BARCELONA -- Marco Asensio vive en Barcelona de prestado. De prestado por el Real Madrid al Espanyol porque el Barça no lo quiso. Bueno, sí lo quiso... Pero no hasta el punto de pagar los cerca de cuatro millones de euros que desembolsó Florentino Pérez por su fichaje. Y en el Camp Nou hay quien hoy se lamenta.
Un mes y medio ha bastado para que el Espanyol gire alrededor de Asensio, un chaval descarado, dinámico y esencial para el equipo de Sergio González. Un futbolista al que en el Bernabéu empiezan a hacer hueco. No la temporada que viene, probablemente sí a partir de 2017.
“Al Espanyol le ha tocado la lotería”, sostiene un colaborador del Villarreal, que también se posicionó para lograr su cesión en cuanto se decidió su salida del Madrid. Betis, Sporting, Deportivo, Getafe y Málaga se presentaron en el Bernabéu, pero a todos se adelantó el Espanyol. Y al Madrid, por aquello de la rivalidad con el Barcelona y el habérselo arrebatado, le hizo gracia acordar su incorporación al club blanquiazul después de que el entrenador periquito confirmara su deseo innegable de tenerlo a sus órdenes.
Triplet d'assistències de gol de @marcoasensio10! Partidazo del mallorquín y del resto del equipo. ¡Vamos #RCDE! pic.twitter.com/Tw5nUjb5QT
— RCD ESPANYOL OFICIAL (@RCDEspanyol) octubre 18, 2015
“Es un niño grande. Un escándalo porque tiene desborde y una visión de juego fuera de lo común”, advierten distintos técnicos que ven en él a un jugador “soberbio” y clave en el futuro del futbol español. De momento, Caicedo lo ha disfrutado gracias a las ‘presentaciones’ de Gerard Moreno, con quien ya coincidió en el Mallorca y que lo presenta como un “crack en potencia”.
“No hay que volverse locos”, acotó Sergio González después de dar buena imagen ante la Real Sociedad. “Tiene una izquierda deliciosa”, se le escuchó al entrenador cuando el Betis ya estaba arrodillado ante su exhibición.
El Espanyol quiso incluir en el pacto de cesión por una temporada una cláusula por la que tuviera una opción de compra, pero no llegó ni a especularse con un precio por cuanto el Real Madrid se negó en redondo a tal posibilidad. De hecho, el club merengue podría reclamar el retorno de Asensio a su disciplina en el mercado de invierno si Rafa Benítez lo considerara. Una opción que ni quieren plantearse en el Espanyol.
Asensió fichó por el Real Madrid después de que el FC Barcelona considerara fuera de mercado pagar los cuatro millones que pidió Dudu Aouate, manager general del Mallorca y que rechazó la oferta azulgrana, de 2.5 millones más otros dos en variables.
Lo que provocó hilaridad, sin embargo, no fue solamente que el Barça no se atreviera con un jugador del que existían inmejorables informes tanto deportivos como personales, sino que esos cuatro millones se pagaran sin pestañear por Douglas Pereira, lateral brasileño cuyo futuro se adivina, se sospecha, invisible en el club azulgrana.
El futbolista mallorquín, que cumplirá 20 años en enero, dirigió la victoria de la selección Sub 19 en el último Campeonato de Europa y se integró con calma en el vestuario del Espanyol después de completar la mitad de la pretemporada con el Real Madrid.
Buen conocedor de la casa y de la presión que rodea a los jugadores llamados a liderar al equipo, Sergio González no tuvo prisa con Asensio. De hecho no le dio entrada en el equipo hasta la cuarta jornada en San Sebastián, y a partir de entonces ha sido fijo en sus esquemas.
La calma que se reclama con él viene dada, y argumentada, en que, con Asensio en el césped, el Espanyol fue barrido en Riazor por el Deportivo y derrotado en Cornellá por el Sporting consecutivamente... Pero su futbol está fuera de cuestión, de cualquier duda.
Tal es así que el club blanquiazul quiere, en enero, comenzar a discutir la cesión por una segunda temporada. Porque existe el convencimiento de tener en su vestuario una auténtica perla.
Esa perla por la que sonríe Florentino Pérez, quien, aseguran, confía en convertir a Marco Asensio en pilar del Real Madrid del futuro a medio plazo. Un futbolista que hace dos años estaba llamado a ser del Barça.
Y que vive en Barcelona... De prestado por el Madrid.