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Pensamiento de la nueva era en la búsqueda de los nuevos GM

David Stearns, con 34 años, es el gerente general más joven del béisbol. AP Photo/Morry Gash

Cuando los Marineros de Seattle despidieron al gerente general, Jack Zduriencik, en agosto y emprendieron la tarea de contratar a su reemplazo, el presidente del equipo, Kevin Mather, llamó a la oficina del comisionado de la MLB, para obtener información sobre los posibles candidatos que valdría la pena entrevistar. Este es un procedimiento normal entre los clubes que quieren tener una ventaja en el proceso de contratación de ejecutivos.

"Una de las preguntas era: 'Suponemos que están buscando un candidato más joven, un gurú en analítica, tipo nerd informático", dijo Mather. "Hice una pausa y me dijeron, 'Bueno, eso es lo que el resto está pidiendo'".

Mather, conocido por su sentido del humor cargado de ironía, bromeaba sobre la conversación. Pero el encuentro imaginario parece haber reflejado la experiencia de por lo menos un competidor de MLB.

Los Cerveceros de Milwaukee se convirtieron en el primer equipo en llenar su vacante en el puesto de gerente general, cuando contrataron al antiguo asistente del gerente general de los Astros de Houston, David Stearns, para reemplazar a Doug Melvin, quien desempeñará una función de asesoramiento. Para la gente que trabajó al lado de Stearns en Houston, es desdeñoso e incorrecto etiquetarlo como un nerd informático. Un colega describe a Stearns como un "magnífico comunicador" con la habilidad para combinar el lado analítico y el de escuchas de la operación, y formular una visión para ayudar a los Cerveceros a competir en la exigente División Central de la Liga Nacional.

Stearns tiene, por coincidencia, apenas 30 años y es graduado de Harvard, por lo que es: 1) fácil de etiquetar; y 2) la personificación de la siguiente generación de ejecutivos de béisbol.

Mientras los Marineros, los Medias Rojas de Boston, los Filis de Filadelfia y los Angelinos de Los Ángeles continúan buscando su gerente general (y los Marlins de Miami determinan precisamente hacia dónde se dirigen, al tiempo que se preparan para cambiar a Dan Jennings a la dirección), Stearns no es el único niño maravilla que domina los rumores de la industria.

Abundan los candidatos progresistas y milenarios en los rumores que circulan diariamente. Billy Eppler, asistente del gerente general de los Yankees de Nueva York, está de moda, mientras que Mike Hazen de Boston, Dan Kantrovitz de Oakland, Chaim Bloom de Tampa Bay y Matt Klentak de los Ángeles, han surgido como nombres que no deben perderse de vista. Eppler, quien hace poco cumplió 40, es el hombre más viejo del grupo.

Incluso los casos atípicos difícilmente tienen canas. Jerry Dipoto, candidato a gerente general en Seattle y posiblemente Filadelfia, tiene 47 años y pasó ocho años en las mayores como lanzador relevista. Pero también es un ferviente defensor de la analítica y del papel que desempeña en la construcción del roster.

Conforme las jerarquías de las directivas tienden a ser más jóvenes, los nombres más establecidos son menos frecuentes en la conversación. La lista incluye a Ned Colletti, quien llevó a los Dodgers de Los Ángeles a un lugar en el play off en cinco ocasiones en nueve temporadas, antes de pasar a ocupar una función de asesor principal en otoño del año pasado, y Frank Wren, cuyos equipos de Atlanta promediaron 91 triunfos en un periodo de cinco años, a pesar de las nóminas moderadas. Larry Beinfest ganó la Serie Mundial con los Marlins en el 2003, pero no ha trabajado con un club en casi dos años. Los antiguos gerentes generales de las Grandes Ligas, Jim Hendry, Kevin Towers y Wayne Krivsky, ocupan puestos de exploración o asesoría, y el ejecutivo de los Rockies de Colorado durante muchos años, Dan O'Dowd, es ahora analista en el canal deportivo, MLB Network.

Está de moda describir a los gerentes generales de la vieja guardia de la MLB como "dinosaurios", pero sus portafolios son más impresionantes de forma retrospectiva. Colletti sentó las bases para un equipo de los Dodgers que está a punto de ganar su tercer título consecutivo de la Liga Nacional Oeste. Y Omar Minaya, quien comenzó a trabajar con la Asociación de Jugadores en enero, armó gran parte del roster que probablemente obtendrá, por primera vez desde el 2006, un lugar en la postemporada con los Mets de Nueva York.

