MÉXICO -- La Liga Nacional se llenó de abolengo en sus series divisionales.
Si bien los Mets regresan a postemporada tras ocho temporadas de ausencia y los Cubs vuelven tras seis de no decir presente, todos los equipos clasificados saben lo que es ganar la Serie Mundial, aunque algunos, como Chicago, difícilmente lo recuerdan.
DODGERS VS METS
Es contradictorio pensar en perder una serie al mejor de cinco cuando posees en tu rotación a dos de los mejores brazos de la Liga Nacional: Zack Greinke y Clayton Kershaw.
Los problemas inician cuando recordamos el bullpen de Dodgers, que dejó ir 21 ventajas en la 2015, la cuarta cifra más alta en el viejo circuito. Además, su PCL fue de 3.91, sólo cuatro equipos acumularon peor registro en su liga.
Además, la ofensiva redujo su productividad. Tras finalizar segundos en carreras anotadas durante la 2014, cayeron al puesto ocho en la Liga Nacional.
Los Mets fueron armándose sobre la marcha. Este año decidieron abrirle la puerta a Noah Syndergaard y Steven Matz, quienes se unieron al regreso de Matt Harvey y la consolidación de Jacob deGrom.
Pero quizá la adquisición que entregó dimensiones mayores fue Yoenis Céspedes. El cubano pegó 17 HR y produjo 44 carreras en 57 juegos tras llegar de Detroit.
Ambos conjuntos se convirtieron poco a poco en equipos lentos. Mets finalizó último en bases robadas con 51 y Dodgers antepenúltimo con 59.
El equipo californiano depende en buena medida a la ofensiva, de la capacidad de Adrián González para traer carreras a home. 'El Titán' nuevamente lideró al equipo en empujadas, aunque ahora sólo con 90. Detrás de él finalizó Justin Turner con 60.
Don Mattingly decidió que el novato Corey Seager, quien apenas debutó en septiembre, será su shorstop titular sobre el veterano Jimmy Rollins. Si Seager pude aportar lo que entregó en el último mes de la temporada, Los Ángeles tendrá las carreras suficientes para ganar.
Clayton Kershaw recibió nuevamente el mandato de abrir el primero de la postemporada. Se enfrenta a su marca de 1-5 y 5.12 PCL en postemporada, así como una ausencia de campeonatos en Dodgers que cada día pesa más.
Zack Greinke y Brett Anderson completarían la rotación, en espera de que ocurra para un eventual cuarto duelo.
Mets definió a Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Matt Harvey como sus inicialistas. Syndergaard deberá lanzar fuera de Citi Field, algo que le ha costado en su carrera: 2-5 y 4.23 PCL.
CUBS VS CARDINALS
Una de las rivalidades más viejas en la historia de la Liga Nacional verá un capítulo más, ahora en serie divisional.
Al igual que Dallas Keuchel, Jake Arrieta podrá lanzar hasta el tercero duelo. Jon Lester y Kyle Hendricks serán los primeros dos lanzadores en St. Louis.
Cardinals no contará con Carlos Martínez, pero sí con los siguientes cuatro abridores: John Lackey, Jaime García, Michael Wacha y Lance Lynn.
Lester fue llevado a Athletics en 2014 por su probada capacidad en octubre. El zurdo registra 6-4 y 2.57 PCL. La coyuntura de Arrieta, exige que pruebe su valía.
St. Louis sufrió buena parte de la temporada sin Adam Wainwright y aunque ahora no podrá tenerlo como abridor, piensan que aporte desde el bullpen. Su rol en este departamento fue clave para el título de 2006, tras perder a Jason Isringhausen.
El bullpen de Mike Matheny generaba ciertas dudas, pero mejoró con las incorporaciones de Jonathan Broxton, así como la de Steve Cishek. Junto a Kevin Seigrist y Trevor Rosenthal el pitcheo de Cardinals marca superioridad.
Los relevistas de Chicago tuvieron algunos altibajos, pero finalizaron cuartos en efectividad (3.38) dentro de la Liga Nacional. De cualquier manera, es previsible que laboren más que el de Cardinals.
Ofensivamente, Cubs superó en carreras anotadas a St. Louis, que finalizó décimoprimero con 647. Los de Joe Maddon consiguieron 689 para ubicarse como sextos del viejo circuito.
La ofensiva de Cardinals en las últimas campañas se ha caracterizado por su lentitud. Acumularon 69 para ocupar el sitio once mientras Chicago con 95, terminó en el sitio seis.
La apuesta del conjunto que comanda Mike Matheny está basada en el pitcheo y una ofensiva que hace poco, pero generalmente lo justo. Cubs busca ganar con un poquito de todo, pero principalmente, con el hambre de regresar a la gloria. Un duelo de un equipo con tradición ganadora contra otro, que posee lo contrario.