No se equivocaron los Reales de Kansas City cuando en el invierno dejaron partir a la agencia libre a Billy Butler, uno de los peloteros más queridos de la franquicia, para sustituirlo con el cubano Kendrys Morales.
Butler terminó firmando un contrato de tres años con los Atléticos de Oakland y ya nadie se acuerda de él en el Kauffman Stadium, donde Morales se ha metido a la afición en el bolsillo a fuerza de batazos.
El cubano, un fuerte candidato al Regreso del Año en la Liga Americana, ha sido una verdadera máquina de impulsar carreras a lo largo de toda la temporada, con conexiones oportunísimas que han aportado más de una victoria a los Reales.
Morales es posiblemente el mejor bateador ambidextro que haya en la actualidad en todas las Grandes Ligas y su presencia en el plato, ya a la zurda, ya a la derecha, es motivo de preocupación para los lanzadores rivales.
En la semana entre el domingo 30 de agosto y el sábado 5 de septiembre, el cubano tuvo los mejores números entre todos los jugadores latinos del joven circuito.
En 24 veces al bate conectó diez imparables, para average de .417, con seis carreras anotadas y nueve remolcadas, para llegar a 99 en lo que va de campaña.
Como extrabases, Morales ligó tres dobletes y despachó dos pelotas sobre las cercas, para promedio de slugging de .792.
Su compañero de equipo, el brasileño Paulo Orlando, también disfrutó de una gran semana, al aprovechar la oportunidad que le dio el manager Ned Yost ante la enfermedad de Alex Ríos.
Orlando disparó siete cohetes en 16 ocasiones, para average de .438, con tres anotadas y par de empujadas.
De sus hits, dos fueron dobletes, un triple y un jonrón, para promedio de slugging de .875.
Gran semana tuvo también el cubano Alexei Ramírez, campocorto de los Medias Blancas de Chicago.
Ramírez no ha tenido precisamente su mejor campaña, pero esta semana mostró destellos de su calidad real, al irse de 20-11 (.550), con ocho anotadas y seis impulsadas.
Como único extrabases bateó un cuadrangular y su promedio de slugging fue de .700.
El dominicano Miguel Sanó, de los Mellizos de Minnesota, se le pegó al boricua Carlos Correa, de los Astros de Houston, en la carrera por el Novato del Año.
En los últimos siete días, Sanó bateó seis hits en 19 oportunidades, para average de .316, con cinco anotadas y cuatro empujadas.
El quisqueyano botó tres pelotas de jonrón y su slugging fue de .789.
Ahora acumula average de .287, con 15 bambinazos y 42 remolques en 54 partidos, en los que ha consumido 188 turnos.
Correa lo hace para .279, con 16 vuelacercas y 46 impulsadas en 73 encuentros, en los que suma 283 veces al bate.
Y el derecho dominicano Ervin Santana finalmente ha comenzado a darle dividendos a los Mellizos.
Firmado en el invierno por Minnesota por cuatro temporadas, Santana arrancó la campaña con una suspensión de 80 partidos por uso de sustancias prohibidas.
Una vez cumplido el castigo, Santana había sido inconsistente en sus aperturas, hasta esta semana, en la que se ensañó con los Astros, con todo y el liderazgo que ostentan en la división del Oeste desde el mismo arranque de la contienda.
En dos aperturas ante Houston en los últimos siete días, el dominicano trabajó en total 15 episodios, en los que admitió apenas 12 hits y una limpia, con 21 abanicados y efectividad de 0.60.
Frío, frío
Hasta el momento, el venezolano Pablo Sandoval no ha podido justificar en su totalidad los millones que le pagan los Medias Rojas de Boston.
Esta semana fue un ejemplo de ello, al ligar apenas un hit en 16 turnos, para un anémico promedio de .063, con tres ponches.
Similar anduvo el puertorriqueño Geovany Soto, de los Medias Blancas, con un imparable en 14 oportunidades (.071) y seis abanicados.
Para esta selección se tomaron las estadísticas entre el domingo 30 de agosto y el sábado 5 de septiembre.