Es difícil conseguir mucho apoyo para que regrese el viejo club de gerentes generales. Pero algunos observadores se preguntan si el péndulo está oscilando demasiado lejos de los ejecutivos con largas trayectorias.

"Ver un cambio tan dramático, que se aleja cada vez más de lo que la mayoría consideraría como gente de béisbol, es un verdadero misterio para mí", dijo un funcionario de la MLB. "Hacerlo con moderación tiene sentido. No voy a sentarme aquí y sugerir que la sabermetría, o alguna forma de esta filosofía, no tiene ningún valor. Pero tiene más valor si se combina con la gente de béisbol y después se toma una decisión informada. Hay una gran cantidad de personas valiosas sentadas en casa, mientras muchos jóvenes, recién egresados de la universidad, están tomando muchas decisiones beisbolísticas".

Los cambios que se producen en la dinámica dicen mucho sobre la naturaleza cíclica del béisbol y de las complejidades de las directivas de nuestros días. El pensar de la nueva era adquiere cada vez más importancia que el béisbol de la vieja escuela. Sin embargo, el tira y afloja sigue manifestándose en los currículums sobre los escritorios de todos los clubes de este deporte.

La expansión de la dirección

La posición de gerente general ha cambiado mucho desde los viejos tiempos, y algunas historias parecen terriblemente pintorescas en retrospectiva. George Weiss, ejecutivo de los Yankees durante muchos años, exprimía hasta el último de los centavos, y el antiguo arquitecto del equipo de los Reds conocido como The Big Red Machine, Bob Howsam, se aseguró de que los exploradores manejaran bonitos coches de alquiler y los obligaba a lavarlos regularmente para dejar una buena impresión. Frank Cashen firmó un contrato como anunciante en la cervecería de Jerry Hoffberger en Baltimore, antes de construir algunos de los equipos más famosos de los Orioles y los Mets. Al igual que Fred Claire y Ned Colletti, Cashen entró como periodista deportivo, ¿pueden creerlo?

El gerente general de antaño era el factótum, y estaba destinado a la obsolescencia con el tiempo. Con la excepción de los Mellizos de Minnesota de Terry Ryan, y algunos otros equipos, el hecho que una familia dirija al equipo está tan pasado de moda, como depender del porcentaje de fildeo para medir la habilidad defensiva de un equipo.

"El elemento clave del trabajo de un gerente general es ahora la 'gerencia'. Echemos un vistazo a la guía de medios de los Medias Rojas, y hay 35 o 40 personas que se encargan de las operaciones de béisbol. No hace tanto tiempo, eran como tres personas", dijo Mark Armour, coautor de "In Pursuit of Pennants: Baseball Operations from Deadball to Moneyball."

Cuando Andrew Friedman abandonó Wall Street para dirigir a los Rays de Tampa Bay, y Jon Daniels, graduado de Cornell, asumió las operaciones de béisbol en Texas en el 2006, ambos tenían 28 años. Casi una década más tarde, esa energía juvenil se ha convertido prácticamente en un requisito previo para sobrevivir. El ejecutivo de béisbol de la era moderna está rodeado de mensajes de texto y correos electrónicos, llamadas telefónicas de agentes, preguntas y tweets de los medios de comunicación, al mismo tiempo que debe mantener al tanto a los propietarios y dar seguimiento al progreso de los jugadores de las ligas menores. Con la posible excepción de la semana entre Navidad y Año Nuevo, los descansos son inexistentes.

En el mundo del béisbol moderno, se necesita un sistema de puntuación para darle seguimiento a los jugadores de la directiva. Stan Kasten, presidente de los Dodgers, quien presidió 14 ganadores de título de división en Atlanta, con John Schuerholz como gerente general, convenció a Friedman que dejara Tampa Bay para reemplazar a Colletti el otoño pasado. La dirección de Los Ángeles está ahora tan repleta de talento, que el equipo se está quedando sin títulos para los diferentes puestos. Farhan Zaidi es oficialmente el gerente general, mientras que Josh Byrnes, que antes fuera gerente general en Arizona y San Diego, está muy metido en las operaciones, como uno de los cinco vicepresidentes senior.

