MÉXICO -- Se agotó la paciencia en los Dallas Cowboys. Brandon Weeden irá a la banca y Matt Cassel tomará su lugar después de la semana de descanso para enfrentar a los enrrachados New York Giants. Tres derrotas consecutivas sin Tony Romo llevaron a Jason Garrett a tomar esta decisión.
Estos han sido los números de Weeden en ausencia de Romo: 72 por ciento de sus pases completos, 739 yardas, dos touchdowns y dos intercepciones, para un 59 total quarterback rating (evaluado sobre una base de 100). Discretos, cierto, sin embargo quien crea que es el único motivo por el que Dallas perdió ante Atlanta, New Orleans y New England, está equivocado.
Hasta antes del domingo contra los Patriots, la defensa fue incapaz de presionar a los quarterbacks rivales; apenas seis capturas en los primeros cuatro partidos. A Tom Brady lo capturaron cinco veces en la primera mitad, pero no fue suficiente. Ante New Orleans fueron penosas las concesiones que tuvieron, incluyendo el pase de 80 yardas de Drew Brees a C.J. Spiller en tiempo extra que definió el partido. Contra Atlanta colapsaron en la segunda mitad al permitir que tres series consecutivas terminaran en touchdowns; dos drives de 11 jugadas y otro más de seis.
La ausencia de Dez Bryant implicó un gran inconveniente. Terrance Williams y Cole Beasley distan mucho de ser una amenaza para las defensivas rivales. Williams apenas lleva cinco atrapadas en los últimos tres partidos, y Beasley tiene un raquítico promedio de 9.7 yardas por recepción. La opción más confiable que es Jason Witten se hace muy predecible y las defensas lo pueden anticipar; tanto que contra los Patriots no le enviaron un pase sino hasta la segunda mitad. Weeden tuvo que lidiar con este inconveniente, a Cassel le tocará algo semejante.
Ese gran apoyo que tendría que ser el juego terrestre, no nada más no tiene a DeMarco Murray; Lance Dunbar sufrió ante New Orleans un desgarre en el ligamento cruzado anterior y está fuera por la temporada completa. Quedan Joseph Randle, que mostró destellos ante Atlanta; Darren McFadden, desecho de los Raiders; y Christine Michael, desecho de Seattle. Habrá que agregar que la llamada mejor línea ofensiva de la NFL no ha estado al nivel de la temporada pasada.
Weeden no es ninguna maravilla, ha sido derrotado en los últimos once partidos que ha iniciado; pero Matt Cassel tampoco. Por eso son suplentes. Cuando pierdes a tu quaterback titular y a tu arma más peligrosa necesitas que todo el equipo dé un paso hacia el frente en su rendimiento, no hacia atrás como tal parece ha ocurrido en los Cowboys. Si quieren rescatar la temporada, es el momento de, como equipo dar ese paso al frente.