SANTIAGO -- Definitivamente una de las grandes ausencias que tendrá la Selección chilena este sábado en su duelo amistoso frente a Paraguay es Claudio Bravo. Y es que el portero y capitán de la Roja optó por solicitar su liberación del combinado nacional para quedarse en Barcelona y no perder terreno en la lucha por quedarse con la titularidad en el arco catalán frente a André-Marc Ter Stegen.
Sin embargo, el cancerbero nacional reconoció que su decisión de restarse en esta oportunidad del compromiso con el "Equipo de Todos" también se debe a razones de índole familiar. Esto porque en entrevista con Mundo Deportivo, el chileno reconoció que además se quedó para acompañar el embarazo de su mujer, Carla Pardo.
"Sí es entendible porque uno se juega mucho. No me moví también porque voy a ser padre por cuarta vez. Mi mujer está con 7 semanas y han sido terribles porque no se ha sentido bien. Y estando así no la voy a dejar sola en casa con tres niños. Lo ideal era que me quedara a hacerle compañía y ayudarle. La decisión pasa por eso también. No irme de mi casa", expresó.
Respecto a su lucha con el alemán Ter Stegen, el chileno advierte que está mentalizado en ganarlo todo. "Nunca tengo dudas sobre mí, siempre espero estar presente, trabajo para jugar siempre y estar disponible el mayor número de veces posible para el DT. Él toma la decisión y eso se respeta porque siempre velamos por el equipo y ni por las individualidades".
En este mismo contexto, y consultado por el regreso anticipado de sus vacaciones del germano, el oriundo de Viluco sostuvo que "no me molesta, cada uno es libre de hacer lo que estime conveniente. Yo me enfoco en hacer bien mi trabajo, en prepararme lo mejor posible, en estar óptimo para competir. Uno tiene que tener la cosas claras".
Por último, reconoció que tras conquistar la Copa América, al imponerse en tanda de penales ante Argentina, fue a consolar a Lionel Messi y Javier Macherano, compañeros en el equipo blaugrana.
"Al acabar el partido lo primero que hice es ir a dar ánimos a Mascherano y a Leo. Después me toca ir a hacer lo nuestro y estar con mis compañeros. Para nosotros fue una alegría enorme. Llevábamos más de cien años sin ganar absolutamente nada en lo futbolístico", ceeró.