Ramiro Guillot 8y

Pulgares arriba para Lancaster

MANCHESTER (Enviado especial) --  Hoy Manchester no es lo que se especulaba que sería. A esta altura de la Copa del Mundo, los ingleses se la imaginaban vestida de gala, radiante, espléndida, esperando el último compromiso protocolar contra Uruguay, pero con la cabeza puesta en los cuartos de final. Suponían que este encuentro ante Los Teros, el primero de Inglaterra en el norte del país desde 2009, sería el momento indicado para darles el aliento final a sus jugadores de cara al último tramo del torneo. Pero no fue así. Todas las conjeturas previas se fueron al tacho de la mano de galeses y australianos. El peor cimbronazo en la historia de los mundiales y bye, bye, England.

Este sábado será el último test de la Rosa en su Copa del Mundo, algo que parecía inverosímil hace sólo un par de semanas. Y los hinchas ingleses, lógico, están muy decepcionados. Pero, a pesar de lo que se puede llegar a especular en una situación semejante, no le apuntan al coach Stuart Lancaster. Lo bancan. No creen que él sea el único responsable de lo sucedido, y hasta esperan que cumpla con la totalidad de su contrato, que tiene fecha de caducidad en 2019. El termómetro callejero le juega a favor.

Los próximo pasos de Lancaster, que desde que asumió nunca había generado semejante foco de atención, será conversar con sus jugadores, post encuentro frente a Uruguay, y, luego, tomarse unos días de descanso, mientras la Unión inglesa revisa su tarea y toma una decisión de cara al futuro.

“No fue bueno el desempeño de Inglaterra; el equipo no jugó bien. Esa es la realidad. Creo que lo que sucedió fue una gran lección para todo el plantel. Los jugadores no dejaron todo en la cancha. Y eso se notó en el partido contra Gales. Les faltó actitud, coraje, determinación para ir a buscar la victoria en los últimos 20 minutos. Sin embargo creo que Stuart debe permanecer en el puesto”, opina Ricky, un hincha inglés al que su pasión por el rugby lo llevó a pedir autógrafos en  la puerta del hotel donde se aloja Uruguay.

Ásbjörn, un islandés que vive en Manchester desde hace 25 años, también aprueba la continuidad del coach de 45 años -los cumplió este viernes- y con pasado en Leeds Carnegie. “No hay otro que pueda hacer su trabajo en estos momentos. En Inglaterra no hay nadie capaz de reemplazarlo. La RFU debe respetarle el contrato. Pero de aquí en adelante lo que él debe hacer es ponerse más rígido con sus jugadores; hay que mejorar la disciplina. Tiene que demostrar que él es el que manda. Los jugadores no son sus amigos, son sus dirigidos. Antes de criticar a Stuart hay que analizar la actitud, por ejemplo, de Sam Burgess -centro del equipo-¨.

Un grupo de cuatro amigos, que se detiene al lado de Scrum mientras Ásbjörn da su opinión, están de acuerdo. Y los cuatro, como si se tratara de una coreografía planificada, asienten con la cabeza con una coordinación envidiable. El que toma la palabra es Tony Davis, el más veterano del cuarteto. “Estamos muy decepcionados con lo que sucedió, pero creemos que Lancaster debe permanecer en su puesto”.

Enseguida, impulsado por las palabras de su amigo, Person refuerza el concepto: “Hizo un gran trabajo, el cual los jugadores no supieron entender o interpretar. Seguramente aprenderá de sus errores y mejorará para lo que viene. Lo que sucedió le va a servir de lección a la hora de tomar decisiones. Es muy importante que continúe. Merece una revancha. Este papelón puede transformarse en  los cimientos perfectos para fortalecer su trabajo”, remata.

Inglaterra fracasó, está claro. Pero la calle no le apunta al coach. Lo valoran; son concientes de que los porqué de lo sucedido no están completamente ligados a él. ¿Qué hará la Unión de Inglaterra? ¿Echará por la borda el trabajo de Lancaster? ¿O le dará una vida más? ¿En qué quedará el coqueteo -¿desmentido?- con el sudafricano Nick Mallet? El culebrón made in England, continuará…

^ Al Inicio ^