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Francisco Lindor: 'Fue una buena temporada, pero puedo mejorar'

BRISTOL -- La carrera de Francisco Lindor con los Indios de Cleveland en las Grandes Ligas comenzó con un pequeño paso en falso. Después de poncharse en su primer turno en la séptima entrada del partido del 14 de junio, regresó a la caja de bateo en la novena entrada en busca de su primer hit en las Grandes Ligas, ese necesario batazo que ningún pelotero olvida, ese por el que te entregan una bola por primera vez.

Con la cuenta en 3-1, Lindor, bateando a la zurda frente al relevista Joakim Soria, disparó un batazo por la línea del jardín derecho que fue a chocar contra la verja. Parecía un doble seguro, pero tras pasar por primera dio un tropezón y cayó al suelo. Viró de inmediato a la inicial, mientras el coach de primera Sandy Alomar, y el inicialista Miguel Cabrera aliviaban su nerviosismo con sus bromas.

"Quizás no fue el hit más bonito, pero fue el primero y me gusta que haya sido así. No me hubiese gustado de otra manera", recordó Lindor.

Después de ese primer tropiezo, no se puede hablar de muchas caídas para el campocorto puertorriqueño. No solo se convirtió en un sólido candidato al premio de Novato del Año de la Liga Americana, sino que fue uno de los mejores bateadores y guantes del nuevo circuito en la segunda mitad de la temporada, confirmando en 99 juegos todo lo que auguraban cuando fue seleccionado en el octavo turno de la primera ronda del sorteo de 2011.

No hizo quedar mal a los que auguran que será un múltiple campeón bate, al conectar para .345, y acumular .384 de promedio de embasamiento y .540 de 'slugging', con 10 jonrones, 11 bases robadas en la segunda mitad de la temporada. Su cifra de victorias sobre reemplazo (WAR) fue de 4.6, tercero entre todos los novatos de las Mayores, solo detrás de Kris Bryant (6.0) y Matt Duffy (4.9). En total, terminó la campaña con promedio de .313, .353 de embasamiento, .482 de slugging, 12 jonrones, 51 remolcadas y 50 anotadas en 99 partidos.

Tampoco deslució a los que vaticinan que será un múltiple ganador de guante de oro, al finalizar tercero en WAR defensivo (1.7) entre los campocortos de la Liga Americana y séptimo en las Mayores. Igualmente, fue el quinto mejor en carreras defensivas salvadas entre los defensores del jardín corto de las Mayores con más de 800 entradas en la posición.

Algo no ha cambiado de sus días en las menores: apasionado y humilde, no deja de pensar que hay algo por aprender y alguien a quién agradecer. Durante su segunda visita por ESPN (su primera fue en 2013, cuando jugaba con Akron, la filial Doble A de los Indios), Lindor habla con mucha candidez, sinceridad, seguridad, y en momentos, con voz cortada por la emoción, sobre su pasión por el juego, la gran ayuda que recibió de su compañero y compatriota Mike Avilés, lo que significó cumplir su sueño de llegar a las Mayores, su primer hit, lo mejor -y lo peor- de ser un jugador de Grandes Ligas.

Hiram Martínez: ¿Cuánto esperabas y cuánto te sorprendió lo que lograste en esta primera temporada en Grandes Ligas. Sin duda superaste todas las expectativas, que ya eran altas?

Francisco Lindor: Yo no trabajé para tener números altos, para romper récords, sí quería tener una buena temporada para ayudar al equipo a ganar. Trabajé para ser un buen pelotero, un pelotero de impacto. Los números estuvieron ahí.

HM: ¿Cuál fue el principal ajuste que hiciste en el descanso del Juego de Estrellas para llegar a esos números que tuviste en la segunda mitad? ¿Cuánto te ayudó esa pausa?

FL: Me ayudó relajarme. Me fui de vacaciones con mi familia; me quedé en Miami tranquilo con ellos. Eso me ayudó a pensar, a distraerme de todo y hacer los pequeños ajustes que tenía que hacer para estar bien en la segunda mitad. Me relajé en la caja de bateo, en el jardín corto, la confianza llegó poco a poco y la química con los jugadores me ayudó muchísimo. Ellos me dieron la oportunidad de ser Francisco Lindor, no un pelotero que no fuera yo.

HM: Cuéntame un poco de ese primer hit en las Mayores. Fue un momento glorioso, inolvidable, pero también un poco embarazoso. ¿Qué pasó?

FL: (Sonríe, mientras recuerda el momento) En el primer turno, yo no sentía las piernas, no sentía nada. Estaba ahí para hacer swing, a ver qué pasaba. Me dijeron: "tienes que ir a batear" y salí a batear. Nada me vino a la mente. En el segundo turno, ya estaba con más nervios, con más ansias, ya veía mi nombre en la pizarra que estaba quinto, tercero... Ya tenía un poco más de nervios y traté de relajarme. Ví más pitcheos, llegué a 3-0 y luego a 3-1. Antes del siguiente lanzamiento me decía "no la falles, no la falles que viene por ahí".

