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Noche de Copa en Avellaneda

BUENOS AIRES -En la esquina de Corrientes y Uriburu me tomé el colectivo 24 directo para Avellaneda. Siempre que lo necesito, que me siento mal, que estoy a punto de deprimirme hago lo mismo. Me levanto de la cama, me tomo un te de menta y salgo directo a Avellaneda. ¡El 24 me salvó la vida muchas veces!...

Avellaneda es el lugar ideal para cargar pilas, una de las ciudades mas lindas del mundo, por ejemplo, en Avellaneda nació el gran Néstor Perlogher y con eso ya estamos... Cuando estoy mal: Avellaneda y santo remedio.

¡Y vuelvo a nacer! Pero hoy salí a las siete de la mañana y los colectivos 24 iban llenos hacia el Sur. ¿Qué pasa?, me pregunté de inmediato. Y al instante lo averigüé, juegan Independiente ante Arsenal, por la Copa Sudamericana. Los dos grandes de Avellaneda estarán cara a cara.

Viajar en ese micro lleno de hinchas de ambos equipos, coreando cada uno a su cuadro preferido, me volvió a la realidad y me recordó que si estás mal, lo mejor es darte una ducha de fútbol. Atravesamos San Telmo y los hinchas no paraban de saltar, de cantarse mutuamente cantitos futboleros.

Me bajé en la Avenida Mitre y caminé por el centro de Avellaneda. Muy sorprendido. Esta vez mi ciudad me había sorprendido mucho mas de lo esperado. Todo era fútbol. Los bares con motivos futboleros en las vidrieras. En las esquinas flameaban las banderas de Arsenal, de Independiente, de Racing Club.

¿Está es la ciudad de la pelota redonda? Los hinchas de Arsenal tomaban sus grandes tazas de café, temprano a las 9 de la mañana. Leían los diarios y apretaban sus bufandas para que el frío no les ingresara en el cuello.

¿Quién ganaría de ambos equipos? Por un lugar en la Copa Sudamericana, Arsenal e Independiente iban a definir todo. Yo estaba bajoneado, entré a la pizzería los Tres tréboles de Mitre al 1500. Todos estaban comiendo pizza desesperadamente, me sorprendió por el horario. Había una pizza especial de morrones rojos que se llamaba Independiente.

Me entusiasmé y me pedí dos porciones que me cayeron fenomenal. De pronto, comencé a tener alucinaciones y vi a un Independiente que le ganaba a todo el mundo. Un juego explosivo, un equipo que atacaba sin parar, que manejaba el circuito de la pelota como nadie. Hacía de cinco a seis goles por partido y mirar a sus delanteros era una delicia.

La pizza me había caído mal. Me tomé dos cervezas para ver si me recuperaba. Y seguí caminando rumbo al estadio. No sé como podría terminar el partido de esta noche, no sé quién es mejor. Pero Independiente tiene todas las de ganar.

Arsenal viene mal. Pero es el verdadero Rey de Avellaneda, en los últimos años es el equipo que mas creció. No sé como hará el Rojo para ganarle a este Arsenal que siempre se las trae.