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Neymar, el crack ya toma los galones

BARCELONA -- Hace un año y tres días, en Singapur, Neymar comenzó a levantar la moral de los brasileños, aún descompuestos por el fiasco del Mundial y aquella goleada sufrida a manos de Alemania.

Brasil, con Dunga en el banquillo, apabulló por 0-4 a Japón y los cuatro goles de la seleçao fueron marcados por Neymar, quien de alguna manera demostró a todo el mundo la fortuna que pudo tener Alemania en las semifinales del Mundial, partido que no pudo jugar Ney.

Puede que las ausencias de Messi e Iniesta resten peso futbolístico al Barcelona, pero si en Sevilla ya se vio a Neymar ponerse los galones, ante el Rayo se descubrió una faceta tan esperada como no vista más que en momentos muy puntuales desde su llegada en el verano de 2013. Pero para nada hasta el nivel mostrado frente al equipo de Jémez.

“Hemos perdido el partido en un momento”, convino el entrenador rayista, satisfecho con los suyos y que no quiso, obviamente, confirmar lo que se contempló en el Camp Nou: que la diferencia la marcó un solo futbolista.

“Está eléctrico y rapídisimo. Hoy ha sido imparable… Es determinante”, resumió Luis Enrique intentando restarle trascendencia al brasileño, pero los datos del partido lo dejaron todo demasiado claro.

Por más que se confirmase el crecimiento de Sergi Roberto y la excelente actuación de Bravo, fue Neymar quien se puso en modo crack para comenzar y acabar la noche con una maravillosa actuación, una obra de arte en plenitud.

“Ocupó el lugar de Messi”, se escuchó a unos mientras otros decían haber “recordado a Ronaldinho”. Hubo quien le comparó con el mejor Robinho, por el descaro, verticalidad y recursos, una versión mejorada de quien fue su ídolo en el Santos y que hoy languidece, deportivamente hablando, en China.

Neymar se fabricó y transformó dos penalties en la primera mitad para remontar el 0-1 del Rayo. El segundo, tras un caño y una bicicleta en la misma jugada. Espectacular. Y después de ofrecer la que puede considerarse su mejor actuación, se apagó como casi todos sus compañeros en la segunda mitad. Pero apartado del plano y casi invisible no evitó que Neymar sentenciara la victoria cuando más merecía igualar el Rayo Vallecano. Y condujera la sentencia hasta la goleada, acabada por Suárez con una asistencia suya después de marcar por primera vez cuatro goles con la camiseta del Barça. Y por cuarta vez en su carrera deportiva a nivel profesional.

Si hace un año, en un amistoso, le marcó un póker a Japón, el 29 de octubre de 2011 se los marcó al Atlético Paraense, para ganar 4-1 el Santos. Antes, el 17 de enero del mismo año 2011 anotó los cuatro en el 4-2 de la selección Sub 20 de Brasil ante Paraguay. Fue, en aquella época, cuando el Barcelona se decidió a atacar su fichaje.

Fue por aquellos días cuando Neymar, según confirmó esta semana a través de su círculo más próximo, arrancó a Luis Álvaro de Oliveira, presidente en la época del Santos, el permiso para negociar su fichaje por otro club.

“Impresionante”, en palabras de Luis Enrique, el Barcelona sobrevivió un partido más a la ausencia de Messi gracias al liderazgo de Neymar, quien en sus primeros 101 partidos con el Barça ya suma 60 goles, una cifra sólo al alcance de los cracks, lo que él es sin ninguna discusión.

El brasileño que quiere perseguir todos los records en la selección ya se puso el vestido del póker como azulgrana. Con el Santos, en abril de 2010 y frente al Guaraní, llegó a marcar cinco goles en un 8-1. Es cuestión de tiempo que eso se repita con el Barcelona.