Martín Bater 9y

Radiografía de Matías Almeyda: Experto en resolver crisis

Matías Almeyda es el nuevo entrenador de Chivas, el vigesimoquinto en los 13 años de Jorge Vergara como dueño de un orgulloso Rebaño Sagrado que alguna vez supo aspirar a ganar títulos continentales pero ahora sufre para salir del pozo creado por su propia inestabilidad y los ve compartiendo el sótano del Torneo Apertura, espantado por el fantasma del descenso.

La buena noticia para este conjunto rojiblanco es que Almeyda  toma al timón del equipo en la actualidad como un experto en situaciones de crisis, ya que el ¨Pelado¨ cuenta con pergaminos exitosos como entrenador en el fútbol argentino con River Plate y Banfield.

BOMBERO A LA ORDEN

Almeyda era ídolo de River y vivió al fatídico descenso millonario en junio del 2011 en carne propia como jugador, así que los integrantes de Chivas pueden estar seguros de que si hay alguien que comprende al miedo paralizante que genera mirar al abismo de la tabla de promedios, ese es él.

Sin embargo, este técnico de 41 años no es alguien que se deje vencer por la adversidad ni dentro ni fuera de la cancha. Antes de ser líder de un equipo, Almeyda tuvo que pelear contra sus propios problemas provocados por la depresión y el alcohol tras su primer retiro como futbolista a mediados de la década pasada.

¨Una gota rebasó el vaso: en el psicólogo, mi hija me dibujó como un león viejo, sin pelos, ni dientes. Y realmente me dolió que ella me viera de esa manera. Uno a veces es un poco egoísta y piensa sólo en uno, pero a partir de ahí tuve un cambio grande…Llegó un momento en el que no podía más, no tenía fuerzas para levantarme de la cama. Y en esa mejora, mi señora fue clave, para que cambiara mi forma de ser¨, Almeyda le contó a la prensa argentina hace un par de años.

Aquella fortaleza adquirida le permitió tomar al timón de River sin dudar tras aquel descenso cuando nadie quería estar a cargo del Titanic del fútbol mundial, retirándose definitivamente como jugador para comenzar a desandar su camino como entrenador en el Nacional B, la Segunda División del fútbol argentino, durante la temporada 2011-12.

En aquel entonces, River había perdido su brújula y su forma de jugar, pero Almeyda le devolvió su identidad poco a poco durante 38 arduos partidos para finalmente consagrarse como campeón y volver a Primera con 73 puntos sobre 114 posibles (64 por ciento de efectividad), 66 goles a favor y 28 en contra.

Sin darse cuenta, o quizás si, Almeyda no solo había vuelto a poner a flote a uno de los equipos más populares de nuestro continente, sino que le devolvió la mentalidad ganadora y sembró las semillas del campeón de América que conocemos hoy en día.

Sin embargo, la luna de miel duró poco y su salida de River se daría de manera controversial apenas cinco meses más tarde, ya que el rendimiento del equipo en su primer torneo de regreso en la máxima categoría había sido de cinco triunfos, ocho empates y cuatro derrotas, pero Almeyda se sintió ¨traicionado¨ en aquel momento tras su despido.

El equipo de Nuñez terminaría octavo del Torneo Inicial 2012 sin Almeyda en el banco y saldría campeón bajo la dirección técnica de Ramón Díaz, su sucesor en el cargo, un año y medio después.

Almeyda, por su parte, volvió a dirigir esa misma temporada al mando de Banfield.

Banfield es un club con mucha tradición en Argentina, cuna de cracks como Javier Zanetti y Julio Cruz y campeón del Torneo Apertura 2009. Sin embargo, al igual que River en su momento, el ¨Taladro¨ había caído a la ¨B¨ y Almeyda fue el encargado de devolverlo a Primera como campeón de la temporada 2013-14.

La campaña verdiblanca fue superior a la del mismo River en su momento con 78 puntos, sacándole 11 puntos de diferencia al tercero en un torneo que contaba con otros grandes como Huracán e Independiente.

Almeyda duró un año más al frente del equipo y se marchó a principios de agosto de este año en pleno torneo de 30 equipos, el cual ve a Banfield actualmente peleando por ingresar a la Liguilla Pre-Libertadores en séptimo lugar con 40 puntos, a uno del último equipo.

Almeyda se fue del club tras golear a Arsenal por 4-1 en la fecha 19 sumido en rumores de que no se llevaba bien con los referentes del Taladro, en particular con el ex mediocampista del Monterrey y Atlante, Walter Erviti.

Sin embargo, el mismo Erviti se distanció de ello elogiando la manera en que Almeyda le devolvió la felicidad y el éxito a Banfield, que ha sacado 11 de 15 puntos posibles en su ausencia y acaba de ganarle a Lanús en el Clásico del Sur.

¨(Almeyda) le ha dado a Banfield un estilo de juego propio y con eso me identifico, más allá que muchos digan que se fue por mi culpa", Erviti le declaró al Diario Olé de Argentina a fines de agosto.

Más allá de los resultados, los hinchas de las Chivas pueden contar con la convicción de que gane, empate o pierda, su equipo contará con una identidad progresiva de juego durante los 90 minutos dentro de la cancha.

EL ARCO CONTRARIO, ENTRE CEJA Y CEJA

Almeyda se ha ganado elogios tanto de parte de jugadores y colegas como de la prensa por su estilo de juego que pregona la presión e ir siempre para adelante, proponiendo ser protagonista en cada cancha que juega.

Ese mismo estilo le dio más de un dolor de cabeza en un club como Banfield, ya que el equipo generaba entre siete y 10 situaciones de gol por partido pero no las concretaba y luego sufria por ello en el arco propio.

"Banfield es el equipo que más situaciones de gol tuvo el torneo pasado, pero logró solo 20 puntos. El juego sigue siendo el mismo y los errores también porque no concretamos", Almeyda dijo en marzo de este año cuando era cuestionado .

Sin embargo, ese mismo estilo se aplica muy bien a equipos grandes como Chivas y al fútbol mexicano, uno de ida y vuelta por naturaleza.

Almeyda puede llegar a ser un poco testarudo cuando se trata de ¨su estilo¨ y en el 2014 le dijo al diario Marca de España que se asemeja a la manera de dirigir del Cholo Simeone.

Simeone, justamente, agarró al Atlético Madrid al borde del descenso hace cuatro años y lo convirtió en uno de los equipos más temidos de Europa.

¿Será Almeyda capaz de emularlo con su propio desafío rojiblanco en Guadalajara? 

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