MÉXICO -- Hace tres años, cuando el colombiano Juan Carlos Osorio dirigió a Puebla, Álvaro Ortiz fue su pupilo. “Se fue muy desilusionado del futbol mexicano. Dijo que no por dinero volvería, que regresaría por un proyecto serio”, declaró el ahora presidente ejecutivo de la Comisión del Jugador, a unos días de que Osorio le defina a la Federación Mexicana de Futbol si acepta dirigir a la Selección Mexicana, rumbo al Mundial Rusia 2018.
“Recuerdo una charla que tuvo con el plantel antes de irse; nos dijo que estaba muy desilusionado del futbol mexicano porque lo que se ve por fuera no lo pareciera. Comentó que existían personas que no agarraban en serio las cosas o no había la proyección que se creía. Trabajar en México no era lo que él esperaba. Luego emigró y llegó al Atlético Nacional, y le fue muy bien”, relató el otrora mediocampista mexicano.
A Álvaro le tocó vivir con Osorio el mal momento del equipo de la franja en el Clausura 2012, cuando el estratega entregó malas cuentas: 8 puntos de 33 cuando dejó el timón. “Le tocó una época complicada, sobre todo cuando estaba Ricardo Henaine –ex dueño de Puebla-. Ustedes saben cómo se manejaban las cosas en el club; era complicado. Se retrasaban los pagos, carecíamos de muchas cosas. Osorio llegó con muchas ganas y se encontró, además, con un equipo con muchos lastimados. Yo venía saliendo de una operación y había muchos lesionados”, relató a ESPN Digital.
Agrega que el estratega sentía que no tomaban en cuenta el trabajo que se estaba haciendo, “ya que el señor Henaine de repente era de arranques y quería resultados rápidos”.
DARLE EL BENEFICIO DE LA DUDA
En dos meses de estancia de Osorio en Puebla, Ortiz lo conoció bien. “Como persona es excelente, muy estudioso. Todo el día está apuntando las cosas, todo el tiempo ve videos; es una persona muy preparada. Dejó grato sabor”, consideró Ortiz.
Tras afirmar que a Osorio “le faltó tiempo para demostrar su valía”, dijo que se le debe dar el beneficio de la duda, en caso de que sea el técnico nacional del Tricolor. Asegura que los 8 puntos que logró en 11 juegos fueron producto de las circunstancias. “El problema de Puebla en ese tiempo y hoy es la falta de continuidad. Hasta la fecha sigue cambiando 10, 20 jugadores por torneo. Así es complicado tener regularidad, y Osorio era de otro futbol. No lo dejaron adaptarse ni que se viera realmente su mano. Y cuando se fue puedo decir que lo buscaron clubes grandes de México como Cruz Azul y Monterrey”.
MÁS IMPORTANCIA AL PARADO, QUE A LO FÍSICO
“Es exageradamente meticuloso. Nos mostraba mucho video. Por ejemplo, si me tocaba enfrentarme a Oribe Peralta, en ese tiempo yo como defensa, me decía: ‘en el partido pasado Oribe le pegó tres veces al balón con la pierna izquierda, cuatro con la derecha, remata muy bien, se adelanta, etcétera. Trataba de anticiparse a las jugadas, sabía en qué lugar estaba el rival. Era distinto a lo que regularmente tenemos en México”. Comenta que no le gustaban tanto los programas físicos que existían. “Le gustaban más la parte de inteligencia, del parado, de adelantarte más al contrario. Planteaba muy bien los partidos”.
Ortiz pinta al colombiano como una persona demasiado abierta. “Le gustaba bromear y platicar mucho, y a la hora del trabajo le gustaba que hicieras las cosas con seriedad. Es una excelente persona”.
SÍ ES ÉL, LE DESEA ÉXITO; SI NO, QUE SEA MEXICANO
Dijo Álvaro que personalmente no toma partido. “Quiero lo mejor para la Selección como ex futbolista que soy; si Osorio es el entrenador, pues que le vaya muy bien; si no y es un técnico mexicano mejor, porque aquí tenemos capacidad, entrenadores ya probados que deberían estar ahí”.
De acuerdo a su experiencia en el medio sabe que “nunca habrá un técnico ideal para la Selección. Se trajo a Sven Goran Eriksson y todo mundo lo criticamos. En México nadie nos da gusto”.