BARCELONA -- ‘Traed madera’ gritaba Groucho en una secuencia cinéfila que se ha recordado, erróneamente, con el conocido ‘más madera’ referido a una situación que se repite. Y que se sigue repitiendo. Y que sobrevive a los años... Y que es utilizada de manera habitual en el futbol español, en Barcelona, cuando se habla de un arbitraje polémico con el Real Madrid de por medio.
El Barça de Luis Enrique recibirá este domingo al Levante en el Camp Nou obligado a ganar si quiere mantener su liderato, después de recibir con una mezcla de asombro y conformismo la victoria merengue frente al Granada. Apoyándose el equipo de Rafa Benítez en un gol tan ilegal como legal fue el que se le anuló antes al conjunto andaluz.
De entrada el desafío se le adivina simple al campeón, que desde su primer duelo en 1964 ha ganado los diez partidos ligueros disputados en el Camp Nou al Levante y que suma un 12-0 a favor en los dos últimos. El equipo valenciano acude a Barcelona tan consciente como lo hizo el Granada a Madrid, donde hace cinco meses perdió por un histórico 9-1 en el último repóker de Cristiano Ronaldo en la Liga hasta que lo consiguió la semana pasada en el campo del Espanyol.
Pero lo visto en el Bernabéu se acoge como el mejor aviso para el Barça, porque el Granada de Sandoval no sólo evitó la goleada, sino que mereció marcharse con un mejor botín y esa derrota que sufrió se tomó rápidamente en Barcelona con una doble lectura.
Se debe vencer al Levante en el campo y poner la alerta en el escenario es el discurso instalado en el entorno del Camp Nou, donde no sólo se pone énfasis en arbitrajes polémicos y que han perjudicado al equipo de Luis Enrique, sino que se recuerda como el 0-0 con que arrancó la Liga el grupo de Benítez en El Molinón llegó después de no concederse gol en un disparo que botó dentro de la meta de Keylor Navas y, también, la manera en que ha superado al Granada en esta cuarta jornada: gracias a un gol ilegal a favor y a la anulación de uno legal en contra.
“El Real Madrid nos ha faltado al respeto apostando cuántos goles nos iba a marcar”, denunció al acabar el partido el entrenador del conjunto andaluz. Lo que, probablemente, no sospecha Sandoval es que sus quejas tienen una fecha de caducidad inmediata y que nadie recordará que, quizá, tres puntos más o menos le puedan valer a su Granada la salvación en mayo de 2016.
Mientras, en Barcelona se van añadiendo semanas y jornadas. Tres penaltis no señalados a su favor en el Calderón un día y dos goles de escándalo en el Bernabéu al siguiente. ‘Más madera’... Y la Liga se calienta cuando apenas se ha llegado a la cuarta jornada.