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Epidemia de lesiones ataca a las principales figuras del Barcelona

BARCELONA -- Iniesta después de Messi. Y a continuación de Bravo, Vermaelen, Alves, Adriano, Sergi Roberto, Neymar… El Barça sufre una plaga de lesiones como no recordaba y la caída de Iniesta, el martes, puso de manifiesto que, quizá, no todo se deba a una cuestión relacionada con la fortuna.

Al cabo de dos meses y medio desde que comenzó la pretemporada la mala planificación asoma ya como una de las causas de los males que sufre la plantilla. La gira por Estados Unidos, de gran impacto mediático, provocó un evidente perjuicio deportivo al cuerpo técnico de Luis Enrique que apenas llevó a cabo entrenamientos físicos durante una semana para acabar pagándolo.

El 29 de julio, ante el Chelsea en el FedEx Field Stadium, Douglas sufrió una rotura de fibras en el bíceps femoral, diagnosticado con dos meses de baja. El percance del joven lateral brasileño, sin embargo, no fue más que el comienzo.

Un informe de EFE especifica las 14 lesiones sufridas por la plantilla azulgrana, que en 80 días ha disputado 16 partidos a un ritmo altísimo. Los percances de este curso multiplican los sucesos del pasado ejercicio, cuando Luis Enrique apenas si padeció problemas en este aspecto.

“La preparación de esta temporada no tiene nada que ver con la pasada” explicó a ESPN un entrenador diplomado, que colabora con diversos equipos catalanes y para quien el Barcelona “no falló por hacer la gira, sino por no planificar toda la pretemporada con normalidad. A Luis Enrique y su grupo de trabajo no les quedó tiempo para dividir las cargas de trabajo y la forma de entrenar”.

DIFERENCIAS

El entrenador asturiano, de hecho, fue claro desde el primer día. Apenas viajar a California, en su primera comparecencia ante los medios, Luis Enrique proclamó su desacuerdo de forma clara.

“No me gustan las giras” explicó el técnico, argumentando que no le permitían preparar a conciencia la pretemporada.

“No es lo mismo jugar un amistoso en Europa ante un rival de segunda fila y en un campo más o menos pequeño que enfrentarte al Manchester United o el Chelsea en Estados Unidos y ante 70.000 personas” añadió este técnico, destacando que esta clase de partidos “son muy mediáticos, pero significan un esfuerzo suplementario para los futbolistas porque están obligados en cierta manera a dar la mejor impresión… Y no tienen el fondo necesario”.

A Douglas le siguieron los isquiotibiales de Jordi Alba y la alarma que causó entre los técnicos la urgencia de Messi por debutar, sin apenas entrenamientos y con el riesgo de sufrir algún percance muscular.

Todo ello durante un periodo especialmente difícil en el club, con la imposibilidad de inscribir a Arda Turan y Aleix Vidal después de haberse despedido Xavi y Pedro, lo que provocó que siendo una plantilla de primer nivel, fuera igualmente escasa y que las lesiones se convirtieran en un riesgo tan difícil de asumir como imposible de evitar.

El Barcelona comprobó el martes lo complicado que puede ser sobrevivir sin Messi en partidos de máxima exigencia. Y volverá a experimentarlo el sábado en Sevilla, donde además de Leo tendrá la ausencia de Andrés Iniesta, fuera del escenario durante un mes por el maldito bíceps femoral, el un nombre maldito y cuyas lesiones se asocian directamente a la preparación física escasa o “no óptima”.