<
>

Costa, su última oportunidad con la selección de España

EFE

MADRID -- Un gol en siete partidos resulta un pobre bagaje para aquel que hace año y medio salvaría a España. Vicente del Bosque lo sabe tan bien como Diego Costa, que desde el primer día en la concentración de la selección española en Madrid, admitió que estaba “en deuda” con la Roja, y en particular con el técnico que “le dio la confianza”.

El atacante del Chelsea vuelve después de un año a la selección para asumir el papel que le había sido asignado desde que España peleó contra viento y marea para poder ganarle la partida a Brasil y vestirlo de rojo. Y probablemente sea su última oportunidad.

Si no logra convencer al técnico salmantino en esta ocasión, Diego se convertirá en uno más de la decena de atacantes que ha pasado por las filas del equipo de Vicente del Bosque sin dejar huella.

La catástrofe mundialista, que desató los peores presagios en la península, no ayudó a la confianza de Diego Costa, que cargaba con la difícil misión de hacer olvidar a David Villa, máximo anotador de La Roja con 59 tantos en 98 partidos.

Pero su falta de acoplamiento al juego de toque de España y sus constantes dolencias físicas provocaron que el jugador, poco a poco, se fuera apagando y tardara siete partidos en ver puerta. De eso hace ya un año, cuando en un equipo plagado de suplentes, Diego Costa contribuyó a la goleada por 0-4 sobre una débil Luxemburgo.

Desde entonces, el hispano brasileño no volvió a vestir la camiseta de la selección por razones que nunca estuvieron exentas de polémica: si no era un tirón en el muslo, había roces con su técnico en el Chelsea, José Mourinho, quien se negaba a arriesgar de más a un jugador ‘frágil’… entonces Vicente del Bosque tomó la decisión de dejarlo fuera por decisión técnica.

Y es que llegados a ese punto, Del Bosque ya había probado a más de un ‘candidato’ a tomar la batuta como ‘9’ de la selección, desde el valencianista Paco Alcácer, que ya suma cuatro tantos en seis partidos, hasta el atacante de la Juventus de Turín, Álvaro Morata, quien se estrenó como goleador de la selección en su segundo partido al sellar la victoria por 1-0 sobre Ucrania.

La suerte de Diego Costa parecía echada. Hasta el 5 de agosto pasado, cuando Álvaro Morata se lesionó. Con el español entre algodones y con poco tiempo de haberse reintegrado al trabajo, hubo que pensar en que quizás Costa no estaba del todo perdido para Del Bosque, pues de confianza en Fernando Llorente, Fernando Torres, Roberto Soldado o Álvaro Negredo, ni hablar.

“Si trajimos a Costa es porque creemos en él, más allá de los antecendentes”, señaló el técnico salmantino en la víspera del encuentro en el que España se medirá a Eslovaquia este sábado en busca de los tres puntos que lo devuelvan a la pelea por la cima del Grupo C de la clasificación a la Eurocopa.

“Jugó bien los dos últimos partidos con nosotros y lo está haciendo bien en su club. Estoy convencido de que terminará jugando bien con la selección”, detalló del Bosque.

Costa, quien apenas suma un tanto anotado en cuatro partidos disputados en la Premiere League, sabe que las palabras de aliento del técnico nacional no solo conllevan una responsabilidad; son, además, un recordatorio de que las oportunidades no serán eternas.

Mejor integrado al equipo y “más cómodo con el grupo”, según la evaluación de Santi Cazorla, Diego Costa empieza a lucir más ligero en el campo de entrenamientos.

Ha recuperado la sonrisa y la forma física. Lo único que le falta es demostrar que aún tiene olfato goleador. Sobre todo hoy, que España se juega medio boleto a la Eurocopa de Francia 2016.

“Dice que por fin se encuentra bien; es verdad que vino con molestias y ahora veremos al verdadero Diego”, confió Santi Cazorla.