Cuando le dí, lo primero que me vino a la mente fue correr, salí corriendo fuerte, no sentía las piernas y tan pronto pisé la primera base... pa'l piso.

HM: Me imagino que tener a dos de las personalidades más bromistas del juego te ayudo a pasar el trago. ¿Qué te dijo Miguel Cabrera y qué te dijo Sandy Alomar en ese momento?

FL: Sandy estaba muerto de la risa, pero rápido comenzó a decirme las señales y a hablar cosas del juego. Miguel comenzó a decirme, "hey, relájate, con calma, es un doble, joggea, sin prisa... Durante ese turno del próximo bateador seguimos hablando y me relajé un poquito. No me gustaría haber tenido el primer hit de otra forma. Ese fue mi primer hit y me encantó".

HM: ¡Wow, soy un jugador de Grandes Ligas y estoy aquí cumpliendo mi sueño! ¿En qué momento caíste en cuenta de esa realidad?

FL: El día en que ví a mi familia por primera vez conmigo en el parque. Ahí dije, "estoy cumpliendo mi sueño". Todavía no me sentía que era un jugador de Grandes Ligas, que pertenecía allá arriba, porque solo llevaba uno o dos juegos, pero a medida que la temporada fue pasando, me dí cuenta que tengo lo que necesita un pelotero para estar allá arriba y que con el favor de Dios, sea por varios años.

Es algo bonito; algo que uno sueña, desea y lo vive desde pequeño; soñar en uno estar Grandes Ligas, soñar en uno jugar en televisión, soñar en uno jugar contra Albert Pujols, Alex Rodríguez, enfrentarte a CC Sabathia, David Price, Chris Sale y estar en estadio con tanta gente que uno no pueda hablar con sus compañeros...esos son momentos que sueñas y te los vives desde chiquito lanzando pelotas contra la pared, es una experiencia muy bonita. A veces uno piensa que no está en el camino correcto pero cuando llega el momento, se da cuenta de que todo lo que pasó mi mamá, mi papá, mis hermanos, valió la pena.

HM: Sin todavía jugar un juego en Grandes Ligas, Keith Law, de ESPN.com decía que tenías las mejores manos de un prospecto en el juego y que eres un potencial guante de oro. Edwin Rodríguez, tu manager en la Doble A de Akron, decía que eres un potencial campeón bate. Todos hablan de tu juego completo, de tu guante espectacular, y ya tu bateo habló por tí. ¿Cuánta responsabilidad pone esto en tus hombros para cumplir esas expectativas?

FL: Yo siempre seguiré haciendo lo que he hecho, que es trabajar fuerte para mejorar mi juego. No solamente porque tuve cuatro meses buenos en Grandes Ligas no quiere decir que mi carrera va a seguir así. Tengo que asegurarme de que siga siendo buena y que ayude a mi equipo a ganar. Tengo que mejorar en todos los aspectos, porque tuve números buenos, pero puedo mejorar. Hay que seguir trabajando para repetir lo que hice y mejorar cosas mejores.

HM: Hablaste de mejorar. ¿Qué aspectos piensas que tienes que mejorar con miras a la próxima temporada?

FL: La consistencia en el bateo y en el corrido de bases. En la defensa, debo estar pendiente de todo y seguir conociendo a los bateadores, seguir conociendo los lanzadores de mi equipo y saber las posibilidades de que bateen para ciertos lados y así llegarle más fácil a las bolas... Mantener a mi primera base, mi segunda, mi tercera alertas para ser un mejor equipo defensivo. La vida no se acaba mañana y hay que seguir mejorando.

HM: Ayúdame a escoger un novato del año en la Liga Americana. ¿Tú, Carlos Correa, Miguel Sanó...?

FL: El que se lo lleve...va a ser un tremendo honor. Si nos lo llevamos los tres, no me molestaría, pero que sea el que Dios quiera. Está escrito, cuando llegue, pues llegará. El que se lo lleve, lo felicito, sería una bendición. Y no solo a ellos, añado a Eddie Rosario, quien tuvo una gran temporada. Pero sería una mayor bendición que todos sigamos hacia adelante y sigamos en grandes ligas juntos o en contra por 10, 15, 20 años.

HM: ¿Qué cosas te maravillan de Carlos Correa? Como fue tu relación con él durante los juegos que se enfrentaron?

