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Los Rojos de Cincinnati de los 70: Una maquinaria con motor hispano

"La Gran Maquinaria Roja" de los Rojos de Cincinnati de la década de los setenta ha sido una de las novenas más dominantes y exitosas de la historia del béisbol y una de las primeras dinastías de Grandes Ligas con una gran base latinoamericana.

El torpedero venezolano David Concepción, el inicialista cubano Tany Pérez y los dominicanos César Gerónimo (OF) y Pedro Borbón (lanzador) jugaron roles decisivos para un conjunto que en un tramo de siete temporadas (1970-76) conquistó cinco títulos divisionales, cuatro campeonatos de la Liga Nacional y dos coronas consecutivas de la Serie Mundial (1975-76).

Varias versiones de los Yankees de Nueva York (especialmente las que ganaron cinco ediciones consecutivas de la Serie Mundial entre 1949 y 1953 y cuatro entre 1936-39); los Cardenales de San Luis que atraparon cuatro títulos entre 1942 y 1946) y un par de grandes momentos de los Atléticos de Oakland (sobretodo los que ganaron cinco títulos divisionales y tres de la Serie Mundial entre 1971-75) superan o igualan la gran marcha del Cincinnati de esos tiempos.

La gran diferencia entre esos clubes y "La Gran Maquinaria Roja", que superó las 100 victorias en tres ocasiones, consiguió al menos 95 triunfos en seis de siete campañas y promedió 98 victorias, es la diversidad de su composición y el destacado rol de sus peloteros hispanos.

La ruptura de la barrera racial por parte de Jackie Robinson en 1947 no solamente abrió las puertas de las ligas mayores a los jugadores negros de Estados Unidos, sino que también a la mayor parte del gran talento latinoamericano, hasta entonces limitado a jugar en las Ligas Negras y en los circuitos caribeños de verano e invierno.

La llegada de Robinson, por otro lado, no cambió el hecho de que la sociedad estadounidense estaba en medio de una transformación general que tomaría cerca de dos décadas de ser aceptada casi por completo. En cierta forma, la década de los setenta marcó el verdadero despegue de las minorías en muchos aspectos, incluyendo las ligas mayores de béisbol.

Y "La Gran Maquinaria Roja" de Cincinnati llevó la voz cantante en ese aspecto.

El manager Sparky Anderson tenía un grupo compuesto por grandes estrellas blancas como Pete Rose y Johnny Bench; afroamericanos como el intermedista Joe Morgan y los jardineros George Foster y Ken Griffey padre y el grupo de hispanos, convirtiendo la novena en lo más representativo y plural que podía ser un equipo de Estados Unidos en ese momento.

"Ese fue un equipo muy especial", dijo Pérez a ESPNdeportes.com durante la celebración del Juego de Estrellas de Grandes Ligas en Cincinnati en julio de este año.
"Todos éramos hermanos. Norteamericanos blancos y negros, latinoamericanos de diferentes países. Una pandilla de hermanos", agregó Pérez.

De esa pandilla fueron electos al Salón de la Fama el manager Anderson, Bench, Morgan y Pérez. Rose, el líder de hits de todos los tiempos y uno de los atletas norteamericanos más populares de la historia, también estaría en Cooperstown de no ser porque fue expulsado del béisbol en 1989 por descubrirse que apostó al juego siendo manager de los Rojos.

Concepción no fue electo por los escritores de béisbol durante su estadía en la boleta del Salón de la Fama (1994-2008) ni tampoco por el Comité de Veteranos en 2010, cuando fue elegible por primera vez, pero tendría una tercera oportunidad en 2017 cuando corresponderá al "Comité de la Era de Expansión" (jugadores cuyas carreras transcurrieron principalmente de 1973 a la fecha) mandar veteranos a Cooperstown.

"Me siento decepcionado", dijo Concepción a ESPNdeportes.com. "Pienso que debo estar en el Salón de la Fama. Tengo números parecidos o mejores que 12 torpederos que están en Cooperstown, pero eso es algo que no puedo controlar", agregó.

"La Gran Maquinaria Roja" , que ganó la Serie Mundial de 1975 en siete partidos a los Medias Rojas de Boston y barrió a los Yankees en 1976, no necesariamente ha sido la mejor dinastía de la historia del béisbol, pero sí la primera que tuvo una gran base hispana, algo común y corriente en las Grandes Ligas en los tiempos actuales.