BARCELONA -- Ausente los últimos seis partidos oficiales por una lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda, Claudio Bravo recibió este viernes el alta médica y todo apunta a que recuperaría la titularidad en el Sánchez Pizjuán, en el último partido que dispute el Barcelona antes del parón por selecciones.
Bravo acude al rescate de un Barcelona que fue tan destacado la pasada temporada por su rendimiento defensivo como es criticado ésta por el motivo contrario: el mal rendimiento y los goles encajados. Y todo ello ha coincidido con la presencia de Ter Stegen en la portería.
Si Claudio Bravo encajó un gol en tres partidos oficiales, al meta germano le marcaron 17 en ocho encuentros. Y, lo no recordado, hasta en tres ocasiones en apenas un mes le metieron cuatro: Sevilla, Athletic y Celta.
El portero chileno cumplió los pronósticos más optimistas respecto a su recuperación, que se calculó en las cuatro semanas, para acortar los plazos y estar en disposición de regresar a los 22 días de la lesión que sufrió en un entrenamiento.
De esta manera, Bravo volverá a la meta azulgrana en Sevilla y a la de la selección chilena la próxima semana, en el partido que el día ocho enfrentará a Chile con Brasil, en el estreno de la fase de clasificación para el Mundial 2018.
La baja de Bravo, que se recibió sin demasiadas estridencias a pesar de que Ter Stegen había recibido ocho goles en los dos primeros partidos oficiales del curso (cuatro ante Sevilla en la Supercopa de Europa y otros tantos frente al Athletic en la ida de la Supercopa de España), ha acabado por ser considerada trascendental en algunos círculos barcelonistas.
De los seis partidos en que no ha jugado Bravo el Barcelona solo ha sido derrotado en uno (ante el Celta) pero Ter Stegen nunca ha dado la sensación de seguridad que se le adivinaba y que se esperaba.
“Portero de futuro” en la consideración mayoritaria, el alemán no ha demostrado como se esperaba estar a la altura en el presente y por mucho que fue el titular en la Copa y en la Champions conquistadas el pasado curso, la confianza que ha transmitido ha caído en picado, por mucha defensa que haya recibido en el discurso desde el vestuario.
Podría suceder que Luis Enrique diera un apoyo a Ter Stegen manteniéndole en la portería, al menos en este partido antes del parón, para devolver la titularidad a Bravo después de que las selecciones hayan ocupado el plano, pero en círculos periodísticos la apuesta coloca al chileno en la titularidad.
Conociendo al entrenador asturiano todo es posible y de la misma forma que es aventurado conocer qué decidirá para ocupar las ausencias de Iniesta y Messi, dar por hecho que Claudio Bravo regresará es tan arriesgado como lógico es apostar por ese retorno.