FL: Lo conocí a él en mi último año en escuela superior, jugamos en el partido de futuros tuvimos una pequeña comunicación, no hablamos mucho. Él siempre ha sido una tremenda persona y tiene una tremenda familia. Fue un honor jugar contra él, uno siente un gran orgullo por dentro, ver a un siore puertorriqueño que está haciendo cosas tremendas en el juego y yo en este lado haciendo mis cosas también. Me sentía como si estuviese jugando Caguas (su pueblo natal) contra Santa Isabel (el pueblo natal de Correa). Es una competencia cuando estamos en el terreno. Pero por lo demás no es una competencia; es algo bonito, estamos representando a Puerto Rico, a nuestras familias. Se por lo que él ha pasado y es una experiencia tremenda. Espero jugar frente a él por muchos años.

HM: Este año vemos a los Cachorros de Chicago con un equipo de jóvenes figuras, buscando su primer campeonato desde 1908. Si lo logran, están en turno los Indios, que no ganan desde 1948. ¿Veremos pronto a Cleveland en esta situación de playoffs?

FL: Sí. Yo veo al equipo super bien. Teníamos tremendo equipo este año. Solamente no hicimos las cosas que teníamos que hacer en el momento adecuado. Cuando los lanzadores estaban teniendo tremendo juego, los bateadores no ejecutamos. Cuando los bateadores ejecutamos, los lanzadores no tenían buen juego. Hubo momentos en que estábamos a la par y nos ayudamos y ganábamos. Pero la química que se creó desde el principio, esa fuerza, esa hambre que todos tenemos por ganar, esa emoción de las cosas bonitas que van a pasar para la ciudad de Cleveland, para el equipo, es algo que todos esperamos y trabajamos, empujando en la misma dirección para ganar. No queremos competir, solo competir, queremos ganar. En los próximos cinco años va a ser bueno y más allá de eso, espero que también.

HM: ¿Qué aprendiste de ese primer año, de bateo, de tu guante, y de ti mismo, que puede ser fundamental para el resto de tu carrera?

FL: El trabajo. El trabajo mental y físico que yo pueda hacer. Yo se que yo puedo hacer más trabajo. La temporada es larga, pero aprendí que uno puede seguir trabajando. Hay días que uno puede relajarse un poco y no hacer tantas repeticiones, pero aprendí la ética de trabajo que uno debe tener, viendo a compañeros como Michael Brantley, Jason Kipnis, Giovanny Urshela, con una ética impresionante, siento que la tengo y la puedo mejorar.

HM: ¿Qué jugador te sirvió de modelo durante este año, el que más observaste, del que más aprendiste?

FL: Con el guante, el fildeador que más me impactó fue Erick Aybar. La forma en que fildea, la forma en que hace las jugadas de rutina y cómo agarra la bola en la misma posición y la suelta rápido y duro, es algo que me impresionó. Además, Alexei Ramírez, una persona que llevan tiempo en grandes ligas... Carlos Beltrán... la forma en que él se prepara cuando está en el círculo de espera. Son cosas que uno está no tan demasiado pendiente porque el juego está sucediendo, pero esas cosas hacen que uno se de cuenta de que sus triunfos no solo son porque tienen talento, sino por el trabajo y la dedicación que han puesto.

HM: ¿Cuál jugador te ayudo más en tu equipo, alguno que te haya ayudado a ser un mejor jugador?

FL: El impacto más grande fue el de Mike Avilés. Él no solo estaba para cuando yo lo necesitaba, sino hasta en momentos que yo pensaba que no me iba a hablar o a decir algo, o que no sentía que tenía que hablarme. El venía y me hablaba. Por ejemplo, me decía: 'la superficie hoy es diferente, ten cuidado, mira los rebotes que está dando la bola, la verja tiene más o menos rebote así que tienes que salir a buscarla. Cosas así, pequeños detalles, te das cuenta lo buena que es esa persona y el impacto que está teniendo en tu carrera. Para mí, él fue la persona que más me impactó.

HM: Siempre haz dicho que Derek Jeter fue tu modelo, tu jugador favorito. ¿Cuánto de Derek Jeter, de lo que aprendiste de él te ayudó a llegar a Grandes Ligas?

FL: La forma en que siempre respetó el juego, la forma en que mantuvo una imagen limpia, la forma en que siempre tuvo una sonrisa y fue respetuoso con las personas que estaban a su alrededor, no solo en el parque sino fuera del parque. Es algo que me encantaría tener de él. Los números y los campeonatos son algo tremendo, pero no hay nada mejor que la gente hable de ti; de la forma en que te comportaste, de la forma en que respetaste la camisa que te ponías y el apellido que tú llevas. Solo he escuchado cosas buenas de él, lo ví cuando crecía y ahora me gustaría tener al menos un cantito de la carrera que él tuvo.

HM: Que es lo mejor y lo peor de ser novato?

FL: Lo mejor...que eres el menor. Lo peor... Que te visten (en su caso, de porrista). Pero hasta eso se pasó bien. Me vestí y eso también lo pasé bien. Te están vistiendo, y eso significa que ya estás en Grandes Ligas.