Cuando se trata de disciplina, Silver no solo recibió una ovación generalizada por su destierro de por vida a Donald Sterling, infame ex dueño de los Los Angeles Clippers, por las declaraciones racistas de este, sino que tampoco es cuestionado abiertamente por los jugadores por sus políticas injustas dignas de un dictador borracho de poder.

En noviembre del año pasado, Silver suspendió al escolta de los Charlotte Hornets Jeffery Taylor por 24 partidos debido a su rol en violencia doméstica y, más allá de que Taylor no era un jugador conocido, su reacción proactiva ante un tema sensible en la sociedad estadounidense le volvió a valer reconocimiento.

Comparemos eso con la novela de Goodell y Ray Rice, quien dejó a su esposa embarazada Janay inconsciente tras pegarle en un ascensor: Primero Goodell suspendió al corredor estrella de los Baltimore Ravens por dos juegos (Todo pasa, ¿no?), luego el video se hizo público y la NFL no solo crea una nueva política de disciplina que dictamina que la pena por una primer ofensa de violencia doméstica es de seis juegos, sino que el mismo comisionado se contradice y suspende a Rice por toda la campaña a pesar de que la única "nueva" evidencia era un video que simplemente confirmaba lo que todos sabían.

Meses después de convertirse en paria nacional y ser dejado libre por su equipo, Rice ganó su apelación por la forma insólita y caprichosa en la que Goodell actuó como árbitro. Tenía el touchdown servido, se resbaló con la proverbial cáscara de banana y permitió que un hombre que golpea a su mujer embarazada llegue a parecer una víctima.

La NBA estará segunda detrás de la NFL en términos de popularidad, pero cuando se trata de dignidad le gana por goleada.

Silver vs. Joseph Blatter (NBA vs. Fútbol)

Blatter es presidente, no comisionado, de la FIFA (máxima entidad del fútbol mundial) pero su rol es idéntico al de Silver cuando se trata de ser el principal encargado de mantener la integridad de su deporte.

Hablando de integridad, ¿acaso Silver se vio obligado a renunciar a su cargo recientemente por un escándalo de corrupción que involucró a más de una docena de allegados tras verse traicionado por un exdirigente de su propia organización?

El poder absoluto corrompe absolutamente, pero todo parece indicar que hasta ahora las manos de Silver están limpias.

Silver vs. Rob Manfred (NBA vs. Béisbol de las Grandes Ligas)

El béisbol de las Grandes Ligas cuenta con excelentes jugadores jóvenes de varias nacionalidades pero no sabe promocionarse bien al sufrir por ser un deporte regional. En otras palabras, de China a Argentina se quedan despiertos para ver a los Cleveland Cavaliers vs. el Oklahoma City Thunder, pero no por Dodgers vs. Cardinals.

Todos conocen a Kevin Durant, pocos fuera de EE.UU. y el Caribe saben quien es Mike Trout.

Eso se debe a que Silver ha hecho un gran trabajo ampliando el legado global de su antecesor, David Stern.

Además, mientras que en el deporte de la pelota y el bate el mero concepto de las apuestas los pone pálidos (ejemplo, Pete Rose), Silver es uno de los que propone un proceso transparente en el que las apuestas en el deporte no son temidas e ilegales en todos lados menos Las Vegas, sino que se pueden convertir en un proceso legal, regulado y lucrativo.

Esto no es casualidad ya que mientras que la NBA siempre ha sido una liga progresiva y ve a una industria de miles de millones de dólares lista para ser explotada, en el béisbol aún rondan los fantasmas de los Medias Negras de 1919.

"No soy pro-apuestas, soy un realista", dijo Silver en una columna que él mismo escribió para el New York Times. "Las leyes constitucionales sobre las apuestas en el deporte deberían cambiar. El Congreso debería adoptar un sistema federal que les permita a los estados autorizar apuestas en deportes profesionales, sujetas a requerimientos regulatorios estrictos y sistemas preventivos tecnológicos".

La verdadera muestra de poder no es aplastar a aquellos que están debajo tuyo ni temerle a lo nuevo o desconocido, sino que trabajar junto a los líderes de tu industria para intentar potenciarla día a día.

Silver no es perfecto, tiene sus falencias y todavía le quedan muchas paginas por escribir en su historia como comisionado, pero lo más importante es que él se da cuenta de que uno puede estar del lado correcto de la historia y facilitar el progreso sin menospreciar ciertas tradiciones valiosas o interponerse en su camino para luego caer al abismo.

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