NUEVA YORK – El hecho que los Nacionales de Washington ya tengan una semana descalificados de la postemporada no detuvo a Max Scherzer en su última apertura del año contra los Mets de Nueva York la noche del sábado en Citi Field.
Scherzer, cuyo fichaje durante la temporada baja en enero catapultó a Washington como favorito para ganar la Serie Mundial, lanzó su segundo juego sin hit de 2015, esta vez contra los campeones de la División Este de la Liga Nacional a quien derrotó 2-0 en el segundo partido de una doble jornada, luego de haberle lanzado el doble cero a los Piratas de Pittsburgh.
Scherzer, que impulsó la barrida de la doble jornada, con admisión separada, negó que su baile con la historia del béisbol tuvo un poco más de importancia personal por el hecho que los Mets estaban atrincherados en una batalla con los Dodgers de Los Ángeles para determinar cual conjunto tenga la ventaja local en la Serie Divisional que iniciará el próximo viernes en Dodger Stadium.
“Entiendo que ellos ganaron la división. Ellos (estaban) tratando de obtener la ventaja local. Están tratando de darte todo lo que tienen. Entiendo lo que está en juego. Pero como un pelotero de las mayores, no importa si estás en la pelea o no, independientemente, tienes que dar tu mejor esfuerzo”, sentenció Scherzer.
“Creo que esta noche hicimos eso como equipo y eso es excitante cuando todo el mundo llega al parque y hasta en una doble jornada, un día largo, la temperatura fría, nuestros muchachos produjeron. Estaban allí afuera jugando duro y eso es excitante porque como un pitcher tu te nutres de eso”.
El no hitter de Scherzer fue el segundo lanzado por un pitcher en la temporada regular desde que el inmortal de Cooperstown, Nolan Ryan, lanzó un par en 1973.
Scherzer estableció una marca personal con 17 ponches y al mismo tiempo igualó el hito de ponches en un no hitter en las historia de Grandes Ligas que obtuvo Ryan el 15 de julio de 1973 en Detroit.
“Uno trata de lograr lo más que pueda y tener tanto éxito como se puede, pero cuando se empieza a hablar de esas cosas, uno ni siquiera tiene palabras para eso”, indicó Scherzer, quien perdió un juego perfecto iniciando la sexta entrada contra los Cerveceros de Milwaukee el 14 de junio.
El Todo Estrella 31 años de edad, que había perdido un no hitter en su ultima apertura el 28 de septiembre contra los Rojos de Cincinnati, permitiendo un sencillo con un out en la parte alta de la octava entrada, coqueteó con la historia, buscando en convertirse vigesimocuarto lanzador en conseguir la perfección
Scherzer retiró a los primeros 15 bateadores que enfrentó de la novena neoyorquina, pero iniciando la sexta entrada, el antesalista cubano Yunel Escobar diestramente fildeó la rola bateada por Kevin Plawecki e hizo un tiro que el inicialista Clint Robinson no pudo acorralar a pesar de que la pelota rebotó frente a él.
No obstante, Scherzer no encontró al habanero culpable por el error que le robó el logro del posible juego perfecto.
“Sólo fue una jugada que fue realizada. Yuni va y compite tan duro como cualquiera. Estoy seguro de que no se siente muy bien sobre eso pero mira que somos grandes ligas, todos competimos”, señaló. “Él batalla a través de las lesiones. Tengo nada más que el máximo respeto por él”.
El veterano, que firmó un contrato de siete años y $210 millones, entonces retiró al colombiano Dilson Herrera con un elevado al segunda base Dan Uggla, indujo a Daniel Murphy a una rola de selección que forzó a Plawecki en segunda y abanicó a Curtis Granderson para concluir el episodio y continuar su noche mágica.
Scherzer mantuvo su dominio sobre la escuadra que le arrebató el banderín divisional del Este, abanicando a los próximos ocho bateadores antes de retirar a Granderson con un elevado que justamente fue atrapado por Escobar.
El ganador del Cy Young en 2013 como miembro de los Tigres de Detroit se unió a una lista exclusiva de lanzadores que han tirado dos juegos sin hits en una temporada.
Johnny Vander Meer, de los Rojos, fue el primero cuando dominó a los Bees de Boston el 11 de junio de 1938 y a los Dodgers de Brooklyn el 15 de junio. Allie Reynolds, de los Yankees de Nueva York, logró la hazaña el 12 de julio de 1951 ante Cleveland y luego el 28 de Septiembre contra los Medias Rojas de Boston.
El serpentinero de los Tigres, Virgil Trucks, se sumó a la lista cuando se impuso sobre los Senadores de Washington el 15 de mayo de 1952 y superó a los Yankees el 25 de agosto.
Como miembro de los Angelinos de California, Ryan se hizo dueño de los Reales de Kansas City el 15 de mayo de 1973, dos meses antes de repetir su no-no contra los Tigres. Los libros históricos del béisbol también reconocieron lo asombroso que fue Roy Halladay, quien lanzó un juego perfecto durante el calendario regular el 29 de mayo de 2010 ante los Marlins de Miami y en la postemporada se elevó, dando un no hitter contra los Rojos el 6 de octubre en el primer partido de la Serie Divisional.
“Max es un máximo competidor”, dijo Williams. “Nos ha demostrado y a todo el mundo lo que puede hacer. Es bastante especial”.
A diferencia de sus homólogos, Scherzer no ejerció la opción de perder la ultima apertura de la campaña regular, una que completamente se desintegró el domingo pasado cuando el cerrador Jonathan Papelbon le fue encima al fenómeno de los Nacionales, Bryce Harper, agarrándolo por el cuello dentro del dugout durante el partido un día luego de que Washington fuera descartado de la postemporada.
“Ha sido una temporada decepcionante para nuestro equipo. De eso no hay duda. Por eso es agridulce”, confirmó Scherzer, que culminó la temporada con una foja de 14-12 y una efectividad de 2.79 en 33 salidas.
“Nos gustaría permanecer jugando más en octubre pero no estamos. Desde el punto de vista de la temporada, hemos sido capaces de lograr algunas cosas buenas, pero no fue lo suficientemente bueno”, continuó. “Siempre quieres regresar el pasado (sino) cumples tus metas. Siempre reflexionas cómo puedes ser mejor y hay maneras que yo pueda ser un mejor lanzador”.