BUENOS AIRES – El empate de San Lorenzo del sábado se festejó y mucho por La Boca. Porque les permitió a los Xeneizes asegurarse la punta con un partido menos. Y les daba la chance, en caso de ganar, de estirar la diferencia con el escolta.
Boca tenía que triunfar de local y ante Banfield para posicionarse como el gran candidato al título, y no defraudó: se impuso con autoridad y sacó cuatro puntos de ventaja sobre el Ciclón, cuando restan 12 en juego.
¿Ventaja decisiva? Importante, sí; decisiva, no tanto. Es cierto, los hinchas xeneizes se fueron de La Bombonera con la sensación de tener el título en el bolsillo, al alcance de la mano.
Pero dejando de lado la pasión de la gente, el análisis objetivo dice que los Xeneizes tienen el calendario más complicado dentro de los equipos que pelean arriba.
En lo previo, el partido más accesible para Boca es el del próximo fin de semana, ante Crucero del Norte. Los de Misiones están casi descendidos y marchan últimos en la tabla con 14 puntos. La diferencia entre un plantel y otro es abismal. Por eso, si no hay ninguna sorpresa, Boca no debería tener inconvenientes en llevarse los tres puntos.
A su favor, se da otra circunstancia: la fecha próxima se enfrentarán San Lorenzo (54 puntos) y Rosario Central (52), los otros aspirantes al título: un empate o una victoria de los Canallas les permitiría a los de Arruabarrena (si ganan su partido) seguir escapándose en la tabla de posiciones.
Luego de Crucero, la cosa no se presenta tan sencilla para Boca: se viene Racing, en Avellaneda. Si bien es cierto que la Academia quedó lejos de la pelea, será sin dudas un rival exigente. Porque es el campeón defensor del título, porque un clásico siempre es un partido aparte y porque los de Avellaneda harán todo lo posible para que los de la Ribera no queden a un paso de la consagración en su propio estadio.
Más tarde, será el turno de recibir al Tigre de Alfaro, que pugna por meterse en la Liguilla y que viene de sacarle dos puntos de oro a San Lorenzo. El Matador no luce, no brilla, pero como todo equipo de Alfaro es complicado, “molesto” para cualquier rival y en cualquier estadio.
Por ultimo, deberá visitar a Central, en Arroyito. Los de Coudet son la revelación del campeonato, están terceros y podrían llegar a la última fecha con posibilidades de ser campeones, ni más ni menos.
Al Ciclón, luego del duro choque ante los rosarinos del fin de semana que viene, le restarán tres encuentros bastante accesibles: Olimpo, Temperley y Atlético Rafaela. Tres equipos que se encuentran de mitad de tabla hacia abajo, sumergidos en campañas muy irregulares.
Central, por su parte, tendrá dos finales (San Lorenzo y Boca) y dos compromisos donde aparece como favorito: Banfield, de visitante, y el golpeado Argentinos Juniors, de local.
Está claro que hace tres fechas, luego del error del pibe Bentancur y de la dura derrota ante San Lorenzo en La Bombonera, el panorama se presentaba muy complejo para los Xeneizes. Sin embargo, la gran victoria contra River en el Monumental le devolvió la confianza al equipo de la Ribera.
Ahora depende de sí mismo. Y dentro de un torneo tan parejo, la mínima diferencia puede ser fundamental. Cuatro puntos sobre 12 en juego no es poca cosa. Habrá que ver si la ventaja es decisiva.