BURTON UPON TRENT (Enviado especial)-- A lo largo de la historia, el scrum, los forwards y el corazón fueron las banderas del seleccionado. Pero desde la llegada de Daniel Hourcade algo cambió. No es que se olvidó de esa esencia y de la mística del equipo argentino. Sino que le agregó un condimento extra. Un pensamiento ofensivo, que quizás nunca antes se vio. Y para eso necesita intérpretes diferentes. Los buscó, los encontró y los pone a todos juntos. Ellos son Juan Imhoff, Santiago Cordero y Joaquín Tuculet, el trío que le mete picante al ataque Puma.
Hace dos años que comparten el plantel los tres. Cuando llegó el DT tucumano, a fines de 2013, el único regular en el equipo de Santiago Phelan era Imhoff, quien había explotado en 2011 con Pampas XV en la Vodacom Cup. De entrada, Hourcade le empezó a dar mucho más rodaje a Tuculet y también se animó a poner a Corderito, con sólo 19 años. Otros jugadores fueron haciendo méritos también, como Manuel Montero y Horacio Agulla, y por eso se demoró el armado de éste tridente del que hoy hablan todos en el Mundial.
Ellos se sienten cómodos juntos. Se conocen y saben lo que tienen que hacer dentro de la cancha. Y se elogian. En charla con Scrum, en la concentración Puma en Burton Upon Trent, palpitaron la previa con Tonga y se tiraron flores unos a otros.
"En este Mundial pasó de ser Corderito a ser un hombre. Explotar y decir acá estoy yo. Ha dado un paso muy grande en su vida. Es la parte más linda la que se viene, pero la más difícil, porque tiene que mantener eso. Estoy seguro de que lo puede hacer porque es una persona muy humilde y muy trabajadora", piropea Imhoff a su ladero en una de las puntas. Y sigue: "Me hace acordar mucho a mí cuando era más joven. Por eso trato de hablarle y darle mis consejos, así no comete los mismos errores que yo. Me hubiese encantado tener ese cambio de paso, je". Y el de Regatas, con esa misma desfachatez que tiene en la cancha, responde: "Es un mentiroso, je". Y devuelve la gentileza: "Juan tiene un poco lo que a mi me gusta que es jugar, correr, pisar. Me veo un poco como él".
Pero Imhoff también habló y muy bien de Tuculet: "Le ha dado una seguridad al equipo desde hace un tiempo". Y Cordero, lo mismo: "En mi primera gira dormí con Tucu. Yo era el más chico, el que no entendía mucho dónde estaba. Fue el que más me bancó. Me cuidó bastante. Me siento muy seguro con él y es un placer jugar al lado suyo".
Al full back no le gusta hablar de él. Lo esquiva una y otra vez. Sin embargo, de los demás, sí se larga y dice maravillas de los autores de un doblete cada uno frente a Georgia: "Son dos jugadores muy picantes en ataque, y cuando le dan espacios se meten en la defensa y siempre avanzan. Le hacen las cosas más fácil a uno".
Con dos partidos en Inglaterra, Imhoff, Cordero y Tuculet ya dieron mucho que hablar. No se conforman y quieren más. buscan ser parte de una nueva historia que nace en Los Pumas.