<
>

Maradona dejó una marca en Los Pumas

LEICESTER (Enviado especial)-- En ningún lado donde va Diego Maradona pasa desapercibido. Tampoco sucedió en su visita a Los Pumas para el tercer partido del Mundial de Inglaterra. Desde su llegada alrededor de las 13.30 al Leicester Citi Stadium, junto a su novia Rocío Oliva y Agustín Pichot, hasta que se fue pasadas las cinco acaparó todas las miradas. Las de la gente y la de los jugadores del seleccionado, que compartieron el festejo del triunfo por 45-16 frente a Tonga.

En la tribuna cantó el himno a pura emoción, gritó como nadie cada try y se sacó fotos con los fanáticos. Luego, en el vestuario, recibió como regalo las camisetas de Nicolás Sánchez, Martín Landajo y el capitán Agustín Creevy. Él también dio lo suyo y también un discurso. "Tendríamos que haberlo definido antes", bromeó en el comienzo y después continuó: "Están haciendo feliz a la gente, a un país con miseria como Argentina. Ustedes le están dando lo que Argentina no tiene y no recibe de los que tienen que hacerlos felices. Y ustedes lo están haciendo muchachos".

"Diego tiene un aura especial. Tiene siempre palabras sabias cuando le habla al jugador, en el mano a mano. Que hoy venga y te diga que está acá porque lo hacemos feliz, demuestra mucho y es importante. Un tipo que se puso un país en el hombro", confesó Juan Fernández Lobbe, quien ya había estado con Maradona en un partido anterior de Los Pumas y en la despedida de Pichot.

Además de sus palabras, bailó con el plantel la canción "La Mano de Dios" de Rodrigo y también hizo jueguitos con una pelota de rugby. "Hacen feliz a un país, que dicen que es de fútbol y hoy es de rugby por ustedes. Por eso vengo yo, porque quiero tener como ustedes la camiseta tatuada", completó el ex astro del fútbol.

Sánchez fue otro que estuvo en ese vestuario y lo disfrutó: "Fue un momento muy lindo para todos. Que nos dé una charla, que se haya acercado a vernos. Fue medio shockeante. Era la primera vez que me tocaba verlo. Una sensación rara, pero es muy lindo para todos".

El que se lo perdió fue Santiago Cordero, porque estaba dando una vuelta a la cancha para saludar a la gente. "Debe haber sido tremendo", reconoció.

Creevy, que le dio la palabra y el micrófono a Maradona para que hable, dijo: "Siempre fue el mejor de todos. El mejor jugador de la historia. Fue una muy linda sorpresa que nos venga a visitar. Nunca me lo hubiese imaginado". Y el capitán Puma contó la promesa del 10: "Si pasamos a semis, va a venir. Puso la vara muy alta..."