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Jonathan Bornstein, conectado con sus raíces mexicanas

Para Jonathan Bornstein, lateral izquierdo de los Gallos Blancos de Querétaro, ser mitad mexicano y crecer en Los Ángeles no significó hablar español ni que se le inculcaran las tradiciones mexicanas.

No fue sino hasta el 2011, cuando se transfirió de las Chivas USA a los Tigres de Monterrey , de la Liga MX, que el jugador de 30 años de edad, quien ha sido llamado 38 veces a la selección nacional de los Estados Unidos, realmente se reencontró con su herencia mexicana.

"Ustedes saben cómo es en la escuela, siempre tenía que llenar formularios sobre mi etnicidad. Siempre ponía estadounidense y si estaba la opción de mexicano, también la seleccionaba, solo porque mi madre nació en México", le dijo Bornstein a ESPN.

Sin embargo, Bornstein tuvo poco contacto con su madre mexicana después de que sus padres se divorciaron cuando apenas tenía tres años. En cambio, creció con un padre judío y ese lado de la familia. Celebraba Navidad y Hanukkah, y solo aprendió español en la escuela y en los restaurantes en los que trabajó en Los Ángeles.

Después de casi cinco años en México, todo eso ha cambiado. Bornstein habla español en su casa con su pareja brasileña, quien también es la madre de su hija nacida en México. Al veterano de la Copa Mundial 2010 ahora le causa gracia que se equivoca de palabras y tiene problemas para "cambiarse el chip" cuando va de visita a los Estados Unidos.

"Definitivamente me he conectado con mi lado mexicano desde que vivo aquí. Me he adentrado en la cultura, vivo en la cultura", dijo. "Cuando viajo a los Estados Unidos, me siento casi como extranjero, las cosas han cambiado... y al hablar inglés, me cuesta trabajo cambiar el chip".

Por ahora las cosas van bien para Bornstein. Es titular del equipo de Querétaro de Víctor Manuel Vucetich, y fue clave en el camino del club hacia la final del Clausura 2015, al anotar el gol que llevó a los Gallos Blancos a su primera final.

El jugador esperaba que su buena forma le bastara para que Jurgen Klinsmann lo convocara para el importantísimo encuentro ante México, en el que se disputará el boleto para la Copa Confederaciones, programado para el 10 de octubre en Pasadena. Sin embargo, el nombre de Bornstein no apareció en la lista de 35 jugadores del estratega alemán, a pesar de las dificultades que la selección estadounidense ha tenido para cubrir la posición de lateral izquierdo.

"Definitivamente me sentí decepcionado", admitió el defensa. "Espero que si continúo jugando bien y sumando minutos, tendré otra oportunidad con la selección nacional".

Pero el viaje de Bornstein en México no siempre ha discurrido por caminos llanos. Cuando se transfirió de Chivas USA a los Tigres, ya estaba consolidado en la selección y era uno de los veteranos en la Copa Mundial 2010. Además, fue nombrado el Novato del Año de la MLS en 2006, y participó en el Juego de las Estrellas de la MLS en 2007 y 2008.

Todo esto le sirvió de poco en el equipo de Ricardo "Tuca" Ferretti. Bornstein empezó desde cero y con frecuencia jugó en una posición desconocida en el campo central, y sumó pocos minutos de juego.

En total, Bornstein inició solo cinco juegos de la Liga MX con los Tigres, antes de irse cedido al Atlante a principios de 2014. De ahí llegó al Querétaro para el Apertura 2014, pero las lesiones y la muerte de su padre mermaron aún más las esperanzas de Bornstein de acumular minutos de juego.

"Al principio, (lo difícil) era aprender el idioma, adaptarme a la cultura y a cómo se hacen las cosas en México. Después de eso, el gran obstáculo era que me dieran tiempo de juego. Jugar de forma regular es algo que cualquier jugador quiere en su carrera y cuando no se me estaban dando las cosas, todo se me complicó.

“Seguí insistiendo, entrenando duro para mejorar y encontrar mi lugar en un equipo mexicano y siento que finalmente lo he logrado", explicó.

En Querétaro en el 2015, Bornstein --quien se hizo amigo de Ronaldinho mientras estuvo en el club-- considera que ha recuperado la forma que mostró en las Chivas USA de Bob Bradley, y espera alcanzar la estabilidad futbolística que gozaba en aquel entonces.

"Considero que estoy jugando bien. Por el lado defensivo estoy ganando muchos enfrentamientos individuales y en el ataque, estoy encontrando la forma de crear oportunidades para el equipo.

"Me siento muy contento, siento que aún puedo mejorar y espero seguir teniendo éxito esta temporada y en el futuro".

Bornstein también se alegra de compartir sus experiencias en México con la gran cantidad de jóvenes estadounidenses que buscan forjar una carrera en un equipo mexicano, incluso si muchos de ellos vienen de un mundo distinto al de él y ya hablan español.

"En términos de futbol, si tuviera que darles un consejo sería: sigan trabajando duro y nunca se conformen con lo que les prometan porque al final, el éxito depende de ustedes mismos", explicó Bornstein.

"Hay muchos jóvenes en las fuerzas básicas, lo cual es importante aquí, mucho más importante que cuando era niño en los Estados Unidos, así que hay mucha competencia en las categorías inferiores".

La carrera de Bornstein en México es un testimonio viviente de que la perseverancia tiene sus recompensas.

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