Martín Urruty 9y

La cuenta

BUENOS AIRES -- Una carrera con tantos golpes como el Gran Premio de Rusia propicia una alegoría boxística. Lewis Hamilton, un aficionado al pugilismo, dio el impacto de nocaut en la temporada camino a su tercer título mundial, segundo consecutivo y con Mercedes. La segunda victoria consecutiva en la pista urbana de Sochi combinada con el abandono de Nico Rosberg puso al alemán en la lona y al Mundial, al borde de la sentencia antes del límite. El campeón perdió temprano a su rival principal y desfiló hacia su noveno triunfo del año, 42° en un historial que lo muestra ahora por encima de su ídolo Ayrton Senna.

Rosberg se defendió como pudo pero su Mercedes feneció temprano. Desde la pole position, el subcampeón mantuvo el lugar a pesar del ataque de su compañero camino al embudo de la segunda curva. Se mantuvo a cubierto en las primeras vueltas e incluso luego de la intervención del auto de seguridad por el choque de Nico Hülkenberg y Marcus Ericsson en el giro inicial. Sin embargo, el acelerador del Mercedes número 6 falló, Rosberg se pasó de largo un par de veces y Hamilton aprovechó para arrebatarle el primer lugar, hasta que el hijo de Keke abandonó en boxes.

Así como estremeció el golpe de Carlos Sáinz en la última práctica del sábado, conmovió ver al español en la grilla de partida con el Toro Rosso y después de haber pasado varias horas en un hospital. El despiste de Romain Grosjean en carrera asustó tanto como la salida del madrileño el día anterior. El francés, en cambio, perdió el control del Lotus en la curva 3, ese larguísimo viraje de radio constante hacia la izquierda con el que Hermann Tilke se plagió a sí mismo remedando el diseño de la curva 8 de Turquía. El auto de Grosjean impactó de costado contra las vallas de protección, que le barrieron ese lateral. Giró como trompo y quedó inerte en la banquina. El alivio llegó cuando el francés pulsó la hebilla central de los cinturones de seguridad y se bajó por su cuenta casi al mismo tiempo que se arrimaban los auxiliares de pista. Eso provocó la segunda neutralización.

Sergio Pérez aprovechó la incidencia para cumplir con la única detención pautada y cambió las gomas súper blandas por blandas en un intento por acabar el recorrido sin más paradas. Eso le permitió acomodarse en la fila a la espera de que quienes lo precedían hicieran su movida. Después de haber perdido a Hülkenberg temprano, debido al despiste del alemán al salir de la segunda curva, Force India jugó todas sus cartas a Checo.

Recién luego de la segunda neutralización, Vettel pudo con su compañero Kimi Räikkönen, quien lo había superado en la largada. Después del turno de detenciones, Ferrari puso al alemán delante del Williams de Valtteri Bottas. Sin embargo, el cuádruple campeón mundial nunca estuvo en posición de incomodar al líder Hamilton. La única preocupación del campeón -y de Mercedes- fue cierto inconveniente en la parte trasera de su Flecha de Plata, por lo que fue instruido para que evitara usar el alerón móvil.

La apuesta de Pérez le permitió al mexicano quedar segundo después de las detenciones del resto. Sin embargo, Vettel no tardó en dejarlo atrás. A partir de ahí, el mexicano se transformó en un astuto administrador de recursos para que su juego de neumáticos aguantara hasta la bandera de cuadros. Daniel Ricciardo le hizo de involuntario escudero y contuvo durante algunos giros a Bottas y Räikkönen. Sin embargo, cuando el australiano fue doblegado, los finlandeses empezaron a acosar al tapatío.

Pérez resistió cuanto pudo, pero su Force India era demasiado lento ante autos con caucho más fresco. Y cuando lo pasó Bottas, aprovechó Räikkönen. El sueño del podio parecía desvanecido, obligado Checo a contentarse con el quinto lugar, pero Kimi cometió un exhabrupto en el último giro: sin estar lo suficientemente cerca, encaró al Williams en la cuarta curva, llegó con las ruedas delanteras bloqueadas y lo golpeó en el medio. Bottas quedó fuera de circulación, Räikkönen siguió con el spoiler roto y Pérez aprovechó para recuperar el tercer puesto, su primer podio del año y el quinto de su campaña. Justo tres semanas antes de que el Mundial regrese a México luego de 23 años y de que Pérez se presente como el primer mexicano compitiendo en casa luego de cuatro décadas.

El undécimo podio de Vettel, cuarto consecutivo, combinado con la deserción de Rosberg, dejó al alemán de Ferrari como nuevo segundo en el campeonato. Todo ocurrió detrás de Hamilton, quien tendrá en Austin, donde ganó el año pasado, la primera ocasión para asegurarse su tercer título. E igualar también en ese número a su ídolo Senna. La cuenta está en marcha.

^ Al Inicio ^