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Alejandro Conti, nuevo entrenador de San Albano

BUENOS AIRES -- Ya pasaron 13 años de aquella primera consagración con el San Isidro Club, que sería el comienzo de un tricampeonato. Quedaron atrás 10 años consecutivos como entrenador en Belgrano Athletic, los que llegaron a su final luego del último Nacional de Clubes.

Hoy, la cabeza de Alejandro Conti ya piensa en su nuevo desafío: San Albano. El club de zona sur contactó en mitad de año al entrenador, y luego de algunas reuniones llegaron a un acuerdo para que se incorporé a partir del 2016 como Head Coach. Previo a eso, Conti tendrá el enorme desafío de dirigir por primera vez al Seleccionado de Buenos Aires en el Campeonato Argentino, con un gran objetivo, según confiesa él mismo: “Está claro, que el objetivo de Buenos Aires es ser campeón. Tenemos que trabajar en los diferentes aspectos del juego para que los jugadores se convenzan que eso es posible”. Scrum tuvo la oportunidad de charlar con Alejandro sobre su incorporación a San Albano, los objetivos, y su balance de la etapa en Belgrano.

-¿Por qué San Albano?
-Fue uno de los equipos que me llamó antes, por suerte tuve un montón de consultas, pero concretamente me junté con dos clubes, y dentro de todo, fue el que sentí que más apostaba a un proyecto. Por otra parte, siempre vi a San Albano como un club con cuatro equipos, mucho potencial, pero que se diluía en el proceso del campeonato, y a partir de la experiencia que tuve en Belgrano, muchas veces uno prefiere arrancar con clubes que no estén en una situación competitiva y transformarlos en competitivos.

-¿Cómo se vive la inserción y adaptación en un nuevo club?
-La organización del rugby son cuatro patas: la técnica, la táctica, la física, y la espiritual. El concepto de esta última es el club, es decir, en esa parte yo no me meto. Pero las otras tres son parejas para todos, si vos pones un equipo de Belgrano haciendo entrenamiento en el SIC, y pasas con el auto, seguro decís “mirá el entrenamiento que hace el SIC”. No vas a advertir una diferencia. A esa parte le vas poniendo tu estilo, pero hoy los equipos se tienen que preparar para 250 situaciones de contacto, y bueno, para eso no tenes que ser de San Albano, ni del SIC, sino que son reglas que pone el juego, y son para todos igual.

-¿Cómo viviste este año luego de desvincularte de Belgrano?
-Fueron 18 años seguidos de Plantel Superior, más los de juveniles, pero en general, fueron 18 temporadas de alta competencia. Me vino bien un descanso para hacer un análisis, para ordenarme en la enseñanza, me ayudó. Pude venir a ver al SIC, colaborar con entrenamientos en M15 y M17, y además tuve mi tiempo para ordenar todos mis papeles, porque yo no soy entrenador de iPad (se ríe), así que tuve que ordenar todo en cajas. Papeles y papeles con movimientos de line, scrum, etc.

-Y en todo ese tiempo, ¿qué balance hiciste de esos 10 años con el marrón?
-El primer gran balance, más allá de lo referente al juego, va por la parte espiritual. Conocí a un grupo de jugadores espectacular que la verdad ellos se criaron conmigo, y yo pasé 10 años con ellos. Se generó un vínculo de compañerismo, que también me llevó a vincularme con los padres. Tal es así, que cuando informaron que yo no seguía, los mensajes que recibí eran emocionantes, mi mujer los leía y lloraba por las cosas que me decían. Yo llegué a Belgrano y había 39 jugadores en el Plantel Superior, venían de recibir 60 puntos con La Plata, otros tantos con Alumni, y perdimos por 82 con el SIC en el 2005, pero todo ese grupo de 39 jugadores durante 10 años no faltó a un entrenamiento, estuvo siempre. Las camadas ‘83, ‘84, ‘85 fueron los que sostuvieron al plantel de Belgrano para que estas nuevas generaciones ya estén habituadas a que su equipo este en playoffs, y Nacional de Clubes. Por todo esto, el balance es muy positivo.

-Volviendo al sur, ¿Qué te vas a encontrar en San Albano?
-Para empezar, una de las grandes ventajas es que arranco de cero, no conozco a ninguno. En mi sistema es tan importante el jugador numero 1 como el 112, después en que equipo juega cada uno es otra cosa, pero el objetivo es apuntar a todos los que estén. Yo no hago mucho hincapié en resultados, porque en estos 18 años nunca hable de ganar un partido, creo que pasa mucho más que todo por un tema del esfuerzo y las ganas que pongas para hacer bien las cosas. Después si un jugador es 2 puntos, y bueno mala suerte, pero si ese jugador termina el año jugando 4 puntos, creció un 100%, y ahí logras un entusiasmo para la siguiente temporada. Seguramente, la llegada de un entrenador nuevo con mis características genera un entusiasmo adicional, lo que pasa es que hay que saber canalizarlo. De nuevo, hoy el rugby son esas 250 situaciones de contacto, el que mejor esté preparado con y sin la pelota es el que prospera en el juego, y para eso te tenes que entrenar.

Una nueva historia comienza para Alejandro Conti, y ésta vez, al mando de San Albano.