Las direcciones han crecido debido en parte al torrente de información que se necesita procesar. Los departamentos de analítica desempeñan una función fundamental en todos los procesos: desde la compra de jugadores hasta la recopilación de información, y los gastos deben asignarse inteligentemente entre el mercado de libre agencia, el draft de jugadores de primer año y el mercado internacional.

"A lo largo de los últimos diez años, ha habido un tremendo aumento de la información que se debe administrar", dijo Kasten. "Además de darles seguimiento a todos tus jugadores, entrenadores y exploradores, todos ellos aportan información nueva, así que surge la necesidad de una mayor especialización y división del trabajo.

"Está creciendo e, independientemente del tamaño que tiene ahora, será aún mayor en cinco o diez años. Hay una clara necesidad de más gente, sistemas, programas, y más analistas. Incluso si no te gusta, tus competidores lo están haciendo y te quedarás rezagado si no lo haces".

Incluso la nomenclatura tiene un significado distinto que hace diez o veinte años. Cerca de una docena de equipos tienen un presidente de operaciones de béisbol, o alguien con un cargo similar, que traza el camino a largo plazo, mientras que el gerente general sirve como asistente de facto. Piensen en la mancuerna Theo Epstein y Jed Hoyer en Chicago, o Tony La Russa y Dave Stewart en Arizona. Mark Shapiro de Toronto, David Dombrowski de Boston, y Andy MacPhail de Filadelfia son todos experimentados ejecutivos que han aceptado trabajos por encima del nivel de gerente general en el 2015.

Tomando en cuenta las repercusiones financieras, es lógico que los dueños estén más involucrados en el proceso de toma de decisiones. Cuando Guggenheim Baseball Management compra a los Dodgers en $2.15 mil millones, el acuerdo televisivo del equipo vale $7,000 millones y la nómina de la jornada inaugural del 2015 excede los $270 millones, puedes estar seguro de que el corporativo estará involucrado en las decisiones de cualquier magnitud.

El énfasis en la analítica les parece adecuado a muchos dueños, porque traza paralelismos con sus orientaciones comerciales personales. Los grupos de propietarios posiblemente no comprendan plenamente el concepto de valor que Jonny Gomes genera como líder en la casa club o por su tenacidad, pero es fácil comprender el 7.0 de WAR de Mike Trout y el valor que representa para los patrocinadores de los Angelinos y los abonados como jugador de renombre.

"Cuando hablas con los propietarios en términos de datos, te entienden porque los negocios en los que están inmersos están basados en datos", dijo un ejecutivo de la MLB. "Los dueños también están mucho más involucrados en las operaciones de béisbol que en el pasado, así que reaccionan ante las noticias en los medios. Si leen algo en el sitio de rumores de transferencias de la MLB, te llaman y dicen, '¿Por qué no estábamos enterados?' Si trabajas para Arte Moreno, debes estar preparado para que te llame seis u ocho veces al día'".

Un llamado a los candidatos

Si se les pregunta a los escuchas, ejecutivos y miembros de los medios sobre sus ideas acerca de quién está mejor equipado para dirigir una franquicia, recibirás decenas de recomendaciones y amables sugerencias.

Tal vez sea el asistente del gerente general que ejerce las funciones de teniente del máximo responsable. Thad Levine de Texas, John Coppolella de Atlanta, J.J. Picollo de Kansas City, Jeff Kingston de Seattle, Mike Chernoff de Cleveland, Tony LaCava de Toronto, John Ricc de los Mets, Mike Girsch de St. Louis, Bryan Minniti de Arizona, y Bob Miller y Doug Harris de Washington encajan con la descripción. Así como David Forst de Oakland, quien se espera que ascienda al puesto de gerente general cuando Bill Beane renuncie al cargo para ocupar una posición más corporativa.

John Barr de San Francisco, Chris Buckley de Cincinnati, Damon Oppenheimer de los Yankees, y Jeff McAvoy de Miami están entre los evaluadores de talento que tienen sólidos defensores en la comunidad de exploradores. Y la MLB está constantemente en búsqueda de candidatos de las minorías, a fin de fomentar la diversidad. Kim Ng y Peter Woodfork, ejecutivos capacitados con reputaciones intachables en el juego, trabajan en la oficina central de la MLB en el 245 Park Avenue en NY.

En alguna parte, el grupo de propietarios está tratando de descubrir al próximo David Stearns. Tal vez sea Jason McLeod de los Cachorros, quien ha ayudado a impulsar a muchos jóvenes talento en el sistema de Boston y Chicago. O el director de operaciones de béisbol de los Mets, Adam Fisher, graduado de Harvard con una atractiva combinación de sagacidad en la exploración y la analítica.

Los empleados de los Gigantes de San Francisco hablan con entusiasmo sobre el vicepresidente, Jeremy Shelley, quien ha sido parte integral de tres equipos campeones. Según su biografía en la guía de medios, Shelley supervisa la exploración profesional en las ligas mayores y menores. Está involucrado en la compra de jugadores, preparación de los procedimientos de arbitraje e investigación contractual, al tiempo que brinda apoyo en el análisis estadístico y las operaciones internacionales. Shelley no organiza la preparación de alimentos de la casa club, pero probablemente lo haría si los Gigantes se lo pidieran.

"Tiene el potencial", dijo un escucha de los Gigantes. "Si quieres hablar sobre honestidad, sinceridad, lealtad y ética laboral, lo tiene todo".

El entusiasmo que provocan los jóvenes graduados de instituciones Ivy League oculta una dura realidad: Todos los gerentes generales nuevos pasan por una curva de aprendizaje y están destinados a enfrentarse a obstáculos que los fans normales no pueden comprender. En Los Ángeles, Colletti mantuvo a los Dodgers estables durante la locura provocada por el divorcio de Frank y Jamie McCourt. Beinfest organizó equipos competitivos con nóminas casi inexistentes bajo la impetuosa figura de Jeffrey Loria en Miami, y Hendry tuvo que enfrentarse a una gran disfunción en Chicago bajo la propiedad de Tribune Company. ¿Pensabas que no estaban ocupados?

Kasten considera que el béisbol siempre tendrá espacio para los ejecutivos experimentados que comprenden el valor de la construcción de un equipo, la delegación de la autoridad y que mantienen un ojo en el panorama general.

"Estoy seguro de que Ned Colletti y Josh Byrnes volverán a ser gerentes generales", dijo Kasten. "Han demostrado que lo pueden hacer. Si eliges a alguien que lo esté haciendo por primera vez, te estás tomando un gran riesgo. Nunca sabes cómo va a manejar la presión, o cómo hablará con el gerente, los entrenadores y los medios de comunicación".

En Filadelfia, MacPhail se ha comprometido a tener una mente abierta en su búsqueda, y a enfocarse en la mejor persona, en lugar de un "tipo" específico de candidato. Pero si al final MacPhail se decide por un experto en números, más vale que esa persona comprenda el valor de los escuchas. Y viceversa.

No hace mucho tiempo, la gente despotricaba contra Brian Sabean por ser una reliquia que estaba destinado a desaparecer detrás de Billy Beane al otro lado de la Bahía. Desde el 2010, los Gigantes han ganado tres Series Mundiales, gracias en gran parte a la continuidad y lealtad (conceptos que generalmente se caen por la borda hoy en día) bajo el liderazgo firme de Sabean.

"Hace quince años, mucha gente pensaba que Sabean era un tipo de la vieja escuela, que no sería capaz de adaptarse", dijo Armour. "Después de 'Moneyball', el deporte parecía haberle dejado de lado. Ahora vemos a los Gigantes, y son una máquina bien engrasada de gente que está remando en la misma dirección. Incluso si Sabean no es el tipo encargando los estudios sabermétricos o buscando los datos audiovisuales, tiene gente que lo hace. Y los escucha".

En los próximos años, David Stearns podría ser el salvador del béisbol en Milwaukee. Pero son ilusos los fans de los Cerveceros que esperan que todos sus movimientos estén inspirados y su transición se realice libre de complicaciones.

"En nuestro deporte, el conocimiento se puede adquirir, pero la sabiduría en el deporte únicamente se puede experimentar", dijo O'Dowd. "Y la sabiduría surge de la observación y el fracaso. Puedes estudiar y leer todo al respecto, pero hasta que lo hayas vivido, nunca sabrás lo que se siente".

Independientemente de quién ocupe el puesto, crear una cultura ganadora en el Béisbol de las Grandes Ligas es un desafío. Y para los nerds informáticos y tradicionalistas por igual, surge una obviedad: Ahora más que nunca, se necesita un pueblo